El "reverdecimiento" del PIB
Un objetivo que une a casi todas las escuelas de economistas ecol¨®gicos es el deseo de desarrollar un nuevo sistema de contabilidad nacional que abarque factores medioambientales actualmente excluidos de las definiciones de Producto Interior Bruto (PIB). Sin embargo, los diferentes grupos tienden a adoptar diferentes formas de abordar esta tarea, que consiste esencialmente en poner precio a los servicios ecol¨®gicos y a los recursos naturales. Adem¨¢s, ninguna ha causado todav¨ªa un efecto importante en la pol¨ªtica imperante.La valoraci¨®n convencional del PIB, que se remonta a alrededor de 50 a?os, se obtiene sumando el total de la demanda final de bienes y servicios producida anualmente por una naci¨®n. Aunque se usa de forma generalizada por muchos economistas, periodistas y pol¨ªticos como medida de la salud econ¨®mica de un pa¨ªs, el PIB ha sido muy criticado por grupos de defensores del medio ambiente, apoyados por algunos economistas simpatizantes, que se basan en el hecho de que da una imagen potencialmente enga?osa de la salud de una sociedad desde el punto de vista de medioambiental.
Robert Repetto, del Instituto Mundial de Recursos, afirma: "Un pa¨ªs podr¨ªa agotar sus recursos minerales, talar sus bosques, erosionar sus suelos, contaminar sus acu¨ªferos y matar sus animales salvajes y sus peces hasta que se extingan, pero su PIB no se ver¨¢ afectado cuando estos bienes desaparezcan".
Erosi¨®n y pesca
Repetto es un pionero en asignar un valor monetario a la erosi¨®n del suelo, la deforestaci¨®n, la p¨¦rdida de pesca, recursos costeros y las reservas de petr¨®leo en Costa Rica y en Indonesia. Calcula lo que se conoce como renta econ¨®mica de los recursos naturales, lo cual equivale en gran medida a beneficios. Por ejemplo, si un barril de petr¨®leo crudo se puede vender por 10 d¨®lares y cuesta 6 d¨®lares descubrirlo, extraerlo y llevarlo al mercado (incluyendo los rendimientos de capital), la renta econ¨®mica de cada barril ser¨ªa de 4 d¨®lares.En su estudio de 1989 sobre Indonesia llegaba a la conclusi¨®n de que el crecimiento del PIB corregido para reflejar la depreciaci¨®n de la madera, el petr¨®leo y los recursos del suelo era un 3% inferior a la cifra calculada de forma convencional de un 7,1% entre 1971 y 1984.
Economistas ecol¨®gicos m¨¢s radicales como Herman Daly critican la idea de que la salud de un pa¨ªs se pueda medir en t¨¦rminos de cu¨¢nto producen sus ciudadanos. Su ?ndice de Bienestar Econ¨®mico Sostenible utiliza medidas de producci¨®n habituales como punto de partida pero suma el valor del trabajo dom¨¦stico no retribuido y despu¨¦s resta el coste del aire, el agua y la contaminaci¨®n ac¨²stica, as¨ª como los costes de la disminuci¨®n de los pantanos, las tierras cultivables, los recursos no renovables, los desplazamientos, la urbanizaci¨®n, los accidentes de tr¨¢fico y la publicidad. Pero pese a todos sus atractivos intelectuales, el ¨ªndice ha tenido poco ¨¦xito entre los pol¨ªticos. y tambi¨¦n ha sido duramente criticado por economistas.
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