Medio Ambiente encubre a los contaminadores

Los responsables de Medio Ambiente se niegan a hacer p¨²blicos los nombres de las industrias y ayuntamientos que durante los ¨²ltimos tres a?os han estado contaminando los r¨ªos espa?oles con vertidos de residuos industriales, agr¨ªcolas o urbanos, considerados graves o muy graves. Pese a que las sanciones impuestas ascendieron el pasado a?o a 249 millones y se multiplican, en paralelo al n¨²mero de vertidos descontrolados, los nombres de los infractores quedan en el anonimato. Las cuencas m¨¢s castigadas por la contaminaci¨®n son las del J¨²car, Guadiana y Ebro.

?ngel Cagigas, director general de Calidad de las Aguas del Ministerio de Medio Ambiente, no oculta que todos los d¨ªas firma, con la Ley de Aguas en la mano, entre tres y cuatro sanciones por vertidos de los considerados "graves o muy graves". Las leves, de uno a cinco millones, las imponen las Confederaciones Hidro-gr¨¢ficas. Al tiempo asegura que ¨¦l es partidario de dar a conocer los nombres de los infractores. "Personalmente lo tengo muy claro". Reconoce que "no hay nada que ponga m¨¢s nervioso a un industrial que ver su nombre en los peri¨®dicos se?alado como un contaminador", pero recuerda que cuando en anteriores ocasiones se han hecho p¨²blicos los nombres, el Ministerio tuvo muchos problemas y por eso la decisi¨®n no puede ser suya. La decisi¨®n del ministerio que dirige Isabel Tocino ha sido silenciar a los infractores -a diferencia de lo que hiciera la anterior Administraci¨®n socialista quien facilitaba esta informaci¨®n deta-llada- con lo que se esfuma el llamado "efecto ejemplarizante", por todos reconocido como el mayor revulsivo a la hora de evitar sucesivas contaminaciones. Al industrial o municipio contaminador no le suele importar pagar multas, aunque sea la de mayor cuant¨ªa, 100 millones de pesetas, siempre que su nombre no salga a la luz p¨²blica. Finalmente le resulta m¨¢s rentable pagar que realizar las medidas las correctoras que marca la ley.Alfonso Bourg¨®n, el ¨²ltimo asesor de Comunicaci¨®n de Medio Ambiente, tambi¨¦n era partidario de publicar los nombres de los infractores. Bourg¨®n ha sido cesado hace unos d¨ªas (el cuarto en dos a?os), al parecer por la personal concepci¨®n que de la pol¨ªtica de comunicaci¨®n tiene Tocino, quien desea controlar cualquier contacto con los periodistas. Seg¨²n Bourgon, la reticencia ministerial a facilitar los datos se debe a que muchas sanciones no son firmes, "est¨¢n recurridas y es prematuro dar a conocer la identidad de los multados". La cuesti¨®n se agrava porque, como reconoce el propio Cagigas, "recurren como locos" y en ocasiones desde que se inicia el expediente sancionador hasta que la multa se hace firme pasan tres o cuatro a?os. Sin embargo, los datos globales de sanciones por cuencas, facilitados por Medio Ambiente, se refieren s¨®lo a expedientes ya firmes, seg¨²n una cualificada fuente ministerial. De estos datos se desprende que las cuencas m¨¢s castigadas en los tres ¨²ltimos a?os, y por tanto hay que suponer las m¨¢s contaminadas -aunque es arriesgado afirmarlo cuando faltan referencias a cuencas, como la del Segura, que pasa por ser de las m¨¢s sucias del pa¨ªs-, son las del J¨²car, Guadiana y Ebro. La del J¨²car, la m¨¢s multada en 1997 con m¨¢s de 190 millones, ha sido este a?o, con apenas 23, desbancada por la del Guadiana que, hasta la fecha, ostenta el r¨¦cord con cerca de 50 millones. Pero este panorama es s¨®lo una parte del total si, como se afirma, est¨¢n excluidos los expedientes recurridos. El esp¨ªritu de "quien contamina paga" lleg¨® al c¨¦nit en 1993, con los socialistas, cuando las multas sobrepasaron los 771 millones, para descender en a?os posteriores y volver a repuntar en el 97, con 249 millones. Este a?o, a falta del ¨²ltimo trimestre, se observa una clara disminuci¨®n en las penalizaciones que no llegan a los 99 millones, pese a la clara voluntad de "no perdonar ni una" que manifiesta Cagigas.

"Es una verg¨¹enza", afirma Pedro Arrojo, profesor de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Zaragoza y organizador del primer Congreso Ib¨¦rico sobre Planificaci¨®n y Gesti¨®n de Aguas, celebrado recientemente en dicha ciudad. "Hay un nivel de complicidad de la Administraci¨®n que puede facilitar u obstaculizar el esp¨ªritu de una ley. Existe una falta de voluntad pol¨ªtica en la clarificaci¨®n de los expedientes p¨²blicos que deben ser conocidos por los ciudadanos. Es fundamental que se sepa qu¨¦ empresas lo est¨¢n haciendo mal y contaminan, porque as¨ª la opini¨®n p¨²blica puede presionar sobre la Administraci¨®n y muchas veces es esta presi¨®n la que cambia o hace que se cumpla la ley. Y si la sanci¨®n est¨¢ recurrida ser¨¢ un presunto contaminador". "No s¨®lo no dan los nombres de los contaminadores", a?ade Arrojo, que mantiene una dura lucha con la Administraci¨®n para que la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro le facilite la identidad de las empresas contratadas para hacer estudios u obras menores, "sino que detr¨¢s de este silencio hay peque?as corruptelas. La fundaci¨®n Ecolog¨ªa y Desarrollo acaba de ganar en los tribunales una denuncia por vertidos contra la empresa La Monta?esa, que la Guardia Civil, el Seprona, se hab¨ªa cansado de denunciar por v¨ªa administrativa y nunca llegaba a nada".

Este experto en econom¨ªa del agua mantiene que el control y depuraci¨®n de los vertidos industriales "sigue siendo en la pr¨¢ctica un tema intocable. En este aspecto estamos todav¨ªa como en el Oeste americano. La mayor¨ªa de las Comisar¨ªas de Aguas, que son quienes vigilan, asumen por sistema una actitud permisiva".