Robert Lepage recrea el encuentro entre Lloyd Wright y el ocultista Gurdjieff
'La g¨¦ometrie des miracles' "habla de las ideas de grupo y de gur¨²"
Frank Lloyd Wright y George Ivanovich Gurdjieff son, cada uno a su manera, figuras arquet¨ªpicas del siglo XX: el primero, el arquitecto genial, y el segundo, el maestro espiritual, el gur¨² -habr¨¢ quien apunte: el charlat¨¢n-. Wright y Gurdjieff se conocieron a principios de los a?os treinta a trav¨¦s de la tercera mujer del arquitecto y sus mundos se entrecruzaron. La relaci¨®n de estos dos personajes aparece recreada en La g¨¦om¨¦trie des miracles, el montaje de Robert Lepage y su compa?¨ªa Ex Machina que ma?ana se presenta en Barcelona y el 3 de noviembre en Madrid. El espect¨¢culo "habla de las ideas de grupo y de gur¨²", dijo ayer el director.
El canadiense Robert Lepage (Quebec, 1957) est¨¢ considerado uno de los mayores innovadores de la escena teatral. Autor de espect¨¢culos como Les aiguilles et l"opium o Les sept branches de la rivi¨¨re Ota, acaba de estrenar en Estocolmo una versi¨®n sueca de La Celestina con el Dramaten. La g¨¦om¨¦trie des miracles, que podr¨¢ verse hasta el martes en el Teatre Nacional de Catalunya, "trata del grupo y del papel del individuo dentro del grupo. De maestros y disc¨ªpulos, de gur¨²s y sectas, de c¨®mo el hombre organiza la geometr¨ªa de su mundo, la matem¨¢tica de la sociedad", se?al¨® Lepage. Wright y Gurdjieff "estaban ambos muy implicados en la utop¨ªa del grupo y a la vez representan perfectamente las dicotom¨ªas del siglo XX: la racionalidad y la espiritualidad, los Estados Unidos y la Rusia que mira hacia oriente".
Diferentes en pr¨¢cticamente todo, el estadounidense Wright y el armenio Gurdjieff, sin embargo, "ten¨ªan en com¨²n que ambos intentaban esquematizar la existencia". Gurdjieff rode¨® toda su vida de un aura de misterio hasta el punto de que a¨²n hoy se desconoce la fecha exacta de su nacimiento. Viaj¨® por toda Asia y se declar¨® iniciado y poseedor de secretos de remotas ¨®rdenes esot¨¦ricas. Su irrupci¨®n en los a?os veinte en una Europa sacudida por la teosof¨ªa le granje¨® una gran popularidad y muchos seguidores, a los que esquilm¨® y maltrat¨® como parte de su m¨¦todo -la escritora Katherine Mansfield muri¨® en su centro de Par¨ªs, el c¨¦lebre Prieur¨¦ de Avon-.
Espiritualidad
La relaci¨®n de Gurdjieff con Wright se estableci¨® a trav¨¦s de la tercera esposa del arquitecto, Olga Ivanovna Hinzenburg (interpretada en el espect¨¢culo de Lepage por Marie Brassard), devota seguidora del maestro espiritual. Cuando Wright se propuso abrir una escuela de arquitectura progresista en su finca de Taliesin, en Wisconsin, su mujer le sugiri¨® que la pusiera bajo la regla de Gurdjieff. Wright admiraba a Gurdjieff, pero nunca fue disc¨ªpulo suyo y la escuela result¨® una singular mezcla de espiritualidad y arquitectura. "Gurdjieff fue tanto un elemento desestabilizador del mundo de Wright como inspirador", dice Lepage, que admite que el maestro ocultista "es un personaje muy controvertido y dif¨ªcil de tratar". Para Lepage, "el espect¨¢culo no es sobre Gurdjieff: el centro del espect¨¢culo es Wright y su entorno".
En el espect¨¢culo tiene un papel muy importante la danza. "En La g¨¦om¨¦trie des miracles hay danzas que son de Gurdjieff, sus c¨¦lebres danzas sagradas, aunque existe controversia sobre la forma en que se han trasmitido", explica Lepage. "Asimismo, nos pareci¨® interesante visualizar la arquitectura de Wright por el movimiento, por la danza, usar la matem¨¢tica del cuerpo para evocar los principios arquitect¨®nicos de Wright".
En cuanto a la escenograf¨ªa, "hemos huido de tratar de mostrar la arquitectura de Wright y nos hemos limitado a sugerirla. Hacia el final de su vida, ¨¦l hizo una gran depuraci¨®n de su forma de trabajar, dec¨ªa que la arquitectura empezaba en el desierto".
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