R¨¦gimen de visitas
Todos los matrimonios, cuando est¨¢n a punto de separarse, se meten en un l¨ªo para hacer las cosas m¨¢s dif¨ªciles: tienen un hijo, adoptan una hipoteca, fundan una ONG o emprenden una obra en la cocina. Mi mujer y yo nos compramos un perro.No sab¨ªamos que est¨¢bamos tan mal, pero lo cierto es que, una vez que se pas¨® la novedad del bicho, estall¨® la crisis en toda su crudeza y decidimos romper.
Como somos personas cultas, hicimos las cosas del modo m¨¢s civilizado posible y no discutimos por los discos, ni por los libros, ni por los muebles, ni siquiera por el piso, que le ced¨ª tras una breve negociaci¨®n econ¨®mica. Cuando alguna cosa nos gustaba mucho a los dos, la sorte¨¢bamos.
El problema fue al llegar al perro. Yo hab¨ªa pensado que estar¨ªa mejor conmigo, pues me hab¨ªa ocupado siempre de darle de comer y de sacarle de paseo. Soy muy met¨®dico y hab¨ªa incorporado las necesidades del animal como propias.
Mi ex mujer, teniendo otras virtudes, es desordenada e incapaz de someterse a una disciplina. Se lo dije de buenas formas.
-Mira, un perro es un ser vivo, con necesidades f¨ªsicas y de afecto. T¨² pasas mucho tiempo fuera de casa y cuando llegas est¨¢s agotada. Desde que lo tenemos, no lo has sacado a pasear un solo d¨ªa.
-Porque t¨² eres un acaparador y crees que nadie hace bien las cosas, pero f¨ªjate qu¨¦ mal lo has educado. Tiene que dormir con la luz encendida y se hace las cosas donde quiere.
La discusi¨®n fue subiendo de tono en presencia del perro, que nos miraba con preocupaci¨®n rasc¨¢ndose la oreja en una suerte de tic nervioso que padece en situaciones de estr¨¦s.
-Mira, ya has conseguido que se ponga mal -grit¨® mi mujer.
Finalmente, para no estropear el clima civilizado que hab¨ªamos conseguido crear hasta el momento, acept¨¦ que viviera con ella, pero negoci¨¦ un r¨¦gimen de visitas muy severo. Tendr¨ªa derecho a verle todos los jueves por la tarde, y pasar¨ªa los fines de semana en mi casa hasta la noche del domingo. Durante el verano estar¨ªa un mes con ella y otro conmigo.
Al poco de marcharme de casa pas¨¦ un d¨ªa por debajo de la de mi mujer y vi desde la calle al pobre animal atrapado en el balc¨®n, que tiene unas medidas testimoniales. Esper¨¦ en el portal hasta que lleg¨® ella y tuvimos unas palabras delante del portero, que, aunque no dijo nada, se not¨® que estaba de mi lado.
-?Para esto quer¨ªas t¨² quedarte con el animal? ?Para encerrarlo en el balc¨®n todo el santo d¨ªa?
-?Y qu¨¦ quieres que haga? -respondi¨®-. No tengo tiempo para pasearlo, y no querr¨¢s que se haga sus cosas encima del sof¨¢. Si lo hubieras educado mejor, no suceder¨ªa todo esto.
Me romp¨ªa el alma ver al perro en esas condiciones, as¨ª que, en lugar de discutir, entr¨¦ al d¨ªa siguiente en el piso mientras mi ex mujer estaba fuera (hab¨ªa conservado una llave), lo rapt¨¦ y me fui a vivir con ¨¦l a un pueblo de las afueras, donde tiene un jard¨ªn para correr y un grupo de amigos de su edad, algunos incluso de su raza, con los que procuro que juegue todas las tardes cuando regreso del trabajo.
Est¨¢ creciendo fuerte y feliz, pero se asusta cuando oye el timbre de la puerta, como si tuviera miedo de que mi ex mujer volviera a por ¨¦l, aunque le he dicho mil veces que ni siquiera sabe d¨®nde estamos.
Hace poco, sin embargo, me llam¨® por tel¨¦fono; no s¨¦ de d¨®nde habr¨ªa sacado el n¨²mero, pues di orden de que no me incluyeran en la gu¨ªa, y me reproch¨® que no hubiera vuelto a visitar al perro.
-Creo que te necesita -a?adi¨®-. Ha cambiado de car¨¢cter.
-Pero si est¨¢ conmigo -dije desconcertado.
Entonces escuch¨¦ a trav¨¦s del tel¨¦fono el ladrido inconfundible de nuestro perro y pens¨¦ que era ella, imitando su voz: es un poco ventr¨ªlocua. Pero no me he atrevido a confirmarlo.
Lo peor es que le he cogido aversi¨®n al animal. Ya no puedo estar seguro de que sea realmente el m¨ªo, aunque quiz¨¢ tampoco yo sea yo. Pero entonces, me pregunto, ?por qu¨¦ no telefone¨® a otro para gastarle esa broma macabra?
La llamar¨ªa para pregunt¨¢rselo, pero quiz¨¢ ella ya no sea ella tampoco. Todo es muy confuso.
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