Como siempre, Herreros
Los 26 puntos del alero facilitaron la victoria del Madrid ante el Le¨®n
Da la impresi¨®n de que el Madrid gobierna los partidos seg¨²n le place, para bien y para mal. Se mueve a arreones, va y vuelve, se escapa y le remontan. Y vuelta a empezar. Parece cerrar el conflicto y lo abre porque s¨ª, porque le da la gana. Sus lagunas de concentraci¨®n son tan escandalosas como su fortaleza bajo la canasta. Ayer convirti¨® al Le¨®n en un enfermo terminal (8-22 a los siete minutos) y le permiti¨® volver al reino de los mortales al encajar un sonrojante 15-0 de parcial.Hay que tener algo m¨¢s que una anatom¨ªa de incalculables proporciones para detener al belga Eric Struelens, un tipo que colecciona cicatrices en su rostro, a modo de dolorosas muescas, provocadas por tantas batallas ganadas.
BALONCESTO LE?N 72 - REAL MADRID 82
Baloncesto Le¨®n: Chanca (0), Pe?arroya (8), Fisher (19), Harper Williams (16), Mackey (6); Galilea (10), Marcaccini (6) y Mart¨ªn Ferrer (7).Real Madrid: Lasa (5), Santos (13), Herreros (26), Struelens (16), Tanoka Beard (12); Alberto Angulo (10), Bobby Martin (0) y Victoriano (0). ?rbitros: Alzuria, Amor¨®s y Galer¨®n. Excluyeron por personales a Struelens (m.39). Lleno. Unos 5.500 espectadores en el Palacio Municipal de Deportes de Le¨®n.
Para lograr tal proeza hay que tener picard¨ªa, sentido de la anticipaci¨®n y ganas, sobre todo ganas. Eso puso en la tarea Mart¨ªn Ferrer, m¨¢ximo culpable de que el Madrid de la primera parte no hiciera trizas al Le¨®n. Pero ocurre que el peor Struelenes, el de ayer por ejemplo, es capaz de conseguir 16 puntos y de capturar ocho rebotes. Y ocurre tambi¨¦n que el peor Struelenes tiene a su lado a Tanoka. As¨ª cualquiera.
Debajo de los dos aros se vivi¨® una batalla en cada jugada. El vencedor de todas fue el Madrid, hasta que apareci¨® Mart¨ªn Ferrer para sustituir el m¨²sculo por la imaginaci¨®n. Porque Harper Williams, que se las sabe todas, no est¨¢ hoy para detener a Beard. Ambos chocaron una, dos, cien veces. Williams puso un pu?ado de puntos y mil protestas. Tanoka, todo lo dem¨¢s, rebotes incluidos.
La andanada inicial del Madrid dio paso al relajamiento de todos los d¨ªas. De ah¨ª a la remontada hay un paso. Galilea, que no sali¨® en el cinco inicial porque para el t¨¦cnico del Le¨®n lo importante, y a la postre lo imposible, era frenar a Herreros, firm¨® varias acciones de lujo, siempre a toda mecha. El Le¨®n tom¨® aire y volvi¨® del descanso resucitado, entero y so?ador, hasta el punto de que lleg¨® a ponerse por delante al inicio de la segunda mitad (35-33).
El Madrid se tambaleaba. Necesitaba que alguien pusiera el punto final a tanto relajamiento, a tanta pesadez de ideas y a tanto tiro fallado. Necesitaba aprovechar que su rival ten¨ªa los cinco sentidos puestos en cerrar el rebote. Necesitaba, en fin, a Herreros.
All¨ª se present¨® ¨¦ste para encestar todo lo que pudo y algo m¨¢s. Andaba Herreros enfadado y afilado. Eso es peligroso. Pe?arroya lo intent¨® como buenamente pudo, pero aqu¨¦l no est¨¢ para perros de presa. Que Fisher acertara desde fuera no result¨® m¨¢s que una an¨¦cdota. El Madrid hab¨ªa jugado con fuego y hab¨ªa salido indemne, como siempre. Y lo hizo gracias a Herreros... como casi siempre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.