El "bot¨ªn" del IRPF acaba en fiasco

Ten¨ªa que ocurrir y ha ocurrido. Las grandes envidias y odios desatados por la cesi¨®n del 30% del Impuesto sobre la Renta (IRPF) a las autonom¨ªas han acabado en un gran camelo. El IRPF ya no es lo que era.La ca¨ªda de la recaudaci¨®n est¨¢ pulverizando todos los argumentos que con tanta pasi¨®n se han esgrimido. Ninguna regi¨®n se har¨¢ rica con el IRPF. Ninguna perder¨¢ fuerza por no tenerlo.

Hace apenas dos a?os el pa¨ªs se enzarz¨® en una gran batalla por ver qui¨¦n se llevaba lo que parec¨ªa el gran del bot¨ªn del IRPF. El acuerdo entre el Partido Popular (PP) y Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) por el que se aumentaba del 15% al 30% la cesi¨®n de un impuesto tan pol¨ªtico y emblem¨¢tico como el Impuesto sobre la Renta desat¨® una absurda y agria pelea entre las regiones.

El presidente de la Generalitat de Catalu?a, Jordi Pujol, vendi¨® a su electorado el pacto con el Gobierno central como un ¨¦xito de su capacidad negociadora, que proporcionar¨ªa a Catalu?a unos 400.000 millones de pesetas m¨¢s durante toda la legislatura. Vendi¨® la piel de un oso que a¨²n no hab¨ªa cazado. Los alardes a bombo y platillo de Pujol causaron alarma, aunque sin ning¨²n fundamento econ¨®mico, entre las regiones m¨¢s desfavorecidas, como Andaluc¨ªa, Extremadura y Castilla-La Mancha.

Pero los resultados no han podido ser m¨¢s humillantes. En los siete primeros meses de este a?o la recaudaci¨®n por el impuesto sobre la renta (IRPF) ha ca¨ªdo un 5,8% en Catalu?a, mientras que en el conjunto de las comunidades ha registrado un ligero aumento del 0,6%.

Pero la decepci¨®n ya se hab¨ªa producido con los datos de 1997. En los Presupuestos de la Generalitat se hizo una previsi¨®n de ingresos de 402.000 millones por IRPF, pero hubo que rebajar la estimaci¨®n de recaudaci¨®n hasta 351.000 millones.

Un pron¨®stico acertado

La primera advertencia la lanz¨® el senador socialista Llu¨ªs Armet, pocos meses despu¨¦s de sellarse el pacto. Armet se?al¨® que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar fue m¨¢s astuto que Jordi Pujol al aceptar un pacto sobre la evoluci¨®n de un impuesto como el IRPF, que el Partido Popular ya hab¨ªa advertido que quer¨ªa desactivar.Despu¨¦s apareci¨® el informe de la Fundaci¨®n Pi i Sunyer que desvel¨® que durante los ¨²ltimos ejercicios las regiones m¨¢s pobres eran las que hab¨ªan registrado un mayor crecimiento econ¨®mico y, por tanto, tambi¨¦n un mayor crecimiento de la recaudaci¨®n por este tributo.

Recientemente, el consejero de Econom¨ªa de la Generalitat, Artur Mas, ha reconocido en un art¨ªculo publicado en Nota de Econom¨ªa el probable descenso de la recaudaci¨®n por renta. Artur Mas escrib¨ªa: "A pesar de que la reforma del IRPF puede reducir su potencial recaudador, el impacto sobre la financiaci¨®n de la Generalitat ser¨¢ mucho menor, principalmente por dos motivos: en primer lugar, porque la reducci¨®n del tipo de gravamen s¨®lo afecta a la parte estatal del impuesto y, en segundo lugar, porque el Gobierno de la Generalitat ha logrado introducir una modificaci¨®n en el acuerdo de financiaci¨®n adoptado por el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera en septiembre de 1996, en virtud del cual se garantiza que la evoluci¨®n de los recursos de la Generalitat -y del resto de las comunidades que adoptaron el nuevo modelo de corresponsabilidad fiscal- sea como m¨ªnimo igual al crecimiento de la econom¨ªa".

Es decir, despu¨¦s de tanta guerra, el ¨¦xito de la Generalitat ha sido lograr un aumento de los ingresos igual al de las comunidades que aceptaron la cesi¨®n del impuesto sobre la renta -todas menos Andaluc¨ªa, Extremadura y Castilla-La Mancha-. Es decir, el gran ¨¦xito negociador de CiU ha sido conseguir exactamente lo mismo que los dem¨¢s.

Chapuza presupuestaria

La modificaci¨®n del acuerdo de financiaci¨®n introducida por CiU supone una alteraci¨®n sustancial del acuerdo entre el PP y CiU. En ¨¦l se estableci¨® un sistema de garant¨ªas para asegurar unos ingresos m¨ªnimos en caso de que la recaudaci¨®n se hundiese en alguna comunidad. Aplicando el sistema de garant¨ªas establecido en el pacto a la situaci¨®n actual, las comunidades ten¨ªan asegurado un aumento equivalente al 90% de la recaudaci¨®n del IRPF en toda Espa?a. La medida no serv¨ªa para nada, dado el bajo rendimiento generalizado del impuesto sobre la renta. Se cambi¨® la norma y se asegur¨® para todos los casos un crecimiento de los ingresos igual al crecimiento del Producto Interior Bruto nominal. Seg¨²n el senador socialista Octavio Granado, eso supondr¨¢ un incremento del coste de la financiaci¨®n de unos 73.000 millones de pesetas.Esta medida se ha incluido en la Ley de Presupuestos del Estado de 1999, que establecen otra disposici¨®n para compensar a las comunidades por la reducci¨®n de tarifa del nuevo impuesto sobre la renta que entrar¨¢ en vigor en 1999. En lugar de un 15% del tramo recaudatorio, las comunidades aut¨®nomas participar¨¢n con el 16,5%. En este segundo caso el impacto es de 67.287 millones de pesetas.

Efectos retroactivos

Pero lo m¨¢s sorprendente es que estas dos disposiciones, m¨¢s una tercera de anticipos de tesorer¨ªa por valor de 45.000 millones, se aplican a todas las comunidades con efectos retroactivos desde enero de 1997. Algo absolutamente injustificable.En opini¨®n de Octavio Granado, este conjunto de medidas "s¨®lo persiguen hace rentable el sistema de financiaci¨®n para las comunidades aut¨®nomas que lo aceptaron". Lo que no se pod¨ªa admitir de ninguna manera es que las tres autonom¨ªas que no aceptaron el sistema -casualmente las gobernadas por los socialistas- obtuvieran lo mismo que Catalu?a y las gobernadas por el Partido Popular.

El conjunto de estos datos deja al descubierto el uso partidista de un determinado sistema de distribuci¨®n de los recursos que en principio de no deb¨ªa producir grandes ganancias ni perjuicios a nadie.

Lo m¨¢s inquietante es que, despu¨¦s de las grandes alharacas con que se proclam¨® el acuerdo de financiaci¨®n, ahora se est¨¢ revisando en medio del mayor silencio.

En todo este asunto los pol¨ªticos no han estado a la altura de las circunstancias. Han enjuiciado la cuesti¨®n descaradamente a favor o en contra seg¨²n estuvieran en el Gobierno o en la oposici¨®n. Cuando, en 1993, el entonces presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, acord¨® con CiU la cesi¨®n del 15% del IRPF, Aznar se opuso porque "el sistema generar¨ªa desigualdades". En 1996, cuando el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar aument¨® la cesi¨®n al 30% con capacidad normativa, a Felipe Gonz¨¢lez le pareci¨® insoportable "porque se romp¨ªa la unidad fiscal".

La guerra del Impuesto sobre la Renta de las Personas F¨ªsicas ha sido desafortunada para todos. Lo peor no han sido los fallos en la previsi¨®n. Lo m¨¢s preocupante es que las promesas de las ganancias de unos a costa de otros han generado un profundo malestar entre la mayor¨ªa de los ciudadanos.