Serratosa niega la versi¨®n de Roman¨ª sobre el pago de comisiones al paname?o Cede?o
Emilio Serratosa declar¨® ayer que no hubo ning¨²n pacto con Arturo Roman¨ª, en nombre de Banesto, para pagar una comisi¨®n de 1.500 millones de pesetas al paname?o Jaime Domingo Cede?o y que, por tanto, no hubo habilitaci¨®n de fondos para tal fin, versi¨®n de los dos acusados en la presunta estafa de la Operaci¨®n Cementeras, Arturo Roman¨ª y Mario Conde. Ayer el testigo Salvador Salort declar¨® que fue Roman¨ª quien le orden¨® que la sociedad Portland Iberia adquiriese a un precio preestablecido dos sociedades hormigoneras y un 10% de Isolux.
Emilio Serratosa reiter¨® por tercera vez, despu¨¦s de su dos declaraciones en la instrucci¨®n del caso Banesto, que no hubo ning¨²n pacto entre ¨¦l, por la familia Serratosa, en nombre del grupo Valenciana de Cementos, y Roman¨ª, en nombre de Banesto, para pagar una comisi¨®n de 1.500 millones de pesetas por intermediaci¨®n en el acuerdo de divisi¨®n del grupo cementero alcanzado en 1990.Seg¨²n Roman¨ª, y Mario Conde, los dos acusados por la llamada Operaci¨®n Cementeras, los fondos para pagar esos 1.500 millones fueron generados a trav¨¦s de la compraventa de cuatro sociedades hormigoneras. Dos -Ariforsa y Prebetong Este- fueron vendidas por los Serratosa a una instrumental de Banesto por 57 millones de pesetas y recompradas el mismo d¨ªa por 385 millones. Las otras dos, seg¨²n la versi¨®n de los acusados, fueron vendidas por un precio inferior a su valor real. En la compraventa de estas dos ¨²ltimas, Hormifasa y Prebetong Arag¨®n, intervinieron sociedades vinculadas a Roman¨ª y a Conde (Data Transmission Systems y Gay Cordon), que compraron a 176 millones y revendieron a Portland Iberia, del grupo Banesto, por 1.403 millones.
Serratosa estuvo compacto, como un muro de hormig¨®n armado, ante la mayor parte de las preguntas de la defensa de Mario Conde. Seg¨²n dijo, no recordaba las razones ni las circunstancias de la venta de las dos hormigoneras -Ariforsa y Prebetong Este- que fueron recompradas el mismo d¨ªa por su grupo. Dijo que no pod¨ªa hablar del asunto simplemente porque no lo recordaba. "Lo que insin¨²a", le dijo a Juan S¨¢nchez-Calero, que reiteradas veces le habl¨® de una comisi¨®n, "no es as¨ª, no hubo nunca ning¨²n pacto. Yo no conozco al se?or Cede?o; nunca nadie me habl¨® de ¨¦l ni de pagar una comisi¨®n. Luego supe de Cede?o por la prensa".
Despacho particular
Serratosa explic¨® que, en efecto, hab¨ªa negociado con Roman¨ª, en el despacho particular de ¨¦ste, el pacto para dividir el grupo cementero despu¨¦s de una tensi¨®n que defini¨® como "desagradable". El letrado de Conde le pregunt¨® por qu¨¦ se hab¨ªa negociado en el despacho de Roman¨ª, esto es, dijo, en "un lugar discreto", llevando al testigo a la l¨®gica de una operaci¨®n de chantaje en regla, impulsada a finales de 1989 por Banesto.Una de las armas fue una querella criminal elaborada por Mariano G¨®mez de Lia?o, que fue presentada por directivos como Salvador Salort, entonces consejero delegado de Portland Iberia, contra directivos de empresas del grupo Valenciana de Cementos por generaci¨®n de dinero negro. Serratosa rest¨® importancia a la querella. "Estas cosas suelen ocurrir a diario. Te ponen querellas, pero lo importante es saber en qu¨¦ quedan. En este caso, en nada", dijo. S¨¢nchez Calero le hizo ver que precisamente Banesto desisti¨® de la querella como parte del acuerdo de divisi¨®n del grupo cementero. Pero Serratosa no entr¨® en el juego. La mayor parte de sus respuestas fueron: "No recuerdo".
Despu¨¦s de Serratosa declar¨® Salvador Salort, testigo propuesto por la defensa de Arturo Roman¨ª. A preguntas del letrado de Roman¨ª, Salort explic¨® que fue Roman¨ª quien le dio instrucciones de comprar, a trav¨¦s de Portland Iberia, paquetes accionariales en Hormifasa y Prebetong Arag¨®n, en 1990. El precio -1.403 millones por los dos paquetes, del 30% cada uno-, seg¨²n dijo, era muy alto, ya que en aquel momento el mercado se hab¨ªa disparado por la entrada de sociedades multinacionales.
Necesidad de comprar
"La necesidad de comprar me la transmiti¨® Roman¨ª, as¨ª como el precio a pagar", dijo Salort. El letrado de Roman¨ª le pregunt¨® si hab¨ªa sido "presionado" por ¨¦ste para hacer la operaci¨®n. Salort dijo que "si se entiende por presi¨®n que me lo dijera Roman¨ª, pues s¨ª".Como Salort insisti¨® en que el precio era muy elevado, el letrado termin¨® casi implor¨¢ndole: "Era un precio alto, ?pero era una operaci¨®n buena para Portland Iberia?". Salort respondi¨® que s¨ª, que era una buena operaci¨®n.
El testigo fue preguntado tambi¨¦n por la compra de un 10% de Isolux Wat por 1.100 millones de pesetas, en enero de 1992, al grupo Euman Valyser, dirigido por Eugenio Mart¨ªnez Jim¨¦nez, acusado de ser presunto testaferro de Conde. "Fue Roman¨ª quien me dijo que hab¨ªa que comprar el 10% de Isolux Wat. Tambi¨¦n nos dio el precio de la operaci¨®n. Luego la aprobamos por unanimidad en el consejo de Portland Iberia", dijo Salort.
La declaraci¨®n de Salort, un hombre que conoci¨® a Mario Conde en Antibi¨®ticos, supone una versi¨®n diferente a la que dio Arturo Roman¨ª en el juicio oral. Seg¨²n ¨¦ste, "sobre todo, la que m¨¢s inter¨¦s ten¨ªa en participar con un 10% en Isolux era Portland Iberia". Roman¨ª tambi¨¦n dijo que la compra del 10% fue decidida por los consejeros de Portland Iberia, "ninguno de los cuales fue sometido a ning¨²n tipo de conversaci¨®n". Al ser preguntado por el fiscal en este punto, a saber, si la iniciativa de comprar el 10% fue de la Corporaci¨®n Industrial,Roman¨ª dijo: "En absoluto, nunca hubo ninguna orden".
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