El gobernador vuelve a Hong Kong
Chris Patten, que abandon¨® entre l¨¢grimas la ex colonia brit¨¢nica, contemporiza con las autoridades chinas
, Chris Patten, gobernador jubilado, como se presenta ¨¦l mismo, parti¨® llorando la noche del 30 de junio de 1997 y volvi¨® todo sonriente ayer a lo que se ha convertido, desde su marcha, en una Regi¨®n Administrativa Especial de China. "Es el acontecimiento m¨¢s excitante que me ha ocurrido desde que dej¨¦ Hong Kong", lanz¨® de golpe a la cohorte de periodistas y fot¨®grafos que asistieron al reencuentro con su gobernador, ya que, tambi¨¦n para la prensa, este reencuentro ten¨ªa todos los atractivos de una fiesta: ninguna conferencia de prensa, desde la salida de los brit¨¢nicos, hab¨ªa reunido a tantos periodistas.Sin embargo, el que fuera desde 1992 hasta 1997 el ¨²ltimo jefe del Ejecutivo de la colonia brit¨¢nica no ha vuelto como representante de su majestad. Si est¨¢ aqu¨ª es a t¨ªtulo estrictamente privado: una gira de cuatro d¨ªas por casi todas las librer¨ªas del territorio para firmar dedicatorias de su libro East and West, que acaba de aparecer.
Tambi¨¦n la naturaleza de esta visita le impon¨ªa conservar una gran reserva sobre los asuntos internos de este territorio. "?Qu¨¦ piensa de la crisis econ¨®mica que atraviesa Hong Kong desde hace un a?o?", le preguntaron varios periodistas. "Hong Kong ha sido golpeado por la crisis asi¨¢tica, pero su econom¨ªa no sufre ninguno de los males de los que padecen las econom¨ªas vecinas. ?sta es, sobre todo, sana", afirm¨®, retomando en eso las conclusiones de su sucesor, el jefe del Ejecutivo, Tung Chee-Hwa. Y rechaza de plano las acusaciones de haber dejado instalarse una "burbuja especulativa" sobre el territorio durante los cinco a?os de su mandato.
"En su ¨²ltimo gran discurso pol¨ªtico, usted evoc¨® diecis¨¦is criterios reveladores del respeto al Estado de derecho, criterios bajo cuyo rasero la comunidad internacional observ¨® la devoluci¨®n de Hong Kong a China. ?Piensa usted que se han respetado estrictamente esos criterios?". A lo que Patten respondi¨®: "Lo que veo es que Hong Kong sigue siendo una sociedad libre, regida por el Estado de derecho, y que su poblaci¨®n sigue defendiendo sus libertades. Y hay que reconocer que esto se debe especialmente al Gobierno de la China Popular, que ha sabido mantenerse fuera de los asuntos del territorio".
A pesar de esta satisfacci¨®n general, se ha abstenido, pese a los repetidos intentos de los periodistas de llevarle a ese terreno, de enjuiciar en lo m¨¢s m¨ªnimo los logros de su sucesor, al estimar que, "cuando uno se va de un barco, no escupe sobre el puente de mando". "?Se va a encontrar con Tung Chee-Hwa? ?Qu¨¦ le dir¨¢? ?Le ofrecer¨¢ consejos para enderezar una popularidad que no ha cesado de bajar desde su toma de posesi¨®n?", insistieron los miembros de la prensa china. "Hablaremos de la econom¨ªa asi¨¢tica y de las perspectivas de la regi¨®n", contest¨® lac¨®nicamente. En resumidas cuentas, va a hablar de todo... menos de Hong Kong.
Antes de partir el pasado a?o, no cesaba de poner en guardia a unos y otros contra los riesgos de la traici¨®n al concepto de "un pa¨ªs, dos sistemas", pero ayer mostr¨® una faz extremadamente conciliadora. ?Habr¨¢ perdido su capacidad incisiva? El humor de este hombre, que siempre ha hecho gala de un sentido sin par para la comunicaci¨®n, salpicando sus r¨¦plicas de salidas ingeniosas, sigue intacto. Todos se dieron cuenta ayer de que hac¨ªa mucho tiempo que no se hab¨ªan re¨ªdo tanto en una conferencia de prensa en el territorio.
Pero ahora que el ¨²ltimo gobernador ha vuelto a tratar con las intrigas pol¨ªticas de Londres parece que sus pullas se tornen, sobre todo, contra sus pares. Llamado a pronunciarse sobre una peque?a frase de Tony Blair, que en una reciente visita a Pek¨ªn y Hong Kong dijo que "Hong Kong era una barrera entre el Reino Unido y China y ahora es un puente", Chris Patten ha contestado que "no se debe criticar al primer ministro en el extranjero". Sin embargo, no ha dudado en criticar a los pa¨ªses europeos que, seg¨²n ¨¦l, se niegan a mirar de frente la realidad de los derechos humanos en China.
?Ha podido olvidar por un instante que ya no estaba en su casa? No podemos saberlo. Pero, antes de concluir, ha confiado, tras guardar silencio unos momentos y con voz grave: "Estoy muy contento de estar aqu¨ª. Es emocionante volver". La sonrisa hab¨ªa desaparecido.
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