El silencio de los encuestados
Con los sondeos han llegado las valoraciones de los pol¨ªticos y las interpretaciones de los comentaristas. A partir del domingo oiremos las justificaciones de los partidos (nadie pierde, siempre se gana) y las cr¨ªticas a los autores de las encuestas. Por eso, para evitarse tantos palos, los encuestadores han sido precavidos y subrayan "la cautela debida". Tambi¨¦n lo han sido los encuestados, con un 44% que prefiere callar el voto, olvid¨¢ndose de aquello que dec¨ªa Machado: "cuando hablan es mentira inocente; se mienten y no se enga?an". Esta vez no hay duda: se ha preferido no hablar. Ese hecho de guardar silencio sobre el voto refleja el clima de convulsi¨®n pol¨ªtica y el grado de discreci¨®n. Ese voto, de conocerse ahora, podr¨ªa dar al traste con otros datos, sobre todo si los encuestados son los que incrementan el censo porque se incorporan a votar por primera vez. No obstante, ahora mismo hay opiniones claras y esperanzadoras. Por ejemplo, que el 78% de los vascos ve con optimismo el futuro. O el aumento considerable de participaci¨®n. Esto puede traer algun cambio por aquello del 25, 25 y 25, siendo Alava la llamada matem¨¢ticamente a variar o no el resultado final. Por ejemplo, el votante que en elecciones anteriores eligi¨® UA parece va a irse al PP, como ten¨ªan previsto los populares desde la crisis interna de los foralistas. Hay otra conclusi¨®n que se repite: la suma de los votos a partidos nacionalistas (PNV, EA y HB-EH) y la de los no nacionalistas (PSE, PP, IU y UA) dar¨¢ resultados muy equivalentes a los de elecciones auton¨®micas anteriores. No obstante, van a producirse variantes a tener muy en cuenta en el futuro, sobre todo para gobernar: una, la subida del PSE, PP y HB-EH; dos, el posible atascamiento del PNV con descenso de EA, y la posici¨®n que ya ha tomado IU con su presencia en el Acuerdo de Izarra. Lo que si parece claro es el protagonismo del PNV y el deseo de los vascos de que siga entendi¨¦ndose con el PSE-EE en Vitoria y con el PP en Madrid. No obstante, se se?ala el posible par¨®n en la confianza electoral al PNV, incluso con bajada de esca?os. Esto podr¨ªa entenderse en las palabras de un antiguo parlamentario de ese partido: "Siempre ha habido un sector no nacionalista que nos vota porque sabe que en este pa¨ªs gestionamos muy bien su dinero". Quiz¨¢, ahora, con la nueva convulsi¨®n pol¨ªtica, esos electores no nacionalistas se decidan por dar el voto a otro partido gestor y eso explique la situaci¨®n. Hay, finalmente, una correcci¨®n que hacer a aquellos pol¨ªticos que advert¨ªan, temerosa e injustamente, que "a menos violencia, m¨¢s nacionalismo", entre otras cosas porque los partidos que se manifestaron siempre en contra de la violencia (todos menos HB) sab¨ªan que con la tregua indefinida de ETA hay muchas m¨¢s esperanzas de progreso para el futuro, como descubren las encuestas. Incluso los partidos no nacionalistas impusieron siempre la condici¨®n de que ETA dejara las armas para abrir definitivamente el sendero de la paz y de la normalizaci¨®n. Esa es la esperanza irreversible. Los sondeos han abierto el camino; el futuro ya es presente posible.
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