Rusia aprovecha el ¨¦xito del lanzamiento de la Estaci¨®n Espacial para resucitar su "orgullo"
El primer m¨®dulo de la futura 'ciudad c¨®smica' internacional ya est¨¢ en ¨®rbita
La guerra fr¨ªa, enterrada en los ochenta por la perestroika de Mija¨ªl Gorbachov, tuvo ayer un espectacular ep¨ªlogo con el lanzamiento desde Baikonur, en la Rep¨²blica de Kazajst¨¢n, del m¨®dulo Zari¨¢ (Amanecer, en ruso), primer elemento de la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS). Esta ciudad c¨®smica, cuya compleja construcci¨®n costar¨¢ nueve billones de pesetas, estar¨¢ lista para el 2004 y es un monumento a la cooperaci¨®n entre las dos antiguas y enemigas superpotencias nucleares: Rusia y EE UU. El presidente Yeltsin aprovech¨® el lanzamiento para resucitar el "orgullo" de un pa¨ªs hundido.
El proyecto prueba que, pese a la pavorosa crisis econ¨®mica que sufre, Rusia a¨²n no ha tirado la toalla en la carrera espacial. El presidente Bor¨ªs Yeltsin envi¨® poco despu¨¦s del lanzamiento un telegrama al director de la Agencia Espacial Rusa, Yuri Koptev, en el que felicitaba a investigadores, ingenieros y otros trabajadores de la industria c¨®smica y de cohetes de su pa¨ªs, que "ha vuelto a demostrar su tremendo potencial".Adem¨¢s, hizo patente su "orgullo" por que "haya sido Rusia, que comenz¨® la era espacial, el pa¨ªs que ha lanzado el primer elemento de la ISS".
La realidad no parece justificar tanta euforia, ya que est¨¢ claro que es EE UU, principal contribuyente financiero, quien lleva la voz cantante en el proyecto. Rusia s¨®lo puede cumplir sus compromisos, a veces con desesperante lentitud, gracias a las continuas inyecciones de dinero. Los rusos, por ejemplo, han fabricado el Zari¨¢, pero ha sido la NASA la que ha pagado la factura, de m¨¢s de 30.000 millones de pesetas. Por cuenta de Mosc¨² ha corrido, no obstante, el lanzamiento y la puesta en ¨®rbita.
El ministro ruso de Defensa, ?gor Sergu¨¦yev, destac¨® por su parte desde Baikonur que el lanzamiento es "una piedra angular para la futura investigaci¨®n espacial" y que los expertos militares han tenido un papel esencial en que se efect¨²e con ¨¦xito. A?adi¨® que "no s¨®lo es importante cient¨ªficamente, sino tambi¨¦n pol¨ªticamente", ya que la ISS "se basa en la cooperaci¨®n internacional". Canad¨¢, Jap¨®n, Brasil y 10 pa¨ªses de la Agencia Europea del Espacio (entre ellos Espa?a) est¨¢n asociados igualmente a la m¨¢s espectacular, ambiciosa y pol¨¦mica aventura espacial de la historia.
A las 7.40 de ayer (hora peninsular espa?ola), exactamente a la hora prevista, el m¨®dulo Zari¨¢ (un cilindro de aluminio de 12,5 metros de largo, 4,1 de ancho y 19.300 kilos) inici¨® su viaje hacia el espacio propulsado por un gigantesco cohete ruso Prot¨®n K. Los expertos rusos no ocultaban que tocaron madera hasta que el m¨®dulo se separ¨® del lanzador y, ya por sus propios medios, se situ¨® en una ¨®rbita el¨ªptica con apogeo de 371 kil¨®metros y perigeo de 179 en relaci¨®n a la Tierra. Sus antenas y paneles solares se desplegaron y se efectu¨® una sesi¨®n de comunicaci¨®n con los equipos de seguimiento. Desde entonces, ha dado un buen pu?ado de vueltas al planeta azul.
El Zari¨¢, capaz de almacenar unos 6.000 kilos de combustible, proporcionar¨¢ energ¨ªa a otros segmentos de la ISS que se ir¨¢n acoplando de acuerdo con un calendario que la situaci¨®n econ¨®mica rusa y el riesgo de accidentes impiden considerar como definitivo. El Nodo1 ser¨¢ ajustado a una de las conexiones del Zari¨¢ entre el 5 y el 6 de diciembre por los primeros astronautas montadores de la estaci¨®n, la tripulaci¨®n de la NASA comandada por Robert Cabana a bordo del transbordador espacial estadounidense Endeavour. El paseo de trabajo c¨®smico de los astronautas de esa misi¨®n ser¨¢ el primero de los al menos 43, con m¨¢s de 1.000 horas de duraci¨®n total, que se desarrollar¨¢n de aqu¨ª al a?o 2004 o 2005.
Nuevo retraso
Una vez cumplida su misi¨®n inicial, el Zari¨¢ se convertir¨¢ en una especie de corredor hacia el laboratorio espacial estadounidense, pero antes tendr¨¢ que acoplarse el m¨®dulo de servicio, cuya fabricaci¨®n corre a cargo de Rusia. La operaci¨®n estaba prevista para julio o agosto de 1999, con a?o y medio de retraso a causa de los problemas financieros rusos. Sin embargo, Michael House, un alto directivo t¨¦cnico de la NASA, asegur¨® ayer que el lanzamiento se retrasar¨¢ probablemente cuatro meses. Seg¨²n House, entrevistado por la agencia Bloomberg, eso no tendr¨¢ consecuencias negativas para la ISS, pero s¨ª "suscitar¨¢ nuevas dudas de que Rusia, que supuestamente es un miembro pleno del proyecto, est¨¦ en condiciones de efectuar sus entregas a tiempo".Lo que parece dif¨ªcil es que si se produce ese retraso, todav¨ªa sin confirmarse oficialmente, no repercuta en el calendario global. Aunque el gigantesco mecano de la ISS no estar¨¢ totalmente montado hasta el a?o 2004 o 2005, comenzar¨¢ a habitarse mucho antes. Dos astronautas rusos (Yuri Gidzenko y Sergu¨¦i Krikaliov) y uno norteamericano (William Shepherd) ser¨¢n los primeros inquilinos. Se calcula que su llegada a la estaci¨®n, donde deber¨¢n pasar cinco meses, se producir¨¢ a finales de 1999 o comienzos del 2000.
El director de la NASA, Daniel Goldin, no quiso aguar la fiesta a sus anfitriones y declar¨® en Baikonur que, con este lanzamiento, "Rusia ha demostrado ampliamente su potencial". Y a?adi¨®: "Se ha disparado una nueva estrella cuya luz ser¨¢ cada vez m¨¢s brillante. Numerosas misiones pondr¨¢n en ¨®rbita nuevos elementos de la estaci¨®n. Se efectuar¨¢n 1.729 horas de paseos espaciales y se tendr¨¢n que resolver infinitos problemas, algo imposible de conseguir sin el esfuerzo conjunto de varios pa¨ªses". Pero, al menos ayer, el minuto de gloria de esa misi¨®n colectiva fue para Rusia.
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