Opiniones
SEGUNDO BRU Habitualmente las cosas son como son y no como nos parecen. Aunque todo el periodismo de opini¨®n -incluida obviamente esta columna- se base, por el contrario, en las diferentes percepciones de una misma realidad. De lo cual hemos tenido suficientes pruebas esta misma semana a la hora de valorar lo que en su inicio se juzg¨® como una premeditada y audaz maniobra urdida por Zaplana para desestabilizar a su hasta ahora socio en el gobierno y que se presenta como gran fiasco una vez que Zaplana no insiste en mantener a su colaboradora en Agricultura y cede a las exigencias de Villalba de nombrar a quien le propongan. A partir de lo cual comienzan a lloverle al presidente todos los chuzos opinantes posibles y de maquiav¨¦lico lo rebajan como m¨ªnimo a chapucero e imprevisor y de osado jugador de envite a medroso y pusil¨¢nime timorato, acobardado ante la bel¨ªgera firmeza de su oponente, que doblega la voluntad de Zaplana y mantiene sus dos pesebres, que otros llamar¨ªan conseller¨ªas, bajo la amenaza de una grotesca, impensable e imposible moci¨®n de censura. Ante el precipitado abandono de Ram¨®n-Llin, Zaplana no perd¨ªa nada ofreciendo a UV el gambito de otra segunda conseller¨ªa, para retroceder despu¨¦s ante el primer embate -y no abrir ya definitivamente las hostilidades- pero no sin antes haber deslizado varios mensajes inequ¨ªvocos. A saber: el PP apuesta claramente por la mayor¨ªa absoluta. UV es prescindible en el gobierno y s¨®lo su deseo de estabilidad lo situ¨® y lo mantiene en ¨¦l, aunque pod¨ªa haber gobernado en minor¨ªa. UV padece codicia institucional y no puede sobrevivir fuera del presupuesto. UV es incoherente y desleal con su socio de gobierno y, por ¨²ltimo, UV est¨¢ desahuciada electoralmente. La verdad suele ser m¨¢s bien poli¨¦drica que unidimensional y, a lo que parece, los acontecimientos se han adelantado por la decisi¨®n de la c¨²pula de UV de centrifugar a la ex consejera como cabeza de lista auton¨®mica por Castell¨®n, pero as¨ª como he le¨ªdo candorosas acusaciones a Zaplana imput¨¢ndole juego sucio (?como si la pol¨ªtica fuese el ¨¢mbito propio del fair play!) no he visto que se entre en calificar como torva, p¨¦rfida y mezquina la intenci¨®n de Villalba de enviar a la figura pol¨ªtica m¨¢s conocida y valorada de UV a enfrentarse con el rid¨ªculo de un fracaso inevitable y quedarse, adem¨¢s, fuera de las Cortes. Como ya dijo Sartre ante la tumba de Merleau-Ponty, la pol¨ªtica es un juego amargo (creo recordar que precisamente a?ad¨ªa "y sucio"). No ha faltado quien planteara, atemorizado, que si UV se hunde empeorar¨ªamos, puesto que ellos eran los ¨²nicos que pod¨ªan impedir la mayor¨ªa absoluta del PP. Como si UV fuese un genuino partido liberal a la alemana, un partido bisagra capaz de gobernar con la derecha y con la izquierda, aportando moderaci¨®n. Como si UV no fuera un partido nacido del alboroto callejero, de la confrontaci¨®n virulenta y de la irracionalidad visceral, hist¨®rica y ling¨¹¨ªstica. Como si en este pa¨ªs no hubiese suficientes motivos para celebrar el d¨ªa en que UV desaparezca sumida en las cloacas de la historia. Convendr¨¢ pues sosegar los ¨¢nimos y los mutantes estados de opini¨®n para que ya que no podemos aspirar a la imposible ecuanimidad consigamos, al menos, no ser contradictorios. Y en cuanto a quien se ha llevado el gato al agua, el d¨ªa 13 de junio hablaremos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.