Colegio con gato encerrado

Unos doscientos alumnos del colegio Nuestra Se?ora del Lucero est¨¢n sin comedor por culpa de un gato. O de varios. No se sabe cu¨¢ntos son. Un grupo de traviesos mininos, que los empleados del Ayuntamiento llevan buscando sin ¨¦xito desde hace algo m¨¢s de un mes, dej¨® su insalubre rastro en el sal¨®n donde los ni?os de este colegio p¨²blico del distrito de Latina sol¨ªan tomar su almuerzo.Nadie puede precisar cu¨¢ndo el comedor, ahora clausurado por las autoridades sanitarias, volver¨¢ a funcionar. Las obras de limpieza no han comenzado. Los felinos no aparecen y a¨²n no se descubri¨® por d¨®nde se colaron los escurridizos animales.

Los padres que trabajan jornada completa tienen serios inconvenientes y los ni?os coinciden en que la comida era el momento m¨¢s divertido del d¨ªa. "Lo pas¨¢bamos bien ese rato", dice Jorge de la mano de su hermana peque?a.

El problema parec¨ªa menor en un principio: manchas de humedad en el techo que se arreglar¨ªan durante el receso escolar de verano. Pero no. Despu¨¦s de un tiempo se descubri¨® que alg¨²n animal hab¨ªa visitado el colegio y dejado su excremento en el comedor.

"La Concejal¨ªa de Salud analiz¨® las muestras, descart¨® que fueran excremento de ratas y con certeza dijo que hubo un gato encerrado en el doble techo del comedor. Por eso lo clausur¨®", explican las representantes de la Asociaci¨®n de Padres de Alumnos.

La directora del colegio, Juana Mar¨ªa Be?o, corrobora: "El tema se ha complicado. Han puesto jaulas para gatos, pero los animales no aparecen por ninguna parte". Be?o confiesa no saber cu¨¢ndo los ni?os volver¨¢n a comer en el colegio e insiste en que no quiere que habiliten el comedor hasta que no se den garant¨ªas de higiene para los cr¨ªos.

En busca de una soluci¨®n para tan ins¨®lito problema, el personal del parque de desinfecci¨®n del Ayuntamiento estuvo varias veces en la escuela de la calle de Mu?ico, 1, y llen¨® de polvo de talco los huecos por donde pueden haber pasado los mininos.

Jos¨¦ Mar¨ªa C¨¢mara es el especialista municipal encargado de terminar con estas indeseables visitas. "Tenemos a¨²n una o dos semanas de trabajo. Como no descubrimos todav¨ªa por d¨®nde entran los gatos sellaremos todos los agujeros de la fachada y el tejado y luego haremos una limpieza profunda", indica.

Los padres de los 500 alumnos que asisten a este colegio de primaria s¨®lo se enteraron de la mala nueva esta semana. Critican que las autoridades les hayan informado tan tarde. "El comedor deb¨ªa comenzar a funcionar el jueves y hasta el martes no nos avisaron de que hab¨ªa problemas", comenta una madre.

La escuela est¨¢ situada en un barrio de pocos recursos. Tiene 31 profesores y cuenta con una biblioteca con 5.000 ejemplares.

"Es muy grave lo que pasa. No tenemos d¨®nde dejar al ni?o y no podemos pagar a una persona para que le cuide. A mi hijo no le hubiera tra¨ªdo a este colegio si hubiera sabido que estar¨ªamos sin comedor hasta qui¨¦n sabe cu¨¢ndo. Lo apunt¨¦ aqu¨ª porque ten¨ªa la comida asegurada", dice Lourdes mientras le acomoda la chaqueta a su hijo, de tres a?os.

Junto a ella est¨¢ Rosa, quien ha decidido dejar a su hija con su suegra: "No sabemos c¨®mo ni por qu¨¦ tenemos el comedor cerrado. Es desidia de la direcci¨®n, del Ayuntamiento o del ministerio. Lo que interesa es que los cr¨ªos almuercen en el cole pronto". Juan Bautista Cano es docente y le duele lo que est¨¢ pasando en el colegio de su hija. "Nos estamos cargando a la escuela p¨²blica. Nosotros podemos pagar una privada, pero yo no quiero", dice. Y opina: "La historia del comedor y de este gato es incre¨ªble".

Como medida de emergencia, una decena de familias acord¨® con las autoridades que sus ni?os lleven la comida al colegio y se queden a la hora del almuerzo con cuidadores -los conserjes-, a los que les pagar¨¢n horas extra.