Bl¨¢zquez pide perd¨®n a las v¨ªctimas que se hayan sentido abandonadas por la Iglesia

El obispo de Bilbao, Ricardo Bl¨¢zquez, pidi¨® ayer p¨²blicamente perd¨®n a las v¨ªctimas del terrorismos que se hayan sentido abandonadas por la Iglesia cat¨®lica y admiti¨® que "en los trabajos de pacificaci¨®n no es leg¨ªtimo olvidarlas ni exigir su silencio como precio de la paz, sino atender debidamente sus justas reivindicaciones". A su vez, el prelado de Vitoria, Miguel Asurmendi, habl¨® de respeto: para "los derechos de las v¨ªctimas, de todos los presos, de nuestro pueblo y de todos los pueblos".

Los prelados vascos aprovecharon ayer sus mensajes de Navidad, la primera que se vive en el Pa¨ªs Vasco en los ¨²ltimos a?os sin atentados de ETA, para lanzar un mensaje positivo sobre el proceso de pacificaci¨®n.As¨ª, al igual que el Gobierno y diferentes partidos han subrayado la importancia de la reconciliaci¨®n y el papel de las v¨ªctimas, el obispo bilba¨ªno y el vitoriano apelaron tambi¨¦n a ese sector que ha sufrido el azote terrorista. Y lo hicieron alejando cualquier tentaci¨®n de olvido e instrumentalizaci¨®n de las v¨ªctimas en el proceso de di¨¢logo. Los obispos de Bilbao, Ricardo Bl¨¢zquez y Carmelo Echenagusia, incluso fueron m¨¢s lejos al aceptar una parte de responsabilidad porque ¨¦stas, "en ocasiones, han echado de menos en la Iglesia la proximidad que fundamentalmente pod¨ªan esperar". Recientemente, un foro de v¨ªctimas del terrorismo censur¨® en un manifiesto a la Iglesia por su "indiferencia durante todos estos a?os de pr¨¢ctica terrorista".

Los prelados bilba¨ªnos indicaron que, "si existe voluntad firme de todos, el di¨¢logo proseguir¨¢ y conducir¨¢ a la meta" y resaltaron que, "si el di¨¢logo se convierte en camino de la pacificaci¨®n, los gestos razonables por parte de todos alientan la confianza y abren nuevas etapas".

Bl¨¢zquez y Echenagusia reivindicaron tambi¨¦n una justicia "templada por la misericordia" para que, entre otras cosas, "las personas encarceladas tengan la oportunidad de ser reinsertadas en la sociedad, con la debidas condiciones legales y humanitarias". Los prelados son conscientes de las heridas sin cicatrizar que persisten y defienden "la prudencia, la discreci¨®n y el respeto a los derechos de todos" para hacer frente a "estas cuestiones tan delicadas".

La Iglesia pide la implicaci¨®n de toda la sociedad para que la "convivencia democr¨¢tica se normalice plenamente". Y admite que ella tambi¨¦n tiene una "tarea propia" que cumplir: que sus pastores hagan un "esfuerzo particular para proteger la comuni¨®n necesaria sin excluir las diversidades leg¨ªtimas".

Tras la pol¨¦mica por la carta del obispo de San Sebasti¨¢n, Jos¨¦ Mar¨ªa Seti¨¦n, a un recluso de ETA al que calificaba de "preso pol¨ªtico", el pasado domingo, el presidente de la Conferencia Episcopal, El¨ªas Yanes, defendi¨® a los prelados vascos y confi¨® en que la historia "haga justicia" a los ¨²ltimos 30 a?os de su magisterio.

El propio Seti¨¦n dijo ayer: "Esta celebraci¨®n [navide?a] nos ayudar¨¢ a curar las heridas que, sobre todo en el alma, ha causado la violencia de los a?os pasados. Una violencia que no queremos que se repita".