Amigos y disc¨ªpulos de Zubiri reivindican su gigantesca talla intelectual en su centenario
Un homenaje recuerda al fil¨®sofo vasco como un "sentidor" aut¨¦ntico, moderno y original
Escritor conciso y preciso, se acerc¨® a todos los grandes temas filos¨®ficos desde una potencia mental extraordinaria. Maestro de Jos¨¦ Luis Aranguren y Pedro La¨ªn, que lo define como " un intelectual original y moderno", fue adem¨¢s un hombre independiente, solitario, casi un anacoreta. Fil¨®sofo heideggeriano, no cay¨® en errores pol¨ªticos, y orient¨®, inspir¨® y abri¨® caminos. Prefer¨ªa la experiencia a los conceptos, amaba la sensibilidad y el sentimiento, la ciencia y la realidad. As¨ª dibujaron ayer a Xavier Zubiri (1898-1983) sus amigos y disc¨ªpulos, en un homenaje en honor de su centenario.
El homenaje se celebr¨® en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde poco antes se reuni¨® tambi¨¦n el Patronato de la Fundaci¨®n Xavier Zubiri, que desde 1989 se encarga de difundir la obra y la figura del pensador. Al acto acudieron numerosos amigos, colegas y disc¨ªpulos del autor de Espacio. Tiempo. Materia, con Jos¨¦ Llad¨® (presidente de la fundaci¨®n), Pedro La¨ªn Entralgo (vicepresidente), Diego Gracia (director), Leopoldo Calvo Sotelo y los estudiosos Rodrigo Ur¨ªa y Olegario Gonz¨¢lez a la cabeza.Nacido el 4 de diciembre de 1898 en San Sebasti¨¢n, Zubiri fue la m¨¢xima figura filos¨®fica de la generaci¨®n del 27 y el gran sucesor de Unamuno y Ortega en la cima del pensamiento espa?ol del siglo XX. Disc¨ªpulo de ambos y seguidor apasionado de Heidegger y Husserl (fue alumno de ambos en Alemania), el inquieto intelectual vasco supo, seg¨²n dijo Diego Gracia, "superar a sus maestros en cuanto a potencia mental y metaf¨ªsica, y no caer en los errores pol¨ªticos ingenuos que algunos de ellos cometieron".
"Su legado es impresionante: un sistema filos¨®fico completo, original y abierto al futuro", explic¨® Pedro La¨ªn. "Apenas hay un tema filos¨®fico central en el que Zubiri no haya dicho algo importante, para ser tenido en cuenta por los futuros fil¨®sofos. Su sistema sirve para ver con mucha m¨¢s claridad las cuestiones esenciales del hombre. Del hombre de hoy y tambi¨¦n del que viva en el siglo XXI".
Y lo m¨¢s curioso, a 100 a?os vista del nacimiento, es que a¨²n no se conoce su obra entera. El autor de la trilog¨ªa Inteligencia sentiente, indiscutible obra maestra que muchos comparan en importancia con la Cr¨ªtica de la raz¨®n pura de Kant pues inaugur¨® la era poscr¨ªtica de la filosof¨ªa occidental, fue un escritor muy tard¨ªo. El primer libro estrictamente zubiriano es Sobre la esencia, que data de 1962. Despu¨¦s, s¨®lo public¨® cinco obras m¨¢s en vida. Pero escribi¨® unos 20 vol¨²menes en total, y hoy quedan a¨²n cinco por desvelar. Alianza, que ha publicado ya catorce, tiene El hombre y la verdad en imprenta.
El congreso que se celebrar¨¢ en julio dar¨¢ nuevas pruebas de que su influencia ha traspasado fronteras. "Zubiri fue un intelectual de un conocimiento, un rigor, una amplitud de miras y un talante muy poco frecuentes", dice Gracia. "Su capacidad para tocar todos los grandes temas (el ser, la realidad, la verdad, Dios, el inteligir...); su inter¨¦s por hacer filosof¨ªa contando con la ciencia (fue amigo de Einstein); su manera profundamente humana, basada en la prioridad de la experiencia, de tratar el problema de las religiones, y su coraje para pensar y sentir sin dejarse influir por la persecuci¨®n pol¨ªtica fueron impresionantes. Aunque era mejor pensador que escritor, su legado es enorme".
La¨ªn y Gracia coincidieron en se?alar que el est¨ªmulo y orientaci¨®n de Zubiri llega a campos como la neuropsicolog¨ªa, la cosmolog¨ªa, la f¨ªsica o la ¨¦tica, un asunto del que se ocup¨® poco pero en el que inspir¨® mucho, seg¨²n Gracia: "A Aranguren en los 50, a la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n en los 60, a la bio¨¦tica en los 90...". Incluso los poetas lo entendieron: Jos¨¦ Bergam¨ªn (que fund¨® con ¨¦l la revista Cruz y Raya) dijo que Zubiri era el ¨²nico fil¨®sofo capaz de hacer "poes¨ªa pura con la filosof¨ªa". Y, as¨ª y todo, nunca dej¨® de ser controvertido. Catedr¨¢tico a los 29 a?os, Zubiri se cas¨® con la hija de Am¨¦rico Castro, embajador republicano en Berl¨ªn. Fue expulsado de la Universidad a los 44 a?os. Su personal¨ªsima forma de afrontar el oficio de fil¨®sofo (retirado del mundo, alejado de los cen¨¢culos y el poder) y su pasi¨®n por la metaf¨ªsica pura fueron vistas como s¨ªntomas de frialdad, socratismo anacr¨®nico o retraimiento. "Muchos no entend¨ªan que intentara hacer filosof¨ªa m¨¢s all¨¢ de nostalgias y neos, sin caer en el realismo ingenuo ni en el idealismo moderno", dijo Gracia. La¨ªn se limit¨® a definirlo con tres sustantivos demoledores: "Autenticidad, integridad y precisi¨®n".
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