Enterrados en la basura

Las basuras empiezan a campar a sus anchas por los campos de Granada. La negativa del alcalde de Alhend¨ªn, Jos¨¦ Guerrero, del Partido Popular, a dar licencia de apertura a una planta de tratamiento de residuos s¨®lidos situada en su pueblo, a siete kil¨®metros de la capital, ha motivado que 128 pueblos de la provincia empiecen a tener serios problemas medio-ambientales. De mantenerse la situaci¨®n, muchos van a verse enterrados en desperdicios. Todo comenz¨® hace a?os, cuando se aprob¨® el Plan Rector de Residuos S¨®lidos, que preve¨ªa la creaci¨®n de varias plantas de tratamiento en la provincia. La de Alhend¨ªn se termin¨® el pasado mes de junio. Incluso fue inaugurada oficialmente. Pero nada m¨¢s. El alcalde Guerrero dio de pronto la sorpresa al negarse a otorgar la licencia. El delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andaluc¨ªa, Rafael Salcedo, esgrime una raz¨®n: el alcalde pretende que, a cambio del permiso, la comisi¨®n provincial de Urbanismo apruebe las nuevas normas subsidiarias de Alhend¨ªn. Unas normas que prev¨¦n la recalificaci¨®n de 1.300.000 metros cuadrados de suelo r¨²stico en urbanizable. Documentos "Aparte de que nada tiene que ver una cosa con la otra", apunta Salcedo, "su actitud est¨¢ siendo insolidaria con el resto de los pueblos". Guerrero, por su lado, ha venido ampar¨¢ndose en los ¨²ltimos meses en que faltaban documentos que la Junta ten¨ªa que enviarle para que la apertura fuese legal. El Gobierno aut¨®nomo le ha entregado ya hasta el ¨²ltimo papel, pero la planta sigue sin abrirse. "De cualquier modo", dice Salcedo, "confiamos en que todo se solucione muy pronto". No hay m¨¢s remedio. El vertedero que se est¨¢ utilizando es el de Otura. Desde hace varias semanas ya no cabe un gramo m¨¢s de basura. Est¨¢ completo. "Lo de Guerrero no tiene nombre", dice Jos¨¦ Antonio Morales, alcalde socialista de Armilla, otro de los pueblos afectados. "Es de una insolidaridad total. Con su chantaje har¨¢ que se tiren los residuos en cualquier parte". Mientras tanto, la basura crece y crece.