Motoristas

Vivo en una calle del distrito de Chamber¨ª, junto a un establecimiento de pizzas a domicilio cuyos motoristas, uniformados con los colores rojo y azul claro de la firma, dominan la acera rodando a gran velocidad por el estrecho paso que queda entre las fachadas y los alcorques. Varias veces he corrido el riesgo de ser atropellado al entrar o salir de mi casa, y mis reiteradas protestas son respondidas con un gesto despectivo o una impertinencia.He denunciado estas agresiones por dos veces en la comisar¨ªa del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa del distrito, me han atendido con sumo inter¨¦s y cortes¨ªa, pero han alegado que es competencia de la Polic¨ªa Municipal y el ¨²nico resultado ha sido un remitir moment¨¢neo de las mismas. Las he denunciado cinco o seis veces a la Polic¨ªa Municipal (092), manifestando tener miedo por mis hijos peque?os, que suelen salir confiados del portal a la acera. Pero la respuesta que he recibido es que no est¨¢n para eso; que tengo que presentar un escrito en la Junta Municipal, en horario de trabajo, y no me aseguran que vaya a dar resultado.

Tambi¨¦n yo tengo que preguntar: "?Tendremos que esperar a que atropellen a cualquier viandante para que quienes tienen la responsabilidad de cuidar por la seguridad de la v¨ªa p¨²blica consigan acabar con estas pr¨¢cticas?"

Aunque este inh¨®spito Madrid aspire a ser una ciudad amable s¨®lo con el autom¨®vil, todos somos alguna vez peatones.-