El cambio que no llega
El Gobierno vasco inici¨® la legislatura con la intenci¨®n de profundizar en la reflexi¨®n sobre el modelo de Administraci¨®n que resulta m¨¢s ¨²til para garantizar la gesti¨®n eficaz y transparente de los recursos p¨²blicos. En las postrimer¨ªas de 1994, el anterior Ejecutivo dej¨® aprobado un paquete de 47 medidas encaminadas a corregir los defectos y agilizar el funcionamiento administrativo. Cuatro a?os despu¨¦s, la pregunta se dispara de forma autom¨¢tica: ?La actual estructura de la Administraci¨®n responde a las necesidades de los ciudadanos vascos? ?Es efectiva? ?Est¨¢ pr¨®xima a los administrados? A pesar de su juventud -tiene 18 a?os de vida-, la Administraci¨®n vasca no ha podido escapar a los vicios que han castigado a este tipo de estructuras en el conjunto de Espa?a, como la falta de eficacia, los solapamientos entre sus diversos niveles y la creciente atrofia en su actividad. El Ejecutivo vasco ha dado algunos pasos en los ¨²ltimos cuatro a?os para corregir la tendencia. Ha creado la Oficina para la Modernizaci¨®n Administrativa (OMA), ha reducido el n¨²mero de departamentos, de altos cargos y de personal de confianza, ha dimensionado las sociedades p¨²blicas y los organismos aut¨®nomos e incluso ha intentado poner en marcha la ventanilla ¨²nica. "Ibarretxe -el vicelehendakari y m¨¢ximo responsable de funci¨®n p¨²blica- no puede decir que haya reformado la Administraci¨®n", resumen los sindicatos. Y es que las relaciones con las centrales son uno de los puntos oscuros de la gesti¨®n del actual Gobierno. Los sindicatos han organizado huelgas y han criticado con dureza la imposici¨®n de las condiciones de trabajo por decreto. As¨ª, el Gobierno no ha conseguido implicar al personal en la reforma. Duplicidades Uno de los par¨¢metros que mide el alcance de la reforma se refiere a los problemas que se plantean por la diversidad de instituciones que tienen competencias para ejercer alg¨²n tipo de actividad p¨²blica. Ayuntamientos, diputaciones y Gobierno vasco se ven abocados a una "competencia" innecesaria. Los solapamientos y la duplicidad en los esfuerzos desplegados minan la eficacia de la Administraci¨®n. Durante esta legislatura, el Gobierno ha emprendido la reorganizaci¨®n de las diferentes delegaciones departamentales en los tres territorios. En octubre de 1997 se suprimieron las delegaciones de los departamentos de Cultura y de Industria. Adem¨¢s, tambi¨¦n se ha racionalizado la prestaci¨®n de servicios en materias como el turismo, el tr¨¢fico y el juego. Se han cerrado algunas delegaciones, pero ?se ha realizado un traspaso de competencias a las diputaciones o ayuntamientos para que gestionen de manera m¨¢s pr¨®xima al ciudadano algunas cuestiones? No. Aun queda lo m¨¢s importante: determinar qu¨¦ servicios tiene que dar la Administraci¨®n y cu¨¢les los ayuntamientos y las diputaciones. A pesar de que se han dado algunos impulsos legislativos, no se ha plasmado ning¨²n proyecto concreto para traspasar responsabilidades del Gobierno a los otros dos niveles del entramado administrativo vasco. En el balance de actuaciones, el Ejecutivo se?ala que "se est¨¢ llevando a cabo la creaci¨®n de Registro Central Informatizado" y de centros unificados de servicios, como la ventanilla ¨²nica, para facilitar los tr¨¢mites administrativos entre todas las instituciones. Sin embargo, se trata de intentos muy t¨ªmidos y que se circunscriben a las ayudas para la promoci¨®n de empresas o el desarrollo de actividades econ¨®micas. Lo de la ventanilla ¨²nica se queda en la experiencia piloto denominada Proyecto Hall, que se ha puesto en marcha en la sede que el Gobierno aut¨®nomo tiene en San Sebasti¨¢n y que centraliza la informaci¨®n sobre aspectos relacionados con los diferentes departamentos gubernamentales. Reducci¨®n de altos cargos Donde s¨ª se ha notado la reforma ha sido en la reducci¨®n del n¨²mero de altos cargos y cargos de confianza. La proliferaci¨®n de este personal ha lastrado la imagen de la Administraci¨®n. El grado de politizaci¨®n de la Administraci¨®n vasca hab¨ªa alcanzado unos niveles desproporcionados para su dimensi¨®n, llegando a superar al del resto de las comunidades aut¨®nomas, que cuentan con m¨¢s habitantes, m¨¢s provincias y m¨¢s extensi¨®n territorial que Euskadi. El vicelehendakari y consejero de Hacienda y Funci¨®n P¨²blica, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, ha rebajado en un 19% los cargos de libre designaci¨®n. Adem¨¢s, de contar con dos vicepresidentes se ha pasadoa uno solo. Asimismo se ha reducido el n¨²mero de departamentos. La racionalizaci¨®n tambi¨¦n alcanz¨® a las sociedades p¨²blicas y los entes p¨²blicos de derecho privado. De los 78 organismos aut¨®nomos y sociedades p¨²blicas que hab¨ªa en 1994 se ha pasado a 62. En la actualidad, el Gobierno cuenta con tres entes: el Ente Vasco de la Energ¨ªa (EVE), Osakidetza y Euskal Irrati Telebista. Estos entes desarrollan las competencias que le corresponden al Gobierno en campos como la sanidad o los medios de comunicaci¨®n pero en un r¨¦gimen de descentralizaci¨®n. Por eso se rigen por el derecho privado. El Gobierno que est¨¢ apunto de culminar la quinta legislatura va a dejar deberes a su sucesor, al igual que le ocurri¨® a ¨¦l. A la reforma de la Administraci¨®n a¨²n le queda mucho camino por recorrer. La acuciante necesidad de improvisar una Administraci¨®n p¨²blica tras la aprobaci¨®n del Estatuto de Gernika, en una comunidad que carec¨ªa de tradici¨®n funcionarial, y la progresiva llegada de competencias han condicionado la creaci¨®n del sector p¨²blico en Euskadi. Pese a todo, cuando se plantea la pregunta clave de si la Administraci¨®n vasca resulta efectiva, en las encuestas, m¨¢s de un 60% de ciudadanos responde afirmativamente.
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