Correcci¨®n de rumbo

LA POL?TICA exterior espa?ola ha presentado algunas singularidades en el caso de la intervenci¨®n estadounidense en Irak. Con excepci¨®n del Reino Unido, que colabor¨® activa y entusi¨¢sticamente en los bombardeos, Espa?a fue el ¨²nico pa¨ªs occidental que respald¨® p¨²blicamente la decisi¨®n de Clinton desde la primera hora y aplic¨® la doctrina de apoyo acr¨ªtico a los aliados. Esta posici¨®n contrasta con el prudente distanciamiento de Alemania, las cr¨ªticas francesas a la intervenci¨®n estadounidense y, en t¨¦rminos generales, la prudencia con que todos los pa¨ªses europeos acogieron el ataque a Irak, decidido y realizado sin la aprobaci¨®n de la ONU. El tiempo ha demostrado que el bombardeo fue ineficaz y tambi¨¦n un error pol¨ªtico. Para Espa?a, las consecuencias de ese apoyo incondicional y poco meditado se est¨¢n traduciendo ya en p¨¦rdidas millonarias de contratos de empresas espa?olas en Irak que pod¨ªan haberse evitado con posiciones m¨¢s matizadas o meditadas.No obstante, hay indicios de que la diplomacia espa?ola empieza a virar hacia actitudes menos dependientes de la pol¨ªtica exterior estadounidense y m¨¢s pr¨®ximas a la necesidad de buscar f¨®rmulas diplom¨¢ticas y comerciales que permitan controlar a Sadam Husein -y, si es necesario, castigarlo- sin recurrir a las acciones militares y sin da?ar a la poblaci¨®n iraqu¨ª, que es la que est¨¢ sufriendo realmente las acciones dirigidas contra Sadam.

El art¨ªculo del ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, que hoy se publica en este peri¨®dico es uno de esos indicios. Propone el ministro que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas recupere la iniciativa en una crisis que implica "un grave riesgo para la paz y la seguridad internacionales"; mantener el sistema de inspecciones internacionales, encaminadas a evitar que Irak reanude sus programas de armamento nuclear, qu¨ªmico y bacteriol¨®gico, a trav¨¦s de un sistema de "inspecci¨®n a largo plazo"; pedir la cooperaci¨®n de Irak para el cumplimiento de la resoluci¨®n 687, de forma que el Consejo de Seguridad pueda levantar la prohibici¨®n a sus exportaciones, y elaborar un programa internacional para "atender mejor las necesidades humanitarias de la poblaci¨®n iraqu¨ª". Respecto a este ¨²ltimo punto, Matutes defiende la eliminaci¨®n de los techos m¨¢ximos para la importaci¨®n por parte de Irak de medicinas y alimentos, sugerida por el Consejo de Seguridad de la ONU.

El cambio de rumbo es perceptible, aunque todav¨ªa no sea muy acusado, y, sobre todo, requiere una concreci¨®n mayor. Muchas de las ideas expuestas deben ser precisadas y discutidas antes de que puedan considerarse como soluciones. Es evidente que un sistema de inspecci¨®n a largo plazo es hoy un mero enunciado muy dif¨ªcil de aplicar despu¨¦s de conocerse las tareas de espionaje realizadas por EE UU; que la cooperaci¨®n de Irak depende exclusivamente de Sadam Husein, y que la libre importaci¨®n de medicinas, alimentos u otros bienes de equipo o de consumo puede ser la soluci¨®n para el pueblo iraqu¨ª, pero no resolver¨¢ a corto plazo el conflicto permanente que mantiene el dictador con las resoluciones de las Naciones Unidas.

Pero aun as¨ª parece que Espa?a se est¨¢ situando diplom¨¢ticamente en la estela de los pa¨ªses que buscan soluciones permanentes e incruentas para el caso de Irak. Eso es lo importante. Tampoco es demasiado aventurado se?alar que este cambio de rumbo es un reconocimiento casi expl¨ªcito de que el ¨²ltimo bombardeo de Irak fue un error. Igual que el apoyo incondicional prestado por el Gobierno espa?ol.