La lengua espa?ola en M¨¦xico
Como es sabido, durante muchos a?os, el Gobierno mexicano mantuvo relaciones diplom¨¢ticas con el Gobierno republicano en el exilio, neg¨¢ndose a reconocer al r¨¦gimen franquista de Espa?a.Esta situaci¨®n dio lugar, entre otras rupturas, a que tampoco hubiera relaciones formales entre la Real Academia Espa?ola y su correspondiente, la Academia Mexicana. La dictadura franquista impidi¨® que en Espa?a circularan autores mexicanos de signo democr¨¢tico, incluso al margen tem¨¢tico de sus obras. Igual suerte corrieron no pocos libros de escritores internacionales editados en M¨¦xico.
Don Mart¨ªn Luis Guzm¨¢n, que, como Alfonso Reyes, estuvo exiliado en Madrid, encabezaba en cierta forma este movimiento, paralelo al pol¨ªtico, de ruptura con la docta instituci¨®n de Madrid, esbozada la posibilidad de una independencia de la Academia Mexicana, fundada en el hecho de ser M¨¦xico el pa¨ªs de mayor n¨²mero de hispanohablantes.
El presidente Miguel Alem¨¢n, con esp¨ªritu conciliador, alent¨® la idea de convocar en M¨¦xico a un congreso de academias de habla espa?ola. Ser¨ªa ocasi¨®n adecuada para tal fin el ingreso en la Academia Mexicana de don Jos¨¦ Rub¨¦n Romero, el conocido novelista de La vida in¨²til de Pito P¨¦rez, el 14 de junio de 1950. Excepcionalmente, la ceremonia tuvo como escenario el palacio de Bellas Artes. Al t¨¦rmino de la sesi¨®n acad¨¦mica, don Jos¨¦ Rub¨¦n Romero anunci¨® a sus nuevos compa?eros: "El se?or presidente de la Rep¨²blica me encarga poner a la consideraci¨®n de ustedes esta iniciativa: que la Academia Mexicana de la Lengua promueva la celebraci¨®n de un congreso de academias de habla espa?ola en la ciudad de M¨¦xico". En su discurso, don Jos¨¦ Rub¨¦n Romero puntualiz¨® claramente que la convocatoria se har¨ªa extensiva a todas las academias sin excepci¨®n, "atendiendo s¨®lo a los intereses comunes, a la simpat¨ªa emanada de esa sangre espiritual de las razas que es el lenguaje".
A?os despu¨¦s, al conocer personalmente a don Jos¨¦ Rub¨¦n Romero, le pregunt¨¦ si la iniciativa del congreso fue enteramente personal del presidente Alem¨¢n y me contest¨® que s¨ª, con acento rotundo. Me confidenciar¨ªa, a la vez, que consult¨® el asunto con su buen amigo don Indalecio Prieto, quien, lejos de cuestionar la idea, le dijo que el porvenir de la lengua espa?ola estaba por encima de la dictadura de Franco. (Al interior de la Academia Mexicana parece ser que los ¨²nicos reparos fueron los de don Mart¨ªn Luis Guzm¨¢n, antiguo secretario de don Manuel Aza?a y escritor ilustre, y don Isidro Fabela, el hombre que defendi¨® tenazmente la legalidad de la Rep¨²blica Espa?ola en la Sociedad de las Naciones, representando a M¨¦xico).
El congreso fue prohijado por la Academia Mexicana, cuyo director, don Alejandro Quijano, vol¨® a Madrid, en compa?¨ªa del propio don Jos¨¦ Rub¨¦n Romero y del directivo don Genaro Fern¨¢ndez McGregor, con el fin de establecer oficialmente un acuerdo con la Real Academia Espa?ola. A nombre de ¨¦sta, su secretario perpetuo, don Julio Casares, en funciones de director por enfermedad de don Ram¨®n Men¨¦ndez Pidal, expres¨® con entusiasmo la simpat¨ªa y aprobaci¨®n de la convocatoria y ofreci¨® a los enviados mexicanos un cordial agasajo de adhesi¨®n con la asistencia de la casi totalidad de los miembros de n¨²mero y correspondientes de la Real Academia.
Para iniciar el congreso, en el palacio de Bellas Artes de la ciudad de M¨¦xico, se eligi¨® una fecha simb¨®lica, la del 23 de abril de 1951, conmemorativa del 335? aniversario de la muerte de don Miguel de Cervantes, la cual ser¨ªa proclamada desde entonces D¨ªa del Idioma Espa?ol. Los discursos inaugurales estuvieron a cargo del presidente Miguel Alem¨¢n, del director Alejandro Quijano y del representante colombiano, el padre F¨¦lix Restrepo. Asistieron todas las academias hispanoamericanas, incluidas las de Filipinas y Puerto Rico. En la sesi¨®n de clausura, el 6 de mayo, los discursos fueron de don Jos¨¦ Rub¨¦n Romero y don Jos¨¦ Vasconcelos. Entre los acuerdos tomados figuraron los nombramientos de don Miguel Alem¨¢n Vald¨¦s como presidente honorario de la asociaci¨®n y del director de la Real Academia Espa?ola como presidente efectivo.
As¨ª qued¨® constituida, pr¨¢cticamente, la Asociaci¨®n de Academias de la Lengua Espa?ola, cuya sede ser¨ªa fijada en Madrid, al amparo de la Real Academia Espa?ola. Coincide que ahora, del 15 al 20 de noviembre, M¨¦xico acoger¨¢, en la ciudad de Puebla, al XI Congreso de la Asociaci¨®n, bajo la anfitrion¨ªa de la Academia Mexicana y la presencia de los pa¨ªses hispanoamericanos, encabezados por la Real Academia Espa?ola.
Que el congreso se celebre en el pa¨ªs que dio vida a la Asociaci¨®n de Academias de la Lengua Espa?ola, a un a?o del Congreso Internacional de la Lengua Espa?ola verificado en Zacatecas, subraya de nuevo el significado hist¨®rico de M¨¦xico en el destino com¨²n del idioma espa?ol. Baste citar que su aportaci¨®n al censo de los hispanohablantes representa hoy m¨¢s de la cuarta parte de ellos. Lo que tiene que ver con la influencia de la cultura de habla espa?ola en la vida de M¨¦xico y con la influencia de M¨¦xico en la cultura de habla espa?ola.
Eulalio Ferrer Rodr¨ªguezes comunic¨®logo y escritor.
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