Cerca de 4.500 c¨¢maras controlar¨¢n lo que suceda en todos los estadios

La polic¨ªa controlar¨¢, a trav¨¦s de un circuito cerrado de televisi¨®n y desde un control central en Madrid, todo lo que suceda tanto fuera como dentro de todos los estadios de Primera y Segunda Divisi¨®n a trav¨¦s de cerca de 4.500 c¨¢maras. As¨ª podr¨¢ identificar a cualquier alborotador. Este sistema de seguridad es ¨²nico en una competici¨®n en el mundo, estar¨¢ en pruebas a partir del pr¨®ximo fin de semana y funcionar¨¢ oficialmente a mediados de febrero. Una orden ministerial permite a la polic¨ªa regular esas c¨¢maras, dado que hasta ahora lo hac¨ªan los clubes.

No existe un sistema parecido alrededor de una competici¨®n deportiva en el mundo, lo que ya ha motivado el inter¨¦s de otras polic¨ªas europeas y de la propia Interpol. El sistema de vigilancia permitir¨¢ a la polic¨ªa reaccionar ante cualquier eventualidad que se produzca en un estadio, tanto en lo que significa alborotos de grupos o hinchas radicales como en problemas de evacuaci¨®n. Cada estadio dispone de un sistema de c¨¢maras (hasta 350 en estadios como el Camp Nou o el Santiago Bernab¨¦u) que se regulan en el propio estadio desde lo que se denomina Unidad de Control Operativo, sistema que lleva funcionando hace m¨¢s de un a?o en algunos recintos. Esas c¨¢maras permiten hacer el seguimiento de los movimientos de una persona a lo largo del estadio y acercar la imagen hasta identificarla plenamente, puesto que se puede detener la imagen, digitalizarla y, de ah¨ª, obtener una foto de su rostro. Todos los estadios de Primera y Segunda Divisi¨®n (un total de 42) disponen ya de ese sistema, aunque todav¨ªa est¨¢n en periodo de instalaci¨®n en el campo del Betis, Recreativo de Huelva, M¨¢laga y el estadio en construcci¨®n del Mallorca. Todo ese sistema desembocar¨¢ en una unidad central situada en el complejo policial de Canillas, en Madrid, desde donde, en tiempo real, se podr¨¢ controlar todo cuanto suceda durante una jornada de f¨²tbol en la Liga espa?ola.

Ser¨¢ oficial en febrero

El sistema estar¨¢ en pruebas ya desde el pr¨®ximo fin de semana y se inaugurar¨¢ oficialmente a mediados de febrero. Con este sistema, las autoridades creen cerrado el cap¨ªtulo de seguridad en los estadios de f¨²tbol, que habr¨¢ costado cerca de 30.000 millones de pesetas, todas ellas a cargo del Plan de Saneamiento, cifra en la que se incluyen las reformas que se han efectuado para cambiar las localidades de a pie por asientos y la modificaci¨®n de accesos y otros elementos.Pero una cuesti¨®n que se ha debido resolver era la del control de todo ese dispositivo y la protecci¨®n de la privacidad de quienes acudan a un recinto deportivo. Hasta ahora, el manejo de esas c¨¢maras correspond¨ªa a empleados de seguridad contratados por los propios clubes de f¨²tbol, pero la polic¨ªa dudaba de su eficacia y del destino que se podr¨ªan dar a ciertas im¨¢genes. Hab¨ªa clubes que no estaban muy interesados en grabar cosas que suced¨ªan dentro del estadio. Y alg¨²n club, por ejemplo, dispon¨ªa, entre otras, de im¨¢genes de parejas haciendo el acto sexual, bien en el estadio, bien en el aparcamiento anexo, grabaciones que no se destru¨ªan.

Una orden ministerial de Presidencia de Gobierno de 22 de diciembre de 1998 pone fin a esa circunstancia y cede todo el control a la polic¨ªa, que ser¨¢ responsable de "la utilizaci¨®n de las c¨¢maras fijas y m¨®viles", "as¨ª como del tratamiento de las im¨¢genes y sonidos" y de "la custodia de dichas im¨¢genes y sonido y la responsabilidad sobre su ulterior destino, incluida su inutilizaci¨®n o destrucci¨®n".

Algunos clubes mostraron su malestar cuando tuvieron conocimiento de la proximidad de dicha orden ministerial, entre otras cosas porque las c¨¢maras permiten ver todo lo que sucede en cada puerta del estadio y controlar si el club est¨¢ cumpliendo con la normativa a la hora del control de acceso. Con este sistema se puede detectar, entre otras cosas, si un club deja pasar al estadio aficionados sin localidad y no cumple con el aforo (lo que vulgarmente se denomina tifus).