Aumenta a diez el n¨²mero de muertos por un apag¨®n en el hospital de Ly¨®n
Los familiares planean presentar una querella
El n¨²mero de pacientes del hospital Edouard-Herriot de Ly¨®n fallecidos tras el corte de electricidad que se produjo en la madrugada del s¨¢bado no es dos, como la direcci¨®n de ese centro inform¨® en un principio, ni cinco, como se averigu¨® posteriormente, sino diez. La ausencia de energ¨ªa se prolong¨® por espacio de dos horas ya que, por razones todav¨ªa no determinadas, los grupos electr¨®genos de emergencia no llegaron a entrar en funcionamiento. Los primeros empleados de la empresa privada Esys-Montenay contratada para el mantenimiento del circuito el¨¦ctrico no llegaron al hospital hasta hora y cuarto despu¨¦s de producirse el apag¨®n.Los familiares de las v¨ªctimas barajan la posibilidad de querellarse contra el hospital lion¨¦s. El propio presidente Jacques Chirac reclam¨® el mi¨¦rcoles, en el Consejo de Ministros, que se lleve a cabo una investigaci¨®n rigurosa, demanda que la Justicia francesa ha atendido con suma celeridad.
Ayer mismo, adem¨¢s de ordenar la realizaci¨®n de autopsias, la Fiscal¨ªa envi¨® al hospital a varios miembros de la Polic¨ªa Judicial para que establezcan la relaci¨®n existente entre el apag¨®n y los fallecimientos de los pacientes. La actuaci¨®n de la direcci¨®n del hospital que trat¨® de quitar hierro al asunto subrayando que las v¨ªctimas eran en realidad enfermos terminales no ha hecho sino irritar todav¨ªa m¨¢s los ¨¢nimos. En el espacio de unos d¨ªas el hospital Edouard-Herriot, considerado uno de los primeros de Francia, ha pasado de ostentar los laureles de gloria, por haber realizado el primer trasplante de mano procedente de un donante fallecido, a encontrarse bajo las sospecha general. Al hilo de lo ocurrido en Ly¨®n, pol¨ªticos y t¨¦cnicos polemizan sobre el estado real de la red hospitalaria francesa. El comit¨¦ de empresa del Edouard-Herriot exigi¨® ayer que los servicios p¨²blicos vuelvan a ocuparse del mantenimiento del centro, con el argumento de que la contrataci¨®n de las empresas privadas va en detrimento de la seguridad y el nivel de calidad.
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