Expedientes a la gre?a

El Ayuntamiento de Madrid y el Gobierno regional mantienen una soterrada guerra a causa de los ¨¢nimos proteccionistas del Ejecutivo de Alberto Ruiz-Gallard¨®n. En los ¨²ltimos meses, el Gobierno de la Comunidad ha reactivado un centenar de expedientes de declaraci¨®n de bien de inter¨¦s cultural. Obtendr¨¢n esta protecci¨®n lugares tan emblem¨¢ticos como el Retiro, la Casa de Campo, la Universidad Complutense o el llamado eje cultural del Prado. Estos expedientes, abiertos hace d¨¦cadas, dorm¨ªan en muchos casos el sue?o de los justos. Pero el actual Ejecutivo regional ha decidido desempolvarlos. Las razones que esgrime para su reactivaci¨®n son diversas: conferir a los monumentos una mayor protecci¨®n legal, estar preparados para presentar sus candidaturas a Patrimonio de la Humanidad o una simple revisi¨®n de sus actuales l¨ªmites.El alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, desconf¨ªa de los argumentos. Por ejemplo, el regidor respondi¨® hace unos d¨ªas que ¨¦l es el mejor garante de la conservaci¨®n de la Casa de la Villa, otro de los edificios que la Comunidad quiere convertir en bien de inter¨¦s cultural.

Cuando el Gobierno regional incoa un expediente de protecci¨®n ni el Ayuntamiento ni el propietario del monumento pueden mover una piedra sin el consentimiento expreso de la Consejer¨ªa de Cultura. Cualquier obra, aunque sea menor, requiere una autorizaci¨®n expresa de la Direcci¨®n General de Patrimonio de la Comunidad.

Por eso, el Ayuntamiento se muestra tan molesto con la actitud del Gobierno regional. Ya no puede llevar a cabo obras a su libre albedr¨ªo en los grandes parques de la capital (el Retiro, la Casa de Campo, la Alameda de Osuna), ni abrir el subsuelo para construir un t¨²nel bajo el paseo del Prado, tal y como anuncia desde hace tiempo. El alcalde lleg¨® a rubricar el pasado mes de diciembre una carta en la que ped¨ªa a la Comunidad que no llevase a cabo la protecci¨®n de la Ciudad Universitaria, porque se pon¨ªan en tela de juicio las obras que hab¨ªa proyectado. Y es que ahora todo est¨¢ en manos del Gobierno de Alberto Ruiz-Gallard¨®n.