Sopa de letras bancarias

La fusi¨®n del Santander y del Central Hispano agrupa a cuatro de los hist¨®ricos bancos espa?oles: Santander, Central, Hispano Americano y, aunque no aparece en las siglas, Banesto. Cuatro de los que formaron parte del denominado club de los siete grandes y de los que el Santander era., precisamente, el peque?o. Adem¨¢s de los cuatro citados estaban el Bilbao, el Vizcaya y el Popular. Al comienzo de la etapa socialista se unir¨ªa tambi¨¦n el Exterior (luego Argentaria). Hablamos de hace entre 20 y 15 a?os. No m¨¢s. Cuando el presidente del mayor de ellos (Banesto o Central) invitaba a comer a los otros y pon¨ªan a toda la prensa al acecho. Esos almuerzos llegaron hasta la ¨¦poca de las ofertas p¨²blicas de adquisici¨®n (OPA) fracasadas (cuando Conde lleg¨® a Banesto) y de las primeras fusiones (BBV y BCH). Desde que los Emilios (Bot¨ªn e Ybarra) mandan, ya no los hay.

La llegada del euro ha abierto la puerta a fusiones. La banca espa?ola debe crecer para competir. La nueva fusi¨®n desvela el tama?o mediano que tiene el sector: el BSCH apenas se mete entre los m¨¢s grandes de la zona euro, es el 19 de Europa, cuando se incluye a brit¨¢nicos y suizos, y dif¨ªcilmente aparece entre los 40 mayores bancos mundiales.

La primera del euro

La fusi¨®n del BSCH es la primera desde que se implant¨® la nueva moneda. Ahora se abre la inc¨®gnita de lo que va a hacer el BBV. No ha dejado de sondear el mercado y todo apunta a que si quiere llegar a ser como el BSCH, sin pasar mucho tiempo, debe abordar una integraci¨®n con Argentaria, y acaso con el Popular. A Francisco Gonz¨¢lez, presidente de Argentaria, siempre le ha gustado m¨¢s el banco vasco que los que hoy forman el BSCH. Pero en Argentaria el Gobierno mantiene una importante cuota de poder por la denominada "acci¨®n de oro". Ello implica que debe dar autorizaci¨®n para cualquier operaci¨®n. Pero como alguien del BBV reflexionaba el pasado viernes, ha quedado la barra libre para nuevas fusiones que el Gobierno dif¨ªcilmente podr¨ªa rechazar. El•problema en el caso de BBV m¨¢s Argentaria es d¨®nde estar¨ªa la sede (Pa¨ªs Vasco o Madrid) por todas sus implicaciones pol¨ªticas.

Queda tambi¨¦n la posibilidad de alianzas con otros bancos europeos. Al final todo conduce a una verdadera sopa de letras a la que estamos poco acostumbrados. De aquellos siete u ocho grandes bancos espa?oles de hace dos d¨¦cadas pueden quedar s¨®lo dos o tres: BSCH, BBV+A y, posiblemente, BP. Y si se dejan de utilizar las iniciales, l¨®gicamente quedar¨ªa el significado de la primera. Por si .acaso Bot¨ªn, que ya se ha comido a tres hist¨®ricos ha impuesto la "s" de Santander en la nueva entidad.