Amistades peligrosas en la Mafia
El FBI investig¨® durante varias d¨¦cadas las relaciones de Frank Sinatra con el crimen organizado
Hasta su muerte, el pasado mayo, a la edad de 82 a?os, Frank Sinatra neg¨® con vehemencia haber tenido con la Mafia otros contactos que los meramente casuales de haberse tomado alguna que otra vez unas copas con algunos de sus capos. Dec¨ªa que no era su culpa si a los mafiosos les gustaban sus canciones y pasaban a saludarle y fotografiarse con ¨¦l al final de sus espect¨¢culos. Nadie se crey¨® esos desmentidos; pero, bueno, qu¨¦ diablos, Sinatra era La Voz y Estados Unidos y el mundo vibraban o se enternec¨ªan con New York, New York, My way o Strangers in the night.El que menos se lo crey¨® fue el FBI de Edgar Hoover. Seg¨²n las 1.275 p¨¢ginas de documentos secretos del servicio de espionaje interior norteamericano desclasificadas ayer, el FBI sab¨ªa que Sinatra era todo un embajador de la Mafia en el mundo de Hollywood y los casinos de Las Vegas. Uno de esos documentos, fechado en 1971, vincula incluso a Sinatra con una conspiraci¨®n con Aniello Dellacroce, Carlo Gambino, Giuseeppo Joe Gallo y otras figuras del crimen organizado. Su objetivo era extorsionarle 100.000 d¨®lares a un jugador de Bolsa llamado Ronald Alpert.
El FBI de Hoover, que investigaba a todo el mundo, incluidos presidentes, comenz¨® a interesarse por el cantante en 1943. En aquel caso intent¨® averiguar si era cierto que Sinatra hab¨ªa pagado 40.000 d¨®lares a un m¨¦dico para que le declarara in¨²til para el servicio en el Ej¨¦rcito de Estados Unidos, implicado entonces en la II Guerra Mundial. Aquello acab¨® en nada, pero el FBI ya nunca dej¨® de interesarse por La Voz.
Le investig¨® en 1955 como presunto militante del partido comunista, lo que, como cab¨ªa esperar, se revel¨® m¨¢s falso que el beso de Judas. Y tambi¨¦n como v¨ªctima de amenazas e intentos de chantaje. En 1969, alguien advirti¨® a La Voz que morir¨ªa pronto si no donaba dos millones de d¨®lares al Vaticano. El autor de esa amenaza no fue juzgado jam¨¢s, pero s¨ª internado en un manicomio. Las fichas del FBI hechas p¨²blicas ayer en Washington contienen un tutti frutti de chismorreo, acusaciones, teor¨ªas conspirativas y hechos probados.
Pero Sinatra, que a petici¨®n propia dio un vistazo a estas fichas en 1980, tuvo relaciones con la Mafia que fueron m¨¢s all¨¢ de los saludos, las copas y las fotos al final de sus espect¨¢culos. El FBI precis¨® ayer que los documentos desclasificados no incluyen las transcripciones de las conversaciones que grab¨® entre el cantante y jefes del crimen organizado. Esas conversaciones, dijo un portavoz del FBI, est¨¢n en los archivos relativos a los capos, y no en el dedicado al cantante. Pero el material difundido ya resulta consistente.
"El FBI y el Servicio Secreto [el organismo encargado de la seguridad de la Casa Blanca] estaban particularmente inquietos por el hecho de que La Voz simultaneara su amistad con figuras de la Cosa Nostra y presidentes de EE UU", declar¨® ayer Oliver Buck Revel, un alto oficial del FBI hoy retirado. Uno de esos presidentes, el m¨¢s pr¨®ximo a Sinatra, fue John F. Kennedy, que durante un tiempo comparti¨® amante con el capo Sam Giancana. Sinatra ten¨ªa como compa?eros de juergas y partidos de golf a personajes como el propio Sam Giancana y tambi¨¦n Charles Lucky Luciano y Joseph Fischetti, un sobrino de Al Capone. Y varias veces tuvo que prestar declaraci¨®n sobre esas amistades peligrosas ante grandes jurados que investigaban el crimen organizado. Siempre neg¨® que fueran m¨¢s all¨¢ de meras relaciones sociales y, a tenor de los documentos hechos p¨²blicos ayer, el FBI, pese a sus firmes sospechas, jam¨¢s pudo probar lo contrario.
El mundo tuvo por primera vez noticia del lado oscuro del cantante con voz de plata en 1946, cuando vol¨® a La Habana para participar en la cumbre de la Mafia que se celebr¨® en torno a la figura de Luciano, deportado de EE UU. Sinatra dijo que s¨®lo hab¨ªa ido a cantar, pero la prensa lleg¨® a publicar que le hab¨ªa entregado a Luciano una maleta con dos millones de d¨®lares en met¨¢lico. En cualquier caso, Sinatra se fue a la tumba insistiendo en su tesis. "Cualquier informaci¨®n de que yo he confraternizado con asesinos y chantajistas es una mentira", declar¨® en los a?os sesenta. "Yo he sido educado para estrechar la mano de un hombre cuando me lo presentan sin investigar antes su pasado".
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