"Catalu?a es una naci¨®n y Espa?a, en cambio, un estado plurinacional"
Antoni Lucchetti (Barcelona, 1940) abandon¨® Iniciativa per Catalunya el a?o pasado despu¨¦s de casi 25 a?os de militancia en el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). Ex concejal en el Ayuntamiento de Barcelona y ex diputado, acaba de ser elegido secretario general del PSUC-Viu en su congreso constituyente, lo que supuso el ¨²ltimo pelda?o formal en la tortuosa constituci¨®n del nuevo referente de Izquierda Unida en Catalu?a, Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), del que es coordinador general. Pregunta. Los nuevos referentes de IU y del PCE han tardado un a?o en constituirse -usted ha hablado incluso de "parto doloroso"- y parecen inmersos en un estado de crisis permanente. Respuesta. Una formaci¨®n tan plural como la que queremos construir tiene forzosamente muchas dificultades. Si a la pluralidad se le a?ade que hay dos fuerzas pol¨ªticas grandes, una salida de la otra hace mucho tiempo, a¨²n se complica m¨¢s. Pero ¨¦sta es precisamente su grandeza y estamos obligados a hacer grandes esfuerzos para superar todo esto. P. ?La presentaci¨®n de Fidel Lora, del PCC, a las primarias para las auton¨®micas es un nuevo elemento de crisis? R. Lo veo con toda normalidad y tranquilidad, no como ninguna crisis. El problema es m¨¢s bien de fondo: decimos que somos un movimiento pol¨ªtico y social, pero estamos en una fase inicial y a¨²n tiene cierta preminencia el car¨¢cter de coalici¨®n, aunque no queramos serlo. Si los partidos que llegan a un acuerdo despu¨¦s tienen dificultades para representar al conjunto de su base pueden surgir problemas: algo que se presenta como unitario no lo es. P. Entre los asuntos que siguen pendientes destaca la articulaci¨®n clara del discurso nacional. ?El fracaso de IU en las elecciones vascas puede afectar vuestro discurso? R. Nosotros hacemos un discurso ligeramente distinto del suyo. Somos una fuerza nacional porque nuestras propuestas se dirigen al pueblo de Catalu?a en su conjunto, pero no somos nacionalistas. No estamos de acuerdo en la sublimaci¨®n de la lucha de clases y del conflicto en el interior de la sociedad para fijar el enemigo principal en el exterior. El principal enemigo de los obreros catalanes es la burgues¨ªa catalana. Nos sentimos m¨¢s cerca de la gente explotada de todo el mundo que de la burgues¨ªa catalana. Estamos a favor del ejercicio del derecho a la autodeterminaci¨®n, pero no es nuestra prioridad. P. ?Anguita tendr¨¢ un papel importante en la campa?a? R. Creemos que deber¨ªa tenerlo. En Catalu?a hay much¨ªsima gente que no sit¨²a su voto en funci¨®n del binomio Espa?a / Catalu?a sino a partir del eje entre derecha e izquierda. Los que se sit¨²an en la izquierda no tienen ning¨²n problema con Anguita. Debe de chocar con el talante de catalanes de derecha, pero no con la gente de izquierdas que sabe analizar sin prejuicios nacionalistas. P. ?Catalu?a es una naci¨®n y Espa?a no? R. Catalu?a es una naci¨®n. Espa?a, un Estado plurinacional. P. Usted ha anunciado que apoyar¨¢ una hipot¨¦tica investidura de Pasqual Maragall. ?No ser¨ªa parad¨®jico abandonar IC para acabar coincidiendo como sost¨¦n parlamentario de Maragall? R. Si nuestros votos son necesarios para que Pujol no sea presidente, votaremos a Maragall en la investidura; y aqu¨ª se habr¨¢ acabado. Ni un solo voto para hacer una pol¨ªtica que no sea la que nosotros defendemos. No obstante, hay m¨¢s posibilidades, por remotas que sean, de que Maragall haga una pol¨ªtica m¨¢s similar a la que nosotros defendemos que Pujol. P. Usted no ha disimulado su simpat¨ªa por el modelo que en Italia aplic¨® Fausto Bertinotti, que trat¨® de condicionar al Gobierno desde el Parlamento. Pero esta estrategia supuso la ca¨ªda del Gobierno del Olivo y la ruptura de su propio partido. R. S¨ª, nos gusta el modelo que en Italia trat¨® de aplicar Bertinotti. Pero la situaci¨®n italiana es muy distinta y compleja, hay otros elementos... Creo que, finalmente, la posici¨®n de Refundaci¨®n Comunista ha sido la acertada. En la vida hay que tener unos m¨ªnimos infranqueables para no perder la ¨¦tica y todo. No son m¨ªnimos inmutables, pero debe saberse en cada momento cu¨¢les son. L¨®gicamente, existe un riesgo, pero Refundaci¨®n puso unas condiciones que el Olivo acept¨®, pero finalmente no cumpli¨®. Si vuelves a ceder, esta claudicaci¨®n no tiene l¨ªmite y es lo que le ha pasado a gran parte de la izquierda: ha bajado el list¨®n a l¨ªmites que ya no son de izquierda sino que son de centro o incluso, a veces, de derecha. Ya s¨¦ que no se puede hacer una pol¨ªtica de principios, pero tampoco puede hacerse sin principios. P. ?Sigue pensando que Iniciativa desaparecer¨¢? R. Creo que no tiene espacio pol¨ªtico si nosotros nos consolidamos, y todo apunta que as¨ª ser¨¢. IC lo tendr¨¢ m¨¢s dif¨ªcil porque ha dado demasiados signos de que deseaba ir con el PSC, con Maragall al frente, y en asuntos importantes ha tenido posturas suaves y acr¨ªticas. Pero no le deseo ning¨²n mal; ojal¨¢ siga muchos a?os. P. Dejando a un lado las personas, el PSUC-Viu representa la escisi¨®n leninista del PSUC? R. Creo que no y lo de leninista ya fue un poco forzado en 1981. Con nosotros hay gente que entonces estaba con los eurocomunistas, con los leninistas y con los prosovi¨¦ticos. Aspiramos a seguir la tradici¨®n del PSUC y sentirnos parte de la herencia hist¨®rica del comunismo, que ha fracasado en los pa¨ªses del Este, pero no como ideal; y aportar a la lucha transformadora el hilo rojo, la reflexi¨®n del marxismo cr¨ªtico. P. ?En el PSUC-Viu pesa m¨¢s Gramsci que Lenin? R. En general, en Europa ha pesado mucho la visi¨®n de los pensadores no bolcheviques. Una de las personas que hizo una cr¨ªtica muy acertada a algunas desviaciones que ya se notaron en la primera ¨¦poca de la revoluci¨®n sovi¨¦tica fue Rosa Luxemburgo, a la que conviene volver a leer hoy. No s¨¦ si se puede enfrentar a Gramsci con Lenin. Formamos parte de toda esta cultura y de ella tenemos que aprender las mejores cosas.Debemos pensar en un comunismo de fin de siglo, que aborde los problemas de hoy, sin recorrer a f¨®rmulas del pasado P. La herencia del PSUC se la reparten formaciones que siguen dirigidas por gente que vivi¨® la crisis fraticida de 1981: Mari¨¤ Pera (PCC), usted (PSUC-Viu) y Rafael Rib¨® (IC). ?Es posible impulsar el espacio de la izquierda alternativa con la misma gente que protagoniz¨® aquella crisis? R. El a?o 1981 queda muy lejos. Aqu¨¦lla fue una crisis prosovi¨¦tica, pero hoy no creo que haya muchos prosovi¨¦ticos. Las cosas est¨¢n planteadas en otros t¨¦rminos, hay demasiados personalismos y deben romperse estas rutinas. La izquierda transformadora debe tener una concepci¨®n m¨¢s generosa. Somos demasiado prisioneros de din¨¢micas antiguas.
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