El Gobierno "a¨ªsla" al juez y a la Audiencia
El ministro chileno de Exteriores se lleva a su pa¨ªs la solidaridad de las autoridades espa?olas
Jos¨¦ Miguel Insulza, el canciller chileno, se abroch¨® el abrigo espigado estilo ingl¨¦s, cogi¨® el sombrero hongo color gris y se lo calz¨® antes de subir al coche del embajador de Chile en Madrid y partir, hacia las doce y media de la ma?ana de ayer, a su apretado programa de entrevistas. El ministro ten¨ªa previsto visitar, entre otros, a su colega Abel Matutes, al vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, Luis L¨®pez Guerra, en sustituci¨®n de Javier Delgado, internado para ser operado, y m¨¢s tarde visitar a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en La Moncloa. La tarde del lunes visit¨® a Eduardo Serra, ministro de Defensa. "Me agradeci¨® que no habl¨¢semos de la compra de submarinos. No es mi tema". Insulza admiti¨®, ante un grupo de periodistas, en la residencia del embajador chileno, que hablaron de Pinochet y de la posici¨®n del Gobierno de Chile en esta crisis.Si en Londres Insulza atac¨® la "politizaci¨®n" del proceso judicial que impulsa el juez Baltasar Garz¨®n y la justicia espa?ola, con el planteamiento de que no habr¨¢ un juicio justo en Espa?a, en Madrid busc¨® otro objetivo. La idea era retornar a Santiago con un triunfo entre las manos: esta historia de Pinochet es cosa de un juez, es una pasi¨®n que no comparten ni el Gobierno ni otras instituciones del Estado. En otros t¨¦rminos, se trataba de arraigar la idea de un juez y una Audiencia Nacional aparentemente aislados.
El canciller fue dirigente del MAPU en los a?os setenta, una escisi¨®n de la Democracia Cristiana. Con el golpe de 1973, march¨® al exilio y luego retorn¨® a su pa¨ªs, afili¨¢ndose al Partido Socialista. Su conducta en relaci¨®n al caso Pinochet, a favor de la inmunidad, le llev¨® a un fuerte enfrentamiento con Camilo Escalona Medina, secretario general de los socialistas, el pasado 9 de noviembre en el comit¨¦ central del partido, quien le pidi¨® que abandonara sus funciones.
"El canciller", escribi¨® Escalona, "se?ala que dejar sus funciones ser¨ªa muy negativo para la afirmaci¨®n de la capacidad de gobierno de los socialistas. De lo que se trata no es de gobernar a cualquier costo. No podemos llegar al extremo de que una mal entendida raz¨®n de Estado nos transforme en una especie de capataces de cuello y corbata de intereses ajenos".
La actitud del Gobierno de Aznar ha sido h¨¢bilmente explotada por Insulza. En Londres, ante un Gobierno laborista, el canciller vendi¨® la promesa de que si regresa a casa, Pinochet podr¨ªa ser juzgado. En Espa?a eso no fue ni siquiera necesario. Porque tanto Aznar como Matutes le han tratado casi pidiendo perd¨®n por las molestias creadas. Con todo, la guinda la puso el vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, Luis L¨®pez Guerra, quien tambi¨¦n le ha recibido. En ciertos c¨ªrculos jur¨ªdicos este encuentro no se termina de comprender, habida cuenta de la actitud del ministro del Interior brit¨¢nico, Jack Straw, quien no ha recibido a ninguna de las partes en liza. En el caso espa?ol, nada que objetar a la presentaci¨®n de un escrito. Pero una visita es otra cosa.
Insulza, en su amable reuni¨®n con periodistas, dijo ayer que el juez Juan Guzm¨¢n estudia, en Santiago de Chile, 14 denuncias contra Pinochet. "Ser¨¢ el juez quien lo declare reo [imputado o acusado] cuando lo estime conveniente. Y en ese caso, si as¨ª lo decide, y si la situaci¨®n actual de Pinochet no se resuelve, tendr¨¢ que plantear la extradici¨®n", explic¨® el canciller. "En ese caso seguramente tendr¨ªa prioridad esa petici¨®n ante las dem¨¢s", dijo.
Sin embargo, el canciller admite que no pocos obst¨¢culos para llegar a esa situaci¨®n deber¨ªan superarse. Un problema es la justicia militar, que reclamar¨ªa su jurisdicci¨®n; otro, la ley de amnist¨ªa de 1978. Por ¨²ltimo, conseguir la autorizaci¨®n del Tribunal de Apelaciones para juzgarle, ya que Pinochet, como senador, es aforado.
El canciller regres¨® anoche a casa colmado por la exhibici¨®n de tanta solidaridad gubernamental espa?ola.
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