Geopol¨ªtica del hambre
Las zonas que han sufrido la crisis de modo predominante han sido las de los pa¨ªses emergentes, fundamentalmente por la hu¨ªda de capitales en busca de calidad. Pero hay otros pa¨ªses que ni siquiera son emergentes y pertenecen a un estadio anterior a la crisis financiera. Pa¨ªses que padecen el subdesarrollo y las hambrunas a finales del milenio. Pa¨ªses como Sud¨¢n, Liberia, Ruanda, Burundi, Sierra Leona, Somalia, Afganist¨¢n, la zona de la Amazonia brasile?a, Niger, Irak, Corea del Norte, etc¨¦tera. En la d¨¦cada de los cincuenta apareci¨® el libro Geopol¨ªtica del hambre, del m¨¦dico brasile?o Josu¨¦ de Castro, que se convirti¨® inmediatamente en un cl¨¢sico y en un punto de referencia de quienes entend¨ªan que las hambrunas no eran ni una fatalidad ni el producto de las cat¨¢strofes naturales; De Castro denunciaba la injusta suerte de las capas m¨¢s desfavorecidas de la poblaci¨®n, a las que razones ante todo pol¨ªticas privaban de la posibilidad de acceso a los alimentos. El hambre era la conclusi¨®n de pol¨ªticas econ¨®micas equivocadas.
Medio siglo despu¨¦s acaba de aparecer en Espa?a otro libro de igual t¨ªtulo, heredero natural del de Josu¨¦ de Castro. Producido por la organizaci¨®n no gubernamental Acci¨®n contra el hambre, est¨¢ elaborado por los cient¨ªficos cooperantes de la ONG en once de los pa¨ªses afectados. El presidente de la secci¨®n espa?ola, Jorge Sempr¨²n, refresca en el texto aquellas viejas ideas, tan actuales: "Las hambrunas de hoy est¨¢n casi siempre programadas. No son la consecuencia de malas condiciones clim¨¢ticas, ni de falta de alimentos, ni tampoco del destino. Son el producto de un puro c¨¢lculo pol¨ªtico: los se?ores de la guerra dejan morir deliberadamente de hambre no a sus enemigos, sino a sus propios pueblos, con la ¨²nica finalidad de poder obtener ayuda humanitaria, reconocimiento pol¨ªtico, acceso al poder".
El libro contiene dos ideas b¨¢sicas muy documentadas: con una distribuci¨®n adecuada de alimentos (ni siquiera igualitaria), todos los habitantes de la tierra podr¨ªan disponer de lo necesario para comer; el hambre causa m¨¢s muertos hoy que todos los misiles y las armas bacteriol¨®gicas, m¨¢s incluso que las minas. Mata en silencio, entre la indiferencia general, a pesar de que los progresos t¨¦cnicos agr¨ªcolas y en la medicina que permitir¨ªan dar de comer a todos los habitantes actuales del planeta, y a unos miles de millones m¨¢s.
Geopol¨ªtica del hambre ha sido presentado coincidiendo con el D¨ªa Mundial de la Alimentaci¨®n, y apenas cuarenta y ocho horas despu¨¦s de que la Academia Sueca concediese el Nobel de Econom¨ªa a Amartya Sen, profundo estudioso de las hambrunas y colaborador internacional de Acci¨®n contra el Hambre. Sus ideas complementan las que se exponen en el informe en cuesti¨®n:
- Ninguna hambruna se ha dado jam¨¢s en aquellos pa¨ªses con formas democr¨¢ticas de gobierno, o con una prensa relativamente libre.
- Las hambrunas matan a millones de personas en distintos pa¨ªses del mundo, pero no matan a sus dirigentes. Los reyes, los presidentes, los bur¨®cratas, los legisladores, los jefes militares no han sido nunca v¨ªctimas de las hambrunas; los que tienen la autoridad no tienen por qu¨¦ sufrir las consecuencias pol¨ªticas de su fracaso en la prevenci¨®n del hambre. La raz¨®n de que las hambrunas contin¨²en sobreviviendo en el mundo moderno es, precisamente, que los dirigentes de muchos pa¨ªses pueden, gracias al autoritarismo y a la censura, permitirse tener hambrunas sin ser desafiados. El hambre mata de forma selectiva, a los ni?os y a las mujeres primero.
- La prensa libre y la pr¨¢ctica de la democracia contribuyen a sacar a la luz informaci¨®n que puede tener un gran impacto sobre las pol¨ªticas econ¨®micas para la prevenci¨®n de las hambrunas. Una prensa libre y una oposici¨®n pol¨ªtica activa constituyen el mejor sistema de alarma para estas amenazas.
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