?Por qu¨¦ Bagdad?

Escribo esta columna desde Amm¨¢n, al igual que lo hice el pasado febrero con ocasi¨®n de la primera gran crisis de la posguerra del Golfo. El 14 de noviembre ha sido un d¨ªa especial en Jordania. La poblaci¨®n ha celebrado no s¨®lo el cumplea?os del rey Hussein, como cada a?o, sino adem¨¢s algo muy destacable: la confirmaci¨®n por el propio monarca y los m¨¦dicos que le atienden de que -tras cuatro largos meses de quimioterapia en Estados Unidos y de un imponente esfuerzo de ¨¢nimo personal- est¨¢ curado del c¨¢ncer linf¨¢tico que ha padecido. Grandes fastos est¨¢n preparados estos d¨ªas en el reino y, por a?adidura, los creyentes -que son muchos- han conmemorado ayer lunes el ascenso a los cielos del profeta Mahoma.Sin embargo, algo ha empa?ado las celebraciones. Se ignoraba si cuando el profeta -en las almas de tantos creyentes- estuviera ascendiendo a los cielos de Oriente Pr¨®ximo se cruzar¨ªa con los Stealth y los B-52 norteamericanos destinados a machacar la capital del Tigris y del Eufrates. O si la cohorte angelical que a su vuelta a la tierra le escoltara, tendr¨ªa que v¨¦rselas con un (probablemente inexistente) Scud iraqu¨ª con "cabeza biol¨®gica" interceptado sobre territorio jordano por un Patriot norteamericano (absolutamente real), disparado desde Israel para evitar que alcanzara territorio jud¨ªo.

Hoy, este pa¨ªs no acaba de confiar en que la amenaza de la guerra se haya diluido del todo tras la declaraci¨®n de Bagdad del s¨¢bado 14 aceptando las condiciones de la ONU. En cualquier caso, muchos jordanos -que tan orgullosos se han sentido por la activa participaci¨®n de su soberano en el acuerdo de Wye Plantation- se preguntan qu¨¦ necesidad hay de hacer la guerra. Por qu¨¦ hay que someter a tanta gente a riesgos y agobios innecesarios y, sobre todo, por qu¨¦ hay que provocar m¨¢s muerte y desolaci¨®n al pueblo iraqu¨ª. Tienen bien presente que el acuerdo de paz israelo-palestino est¨¢ encontrando serios obst¨¢culos para su cumplimiento por parte israel¨ª. Que ha sido aprobado a duras penas por el Gabinete Netanyahu, pero que a¨²n necesita la ratificaci¨®n del Parlamento. Han o¨ªdo declarar al ministro austr¨ªaco de Asuntos Exteriores que "el acuerdo no es perfecto", en significativa coincidencia con Aaron Miller, uno de los puntales del Departamento de Estado para Oriente Pr¨®ximo, que acaba de declarar que "el acuerdo de Wye no es perfecto y ser¨¢ dif¨ªcil de desarrollar, pero es un acuerdo".

Si tenemos en cuenta que gran parte de la poblaci¨®n jordana es de origen palestino y que la comunicaci¨®n con los parientes y amigos del oeste del Jord¨¢n es frecuente, no es de extra?ar que muchos est¨¦n persuadidos de que hay una relaci¨®n perversa entre Wye Plantation y un posible ataque norteamericano a Irak. Se estima que si en el inmediato futuro llegara a tener lugar, los palestinos de Cisjordania y Gaza (y probablemente no s¨®lo ellos) se movilizar¨ªan a favor de Bagdad, lo que acarrear¨ªa la confrontaci¨®n con el Gobierno israel¨ª y la congelaci¨®n del acuerdo. Saben que Arafat ha recibido una carta de Clinton en la que dice que har¨¢ todo lo posible para que el pacto se cumpla, pero tambi¨¦n saben que no enviar¨¢ los B-52 contra Israel para obligarle a cumplir.

En dos palabras, todos saben por aqu¨ª que los norteamericanos se sirven de una doble vara de medir, que tienen un doble rasero moral-cultural. Que no hay reciprocidad y simetr¨ªa en el acuerdo y que la inconsistencia de la poblaci¨®n de Washington es meridiana porque exige a los ¨¢rabes que normalicen sus relaciones con Israel sin impedir a ¨¦ste una actitud provocadora y violadora del pacto, cual es la reiterada construcci¨®n de colonias jud¨ªas en tierras palestinas. Por otro lado piensan que con la crisis iraqu¨ª una vez m¨¢s los israel¨ªes est¨¢n consiguiendo desviar la atenci¨®n del tema palestino.

En suma, muchos jordanos y otros ciudadanos de esta parte del planeta opinan que Washington sigue un gui¨®n previamente elaborado que, como poco, incluye la desconsideraci¨®n de las tesis ¨¢rabes y que probablemente tiene como objetivo el debilitamiento de su mundo, si no la partici¨®n de Irak. En todo caso consideran burdo pretexto la convocaci¨®n de una cruzada contra Irak, que no ha lanzado un misil en ocho a?os. Si a la URSS, que ten¨ªa m¨¢s cohetes que Sadam, se la contuvo durante medio siglo sin disparar un solo tiro, ?a qu¨¦ ven¨ªa tanta Operaci¨®n Trueno con Bagdad?