Cocina literaria
"Desde que apareci¨® la pel¨ªcula Como agua para chocolate se ha producido un fen¨®meno muy peculiar por el cual el arte, la literatura y sobre todo el cine, se han servido de la comida como argumento importante". Esta tesis, esgrimida por la fil¨®loga tarraconense Mon-tse Bordes, le ha llevado a crear un taller titulado Cocina, sensaciones y escritura que ha desarrollado en Vitoria durante estos d¨ªas y que busca "extraer las sensaciones y emociones que produce el contacto con los alimentos y expresarlo a trav¨¦s de un texto". Los alumnos se encuentran con condimentos, especias, vinos y otras viandas, y Montse les propone que sugieran e imaginen una situaci¨®n para luego escribir una redacci¨®n o un poema. "Se prueba un vino romano, por ejemplo, y deben imaginarse las instrucciones de su uso; o les ofrezco una especia y tienen que crear una flor a trav¨¦s de ella". "Se trata de un taller de escritura y lo que se busca es una reinvenci¨®n de la realidad a trav¨¦s de la imaginaci¨®n". Bordes cree que se est¨¢ produciendo una paradoja que afecta al papel de la gastronom¨ªa dentro de la sociedad. "Mientras en la vida cotidiana cultivamos menos el gusto, vamos m¨¢s deprisa y le damos menos importancia a la comida como acto comunicativo, en el arte cada vez se le presta mayor atenci¨®n", indica. De esta manera, indaga junto con los asistentes al curso en las sensaciones derivadas de productos b¨¢sicos. "Entendemos que es muy importante acudir a los sabores elementales fuera de la sofisticaci¨®n actual", explica, al tiempo que ensalza las bondades de una col, de las aceitunas aragonesas o de diversos tipos de especias. El apogeo que vive el arte inspirado en los alimentos cuenta tambi¨¦n con ejemplos menos contempor¨¢neos en Flaubert, Italo Calvino o la misma literatura picaresca, entre otras, en las que la comida sirve como referencia "para crear personajes o ambientes", pero reconoce que ha tenido que rebuscar para encontrarlos. Bordes atribuye a su origen el gusto por las comidas que generen est¨ªmulos para el esp¨ªritu. "Procedo de El Montsi¨¤, en la zona sur de Tarragona, una regi¨®n en donde comemos pan con todo, y precisamente ahora buscamos recuperar una alimentaci¨®n muy unida con la tierra y con los sabores b¨¢sicos". Describe la filosof¨ªa del curso a trav¨¦s de la m¨¢xima "dime qu¨¦ te sugiere la comida y te dir¨¦ qui¨¦n eres". Y para ello muestra el paradigma de la literatura oriental centrada en los haik¨²s japoneses. "Son una forma de quintaesencia po¨¦tica que surge de la percepci¨®n que tiene el autor de su entorno natural, referido a flores, insectos, frutos, estaciones o fen¨®menos clim¨¢ticos", explica. Uno de los ejercicios plantea a los asistentes es la elaboraci¨®n de un haik¨² mediante el contacto visual, olfativo, t¨¢ctil o sensitivo con una serie de alimentos. "Todos los sentidos nos sirven para entrar en contacto con la comida", sostiene. Y concluye Bordes: "Al fin y al cabo, gracias a ella nos socializamos y logramos una comunicaci¨®n que el arte capta cada vez de una manera m¨¢s expl¨ªcita".
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