El Athletic baja de la nube al Villarreal

El Athletic, en su centenario, agu¨® la fiesta de fin de a?o del Villarreal, que hab¨ªa vivido en una nube tras haber derrotado al Barcelona. El Villarreal no mereci¨® despedir el a?o, su a?o m¨¢s hist¨®rico, con una derrota. Los h¨¦roes del Camp Nou bajaron de la gloria y se dieron de bruces contra los leones, que vienen muy hambrientos en las ¨²ltimas fechas. El Athletic sac¨® provecho al gol de su emblem¨¢tico Pichichi. Ismael Urzaiz, en un momento dulce, marc¨® las diferencias. Con el gol a su favor, el Athletic cerr¨® filas y aguant¨® como pudo la avalancha del Villarreal, que atac¨® con todo.Los vascos se instalaron en el terreno del Villarreal tocando m¨¢s y mejor el bal¨®n. Los visitantes se hallaban m¨¢s c¨®modos y mejor posicionados, aunque no hallaban la f¨®rmula para plantarse ante Palop. Eso s¨ª, Etxeberria, por la banda derecha, penetr¨® cuanto quiso.

El equipo local, recibido con una traca humana de 30.000 globos, no sab¨ªa bajar de la nube; hab¨ªa sido portada de todos los peri¨®dicos y a¨²n no lo hab¨ªa digerido. Los jugadores amarillos estaban tan comprometidos en sus marcajes individuales que olvidaron encarar la puerta rival. Las oportunidades se decantaron hacia los pupilos de Luis Fern¨¢ndez. En el Athletic actual cualquiera puede fabricar un gol. Urzaiz toc¨® sobre Julen Guerrero, muy activo toda la tarde, quien remat¨® espectacularmente un bal¨®n que ataj¨® Palop. En el 31, Ezquerro no pudo superar la salidad del guardameta amarillo. Al filo del descanso, otra vez Palop cogi¨® un bal¨®n al vuelo. La volea la hab¨ªa firmado a la media vuelta un Guerrero con ganas de agradar. A los pocos segundos, ya con el tiempo finalizado, por poco se consum¨® la injusticia: el lateral Gerardo, solo ante Etxeberria, dispar¨® alto. Era la mejor ocasi¨®n para un flojo Villareal, que no ten¨ªa el br¨ªo acostubrado.

En la segunda mitad, Urzaiz se adue?¨® del ¨¢rea y no desperdici¨® un bal¨®n en bandeja que le sirvi¨® Larrainzar. A partir de ah¨ª, el Villarreal se olvid¨® de sus recientes gestas y se puso a trabajar. Su centro del campo se apoder¨® de la situaci¨®n y atac¨® en cascada al Athletic. Craioveanu y Mois¨¦s encararon solos a Etxeberria en sendas ocasiones. Un remate sin peligro de Alberto fue rechazado por el portero vasco y propici¨® un gol de Mois¨¦s que fue anulado, ante la ira de la grada amarilla. Para entonces, el Athletic hac¨ªa agua por todas partes y, agazapado en su campo, hab¨ªa sacrificado el f¨²tbol por el resultado.