VIP"s y VAP"s
DE PASADAA veces te enzarzas a dialogar contigo misma con tanto acaloramiento que te olvidas de olfatear el peligro. Tal impacto me provoc¨® un desfile de moda oto?al, que abr¨ª un debate interno sobre si los VIP"s (Very Important People) nos compensan de sus privilegios con fant¨¢sticos desatinos. Iba ganando la envidia cuando me col¨¦ en un taxi asesino. El veh¨ªculo, de apariencia inofensiva, un punto aburrida casi, esperaba una v¨ªctima, aunque nadie lo sab¨ªa. Segu¨ªa pensando en la fauna del desfile: la presentadora Paula V¨¢zquez, esa chica con rubio Remedios, en el torero Mart¨ªn Pareja Obreg¨®n y otras personas muy importantes que no conoc¨ªa y que hab¨ªan compensado la decepci¨®n de no hallar a mi gur¨² espiritual Mar¨ªa Jos¨¦ Besora, quien, de forma azarosa, se convirti¨® en Miss Espa?a. El alma de la m¨¢quina asesina exhalaba densas bocanadas de humo, expectante ante su presa. Gru?¨® un interrogante obvio y, sin m¨¢s pre¨¢mbulos, se lanz¨® a trotar por la ciudad como si aspirara a competir con los sobresaltos del Jaguar, de Isla M¨¢gica. Un fuera de serie, la verdad, que trazaba bucles en las esquinas y tirabuzones en los sem¨¢foros, mientras filosofaba sobre las Very Animal People (VAP) que deb¨ªa sufrir a diario. Dicho todo al tiempo que braceaba al infinito para permitir la autodeterminaci¨®n del volante. Y no son d¨ªas para discutir tales derechos. Ni la a?oranza de esos taxis salerosos, profesionales del rodeo y los tiempos muertos, cicerones del servicio p¨²blico, mitigaba el terror. Lo que m¨¢s irritaba a la m¨¢quina asesina era descubrir que los VAP"s empujasen la alfombra trasera hacia la parte delantera. Me descubr¨ª con angustia agazapada en el suelo, con la alfombrilla de marras lejos de mi nariz, esto es, en el asiento delantero. Horror. Decid¨ª pagar una oronda propina por el trastorno. Ignoro por qu¨¦ perdon¨® mi in¨²til vida de VAP corre-alfombras, que a eso redujo mi esp¨ªritu. Jam¨¢s podr¨¦ ser ya una VIP como Paula V¨¢zquez, que abandon¨® el desfile en volandas entre cuatro fornidos ejemplares de seguridad, como para evitar un atraco. Ni codearme con modelos de gran parecer, vestidos como Tonino en CQC (a Paula V¨¢zquez le recordaron a James Bond), ni tutear al cantante Rafael del Estad, ni llevar los zapatos desabrochados por est¨¦tica como las maniqu¨ªes.
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