Fin de a?o
Dice el profesor Jarauta que el tiempo, esa terror¨ªfica invenci¨®n del hombre, no es inocente, pues en ¨¦l desembocan otros tiempos, ni transparente porque no muestra la l¨®gica de su cuerpo. En mis palabras mucho menos sabias, es impertinente, enga?oso y devorador. No sabemos si nos alcanzan los meses del a?o o si somos nosotros quienes los atravesamos intr¨¦pidamente; s¨®lo sentimos su fluir derritiendo cada instante sin vacilaci¨®n ni desaliento. A veces medimos las horas y los d¨ªas para aplacar ese sentir, para "amansarlo en monoton¨ªa" -en ese perfecto decir de Mar¨ªa Zambrano-; a veces lo vemos venir y lo vivimos sentimiento a sentimiento, pero siempre, los recuerdos y los proyectos, los caminos del pasado y del futuro se entrecruzan en nuestro presente de ayer y de ma?ana. A todo nos acostumbramos y tambi¨¦n a esos enredos locos del tiempo, sin embargo, el ¨²ltimo d¨ªa del a?o, como excepci¨®n, nos destantea un poco por divisorio, por separador entre final y principio, entre lo que hicimos y lo que haremos, entre la melancol¨ªa y la esperanza, entre la a?oranza de todo lo que acaba y el deseo de lo que ha de venir, un d¨ªa suspendido entre dos tiempos. Un a?o atr¨¢s para meter en la memoria y otro a?o delante por y para hacer, lo que podr¨ªa haber sido y lo que, con suerte, puede ser. El 31 de diciembre es d¨ªa de partida, de comienzo y tambi¨¦n de desamparo. Una mirada hacia atr¨¢s que recoja los logros y frustraciones, que nos descubra las verdades y las mentiras que hemos ido acumulando, nos hace sentir m¨¢s libres y, al mismo tiempo, m¨¢s desamparados. Tenemos muchas posibilidades pero no somos capaces de hacerlo bien. Hay problemas que no solucionamos, cosas que no parece que vayamos a cambiar de momento; algunas terribles, como el hambre y la guerra, otras nada m¨¢s que molestas, como la televisi¨®n, pero s¨ª podemos tener presente nuestra situaci¨®n de privilegio y hacer un peque?o esfuerzo para olvidar caprichos y agravios, para restablecer un equilibrio, ?qu¨¦ s¨¦ yo!, como dice una amiga m¨ªa: para ser un poco mejor.
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