El Mallorca tambi¨¦n suma en Riazor

Su liderato ha sido ef¨ªmero, pero eso es una bagatela estad¨ªstica. El Mallorca sali¨® indemne de Riazor, un destino poco propicio para las visitas y donde dej¨® su conocida impronta de grupo serio, poco dado a adornar el f¨²tbol, pero extraordinariamente indigesto para sus rivales. El conjunto de C¨²per italiane¨® en la primera parte, en la que lleg¨® a adelantarse frente a un Deportivo que le estaba superando claramente y que pas¨® incluso por momentos espl¨¦ndidos. Pero el Mallorca afloj¨® el freno en el descanso, baj¨® al Deportivo de su pedestal y se fue de Riazor invicto como hab¨ªa llegado.Sin haber reunido los m¨¦ritos m¨ªnimos, el Mallorca se puso por delante cuando el Deportivo buscaba el gol con empe?o y buen criterio. En su favor puede aducirse la robustez de su estructura y la magn¨ªfica ejecuci¨®n de la jugada que propici¨® su gol, todo un ejemplo del arte del contragolpe, gracias a un extraordinario pase del lateral Olaizola m¨¢s propio de un centrocampista organizador. Pero al margen de las virtudes colectivas del Mallorca, el partido hab¨ªa estado siempre bajo gobierno coru?¨¦s, y los visitantes, aparte de su f¨¦rreo armaz¨®n defensivo, apenas se dejaron ver por la finca de Songo"o.

El Deportivo ofrece esa imagen desconcertante de los equipos que est¨¢n a¨²n en fase de maduraci¨®n, y alterna los momentos estupendos con desapariciones inexplicables. Su primera parte de la noche hizo concebir esperanzas, porque los coru?eses se mostraron menos inconstantes de lo habitual y su desempe?o result¨® irreprochable. El Mallorca le cedi¨® la pelota y el Deportivo ni se sinti¨® inc¨®modo con la invitaci¨®n a asumir el peso del partido, ni perdi¨® la paciencia ante las dificultades que le planteaba el andamiaje defensivo visitante.

En la primera parte, el Deportivo tir¨® a puerta con serio peligro en no menos de media docena de ocasiones y ni siquiera el traicionero gol del Mallorca le condujo a la desesperaci¨®n. Poco antes del descanso, la fortuna, esquiva hasta entonces, acudi¨® en su socorro. Flores se dio el piscinazo en el ¨¢rea y el ¨¢rbitro, Medina Cantalejo, pic¨® con toda la candidez del principiante. El penalti lo tir¨® Djalminha, quien, sin miedo al rid¨ªculo, recurri¨® a una de sus especialidades y burl¨® a Roa al estilo Panenka, es decir, con una exquisita vaselina por el mismo centro de la porter¨ªa.

Tras el descanso, el Mallorca se solt¨® el ronzal y frecuent¨® m¨¢s el ¨¢rea de Songo"o. Un par de acometidas visitantes terminaron por equilibrar el partido, que ya nunca m¨¢s volvi¨® a transcurrir en la direcci¨®n ¨²nica que hasta entonces le hab¨ªa impuesto el Deportivo. En el bando local se agudiz¨® su m¨¢s clamoroso defecto: el Deportivo es un equipo hemipl¨¦jico, con una excelente a la izquierda, pero absolutamente paralizado a la derecha por la presencia de Flavio, un futbolista que, si bien va abandonando su actitud indolente, nunca profundiza por la banda, lo que priva al conjunto de una important¨ªsima v¨ªa de penetraci¨®n. Con Fran exhausto y Djalminha sacrificado por una sorprendente decisi¨®n de Irureta, el Deportivo ya no recuper¨® el tono frente a un Mallorca que pocas veces deslumbra, pero que ofrece en cada partido un tratado de sentido com¨²n.