Diplomacia

Las reclamaciones soberanistas de Jordi Pujol no son nuevas. ?l mismo ya dio p¨²blica y formal cuenta de ellas el 11 de marzo de 1997 en un prolijo discurso ante el pleno del Senado. En efecto, esas demandas no nacen del escenario abierto por la tregua de ETA. Pero s¨ª que pueden verse impulsadas o marginadas, riesgo que los nacionalistas catalanes quieren conjurar desde el principio, por la apertura de un eventual proceso de pacificaci¨®n en Euskadi.Otra vieja aspiraci¨®n del Gobierno catal¨¢n que ayer Pujol puso sobre el tapete en el Parlamento es el deseo de incrementar el peso de Catalu?a en los organismos y foros internacionales. El l¨ªder de CiU reclam¨® de nuevo un estatus internacional oficial para Catalu?a. Puso como ejemplo la petici¨®n formulada ya por la Generalitat para que Catalu?a tenga presencia oficial e institucional en la Unesco por medio de un representante incorporado a la delegaci¨®n espa?ola. Su misi¨®n ser¨ªa velar por la lengua y la cultura catalanas en el seno de la Unesco.

Pidi¨® tambi¨¦n presencia directa de determinadas ONG y asociaciones catalanas en los organismos internacionales y asegur¨® que todo es posible dentro de la Constituci¨®n.