Cuatro a?os de improvisaci¨®n

Hace ya cuatro a?os que dos actores, un director de escena, un m¨²sico y un t¨¦cnico de luces se someten cada noche a los caprichos del p¨²blico. Caprichos que pueden obligar a que este equipo se vea obligado a improvisar una obra que gire en torno al "desarrollo f¨ªsico y psicosom¨¢tico de la perdiz de campo". La improvisaci¨®n es precisamente la gran protagonista de Impreb¨ªs, un rar¨ªsimo caso de espect¨¢culo teatral, ya que se acaba de estrenar por tercer a?o consecutivo en un teatro madrile?o.Los responsables de esta obra son los actores Carles Castillo y Carles Montoli¨², dirigidos por Santiago S¨¢nchez. Impreb¨ªs es una obra sin texto previo. Es el p¨²blico el que decide qu¨¦ se ver¨¢ en el escenario. El respetable expresa sus deseos en unos cartones que los actores sacan al azar. Hay unos pocos minutos de deliberaci¨®n y comienza la representaci¨®n.

Santiago S¨¢nchez conserva todos estos cartones desde que se estren¨® esta obra, hace cuatro a?os. Guarda m¨¢s de 4.000 de estas ¨®rdenes del p¨²blico. Entre las sugerencias de los asistentes se ha encontrado con frases como ¨¦sta: "May¨¢baye yo en el moroyo bar". En cualquier caso, al grupo teatral no le queda m¨¢s remedio que improvisar una actuaci¨®n.

S¨¢nchez ha constatado que los deseos del p¨²blico se pueden dividir en tres grandes cuestiones: la actualidad, asuntos personales y provocaciones. En el primer grupo, Aznar ha sido el protagonista absoluto, seguido de Clinton y su famosa becaria. ?ltimamente tambi¨¦n aparece Pinochet en ideas como "el cautiverio del tirano". "En ese caso jugamos con polvo que lo cubr¨ªa todo: por si sale indemne de este asunto", explica S¨¢nchez.

En cuanto a las cuestiones personales, al p¨²blico se le ocurren ideas como "yo no te quiero, te adoro, que es m¨¢s redondo", o "fidelidad y felicidad se llevan a matar", que se represent¨® como si fuera una ¨®pera.

En cuanto a la provocaci¨®n, ¨¦sta puede consistir en lindezas del tipo "hace una hora se muri¨® el Papa". Hay tambi¨¦n espectadores que deciden inventarse una palabra. Como "estroil¨¢n", que el equipo de Impreb¨ªs convirti¨® en una nueva t¨¦cnica de pintura al temple. Otra sugerencia fue "el hombre invisible". Y los dos actores se fueron del escenario.

Impreb¨ªs, en el teatro Alfil (Pez, 10; metro Noviciado). Horarios, en cartelera. 1.500 y 2.000 pesetas.