Escritor agradecido
Como periodista y escritor de novelas negras, agradezco a los agentes del Servicio de Inmigraci¨®n de Filadelfia, EEUU, la oportunidad que me brindaron de conocer m¨¢s a fondo el American way of life y comprobar la veracidad de "la otra cara de la ley" y el s¨ªndrome del falso culpable, tan magistralmente descritos por los grandes novelistas del g¨¦nero, sin hablar de Hitchcock y Kafka.Bajo la sospecha de que mi pasaporte (utilizado durante m¨¢s de ocho a?os y con sellos de medio mundo) "podr¨ªa" tener defectos de manufactura, se me retir¨® el documento durante los cinco d¨ªas que estuve en Filadelfia asistiendo al Congreso de la Asociaci¨®n Internacional de Escritores Policiacos (AIEP), organizado por los colegas norteamericanos. El secuestro del pasaporte fue acompa?ado de explicaciones vagas, en r¨¢pido y tajante ingl¨¦s policial, sobre la necesidad de efectuar comprobaciones prolijas en un documento que es propiedad, en ¨²ltima instancia, del Estado espa?ol. Lo peor del caso fue la sensaci¨®n de desamparo personal, ya que las preguntas de los aduaneros parec¨ªan sacadas de un manual de situaciones absurdas, y no hab¨ªa posibilidad de entenderse en espa?ol con nadie.
Deduzco que los medios disponibles en el aeropuerto de Filadelfia para dilucidar si un pasaporte es v¨¢lido son m¨¢s bien parcos, pues mientras yo permanec¨ªa pr¨¢cticamente indocumentado en la ciudad, mi pasaporte fue enviado nada menos que a Washington, donde me imagino que ser¨ªa sometido a duras pruebas. Entretanto, los diplom¨¢ticos espa?oles hicieron gestiones para averiguar las razones de la retenci¨®n del pasaporte, pero los funcionarios americanos se limitaron a decir que estaban "comprobando" la posibilidad de que existiera alg¨²n defecto y poco m¨¢s. Finalmente, poco antes de salir el avi¨®n de regreso, el documento me fue devuelto en el aeropuerto, con excusas verbales, sellado de ingreso, y el consiguiente alivio porque el "lince" de turno de la aduana se hab¨ªa equivocado y mi veterano pasaporte era totalmente v¨¢lido. Todav¨ªa ignoro si el suceso me ser¨¢ de utilidad para perge?ar una buena trama policiaca, pero siempre sirve de ayuda verle las fauces al drag¨®n y comprobar con qu¨¦ facilidad la Am¨¦rica de los sue?os alimenta con frecuencia pesadillas.- .
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