Con perfume franc¨¦s
A lo largo del tiempo la poes¨ªa y la m¨²sica han vivido apasionantes momentos de encuentro pero tambi¨¦n han mostrado m¨¢s de una vez sus desavenencias. En Monteverdi, en el lied rom¨¢ntico o en la m¨¦lodie francesa, los di¨¢logos entre palabra y sonidos han gozado de una especial compenetraci¨®n e intensidad. A veces incluso han provocado f¨¦rtiles reflexiones te¨®ricas como las de Baudelaire o Mallarm¨¦ a partir de Wagner. Afortunadamente, el atractivo entre dos formas de expresi¨®n tan sutilmente sensibles no se agota.En el Hospital Real de Granada comienza esta noche un ciclo sobre M¨²sica y poes¨ªa, a cargo de la Orquesta Ciudad de Granada, dirigida por Josep Pons. La mirada de hoy est¨¢ dedicada a Mallarm¨¦, y la de la pr¨®xima semana, a Cocteau. La correspondencia m¨²sica-poes¨ªa est¨¢ experimentando un inter¨¦s creciente ¨²ltimamente. El Ensemble Intercontemporaine de Par¨ªs, por ejemplo, hizo rodar su ¨²ltima programaci¨®n musical de oto?o alrededor de la poes¨ªa. Mallarm¨¦ volvi¨® a tener un lugar destacado, mientras Ravel, Var¨¦se o Boulez posibilitaban desde la m¨²sica nuevas sugerencias al otro lado del espejo.
En Granada se han tomado muy en serio su temporada Con perfume franc¨¦s. Los grupos de c¨¢mara de la orquesta han dedicado ya cuatro conciertos a las m¨²sicas de Cocteau y la agrupaci¨®n completa est¨¢ incorporando a sus atriles una y otra vez a los Debussy, Faur¨¦, Messiaen, Satie, Milhaud y, por supuesto, Poulenc, del que estos d¨ªas se recuerda con renovado fervor el centenario de su nacimiento.
Poulenc fue un compositor de gran originalidad que se movi¨® a sus anchas en un universo antiacad¨¦mico y personal de intercambios culturales, frecuentado por poetas y pintores. En el campo de la melod¨ªa su importancia ha sido capital, y en el de la escena ha dejado para la posteridad t¨ªtulos tan emblem¨¢ticos en la ¨®pera francesa de este siglo como Di¨¢logos de carmelitas sobre un drama de Bernanos o La voz humana, a partir de un texto de Cocteau. La ?pera del Rin celebra en Estrasburgo la semana pr¨®xima unos encuentros alrededor de Poulenc, en que las representaciones de Di¨¢logos de carmelitas son quiz¨¢ el punto m¨¢s relevante. En el verano la nueva producci¨®n de estos Di¨¢logos ir¨¢ de gira hasta el mism¨ªsimo festival de Savonlinna, en Finlandia. En Madrid goza tambi¨¦n Poulenc (y hasta Auriz, tambi¨¦n centenario) de cuidada atenci¨®n durante este mes de enero, con un original ciclo que bajo la denominaci¨®n El gallo y el arlequ¨ªn (Cocteau, de nuevo, con la evocaci¨®n a sus aforismos espirituales para un manifiesto de la joven m¨²sica de entonces) permanece su m¨²sica en el Conde Duque todos los lunes hasta el 1 de febrero.
Poulenc, Mallarm¨¦, Cocteau. La cultura francesa se engalana con nuevas revisiones y desenfadadas miradas. El nacimiento de Poulenc el 7 de enero de 1899 ha servido de catalizador para reactivar la memoria. El 7 de enero, qu¨¦ casualidad, el mismo d¨ªa en que acaba de fallecer, a los 70 a?os, Francisco Guerrero, pedagogo ejemplar y padre del gran compositor del mismo nombre, tambi¨¦n ausente. Los que le han conocido hablan y hablan sin cesar de una portentosa naturaleza musical, que se reproduc¨ªa con igual facilidad en las ense?anzas del clarinete, el piano, el saxo o el fagot. Esp¨ªritu controvertido y generoso (como su hijo), deja en Las Palmas de Gran Canaria, y en sus alumnos desperdigados por los lugares m¨¢s inveros¨ªmiles, un vac¨ªo dif¨ªcil de llenar. Que Los caminos del amor, simb¨®lica melod¨ªa de Poulenc, acompa?e su ¨²ltimo viaje. La coincidencia de fechas invita a ello.
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