Alumnos gitanos comparten los prejuicios de los payos hacia su etnia Consideran que los cal¨¦s son "violentos y sucios"

Un estudio realizado por dos antrop¨®logos de la Universidad de Granada entre escolares de educaci¨®n primaria y secundaria de toda la provincia refleja que algunos alumnos gitanos comparten los prejuicios que los ni?os payos tienen sobre ellos. De los 2.600 encuestados, 55 se reconocieron como gitanos, y bastantes de ellos asumen las estereotipos negativos que la sociedad atribuye a su etnia: la violencia, el robo, la venta de drogas y la falta de aseo. No obstante, defienden su identidad, denuncian la discriminaci¨®n de la que son v¨ªctimas y justifican algunos comportamientos de su minor¨ªa por las condiciones de vida y rechazo que sufren. Seg¨²n los autores, Juan Gamella y Patricia S¨¢nchez-Muros, "la investigaci¨®n demuestra la existencia de intensos prejuicios hacia los cal¨¦s ya en la escuela primaria, que se acent¨²an en la secundaria". Los estereotipos dominantes en las aulas caracterizan a los gitanos como gente que vulnera los valores esenciales de la sociedad: "violentos, vagos, ladrones", el 61% de los ni?os preguntados; "camellos y drogadictos", el 16%. Sin embargo, al 87% de los encuestados le gustar¨ªa tener un compa?ero gitano en clase y el 43% considera que los gitanos tambi¨¦n son "alegres, trabajadores y dotados para el arte". El trabajo, titulado La imagen infantil de los gitanos, obtuvo en 1997 el premio Bancaixa de Investigaci¨®n sobre Servicios Sociales. En su cap¨ªtulo diez revela que, parad¨®jicamente, los alumnos cal¨¦s comparten los prejuicios de los payos hacia su propia minor¨ªa ¨¦tnica. As¨ª, algunos de los 55 ni?os gitanos dieron respuestas como las siguientes: "Hay gitanos de raza buena y otros de raza mala". "Mi madre es gitana, es limpia, no como otros que son sucios, buscan muchos follones y sacan cuchillos". "Hay gitanos malos y otros buenos. Soy gitano y estudio como los otros ni?os. Lo que pasa es que no encuentran trabajo y se echan a robar". Juan Gamella explica este hecho asegurando que "en las minor¨ªas que viven un mayor rechazo, el desprecio se vuelve a menudo contra s¨ª, generando procesos de inferiorizaci¨®n y menosprecio de los caracteres propios". El estudio propone como remedio "un sistema educativo multi¨¦tnico, arm¨®nico y funcional, donde se aprenda de forma cooperativa".