Un soplo de tiempo para Ch¨¦jov
El fr¨ªo, enero, la noche, el centro de una ciudad plagada de personas que regresan a casa o tratan de apurar la soledad en las cafeter¨ªas. Unos grandes almacenes parecen un reclamo que convoca a la gente con una vaga promesa de calor. A pocos metros, en la Sala San Hermenegildo de Sevilla dos centenares de personas se reunieron ayer en torno a la escritora Soledad Pu¨¦rtolas. "La vida es inexplicable", dijo, casi como un pre¨¢mbulo, la autora de El bandido doblemente armado en un encuentro organizado por el Ayuntamiento y C¨ªrculo de Lectores. Los grandes escritores del pasado dejan entrever esta idea como una luz que lo inunda todo. Soledad Pu¨¦rtolas se refiri¨® entonces a dos de sus escritores m¨¢s queridos, Cervantes y Ch¨¦jov. "El mensaje del Quijote es enormemente ambiguo. Cervantes no parece tan convencido de que el misterio de la vida se pueda desentra?ar", se?al¨® la escritora. Luego, entr¨® en el mundo del escritor ruso. "Ch¨¦jov nos presenta una vida con dolor, con sufrimiento. Las vidas de sus personajes son limitadas, aparentemente grises. Aunque en ellas tambi¨¦n hay alegr¨ªa. En las obras de Ch¨¦jov hay una necesidad de transmitir que la vida es bella con su tristeza", explic¨® la autora de Gente que vino a mi boda. Los relatos de Ch¨¦jov hablan de las largas tardes de domingo, de los juegos que intentan hacer de un placer deliberadamente pueril un pretexto para la sinceridad, de la vaga intuici¨®n de que la vida no tiene ning¨²n objetivo, de la certidumbre de que el fracaso es algo tan pegado al alma que acaba por amarse, de los alardes de valent¨ªa surgidos de lo m¨¢s hondo como un arma que prueba que hasta el m¨¢s d¨¦bil puede ser el rey del mundo durante unos instantes... La obra de Ch¨¦jov est¨¢ poblada por so?adores que ni siquiera sue?an con cambiar el mundo, sino que se conforman con un soplo de afecto verdadero. Hay muchachas esquivas que los observan con una tenue admiraci¨®n que nunca acabar¨¢ en amor; son preciosas y fuertes, pero tampoco saben c¨®mo encontrar el secreto de la dicha. Soledad Pu¨¦rtolas tom¨® como hilo uno de los relatos de Ch¨¦jov. "Estamos ante un narrador que sabe que lo inexplicable tambi¨¦n es bello y que es lo m¨¢s bello de todo", agreg¨® la novelista. Ch¨¦jov suele dar fe de una derrota: el paso del tiempo confirma que ninguno de los sue?os juveniles se cumplir¨¢. El tiempo es la sustancia de la que est¨¢ hecha la mirada de Soledad Pu¨¦rtolas. De ah¨ª la fascinaci¨®n por Las meninas. El cuadro de Vel¨¢zquez se adue?¨® de ella con la eficacia con que envuelve la niebla. "?Qu¨¦ tienen Las meninas para m¨ª? Es algo muy misterioso. Cada personaje es un enigma. Est¨¢ ese aire, esa luz, ese tiempo estancado... ?sa es la novela ideal para m¨ª. Mi aspiraci¨®n ser¨ªa tratar de hacer en mis novelas algo parecido a lo que hizo Vel¨¢zquez en Las meninas", indic¨®. La autora de Una vida inesperada tiene poco que ver con la arraigada cepa hisp¨¢nica del escritor fatuo y afectado que enhebra discursos herm¨¦ticos con palabras abstractas. Tampoco es la suya la cepa de los rebeldes de sal¨®n que alardean de aventuras y lances que s¨®lo existieron en su imaginaci¨®n. Otro de los escritores que la han acompa?ado siempre, P¨ªo Baroja, la ense?¨® a rechazar "la pomposidad y la ret¨®rica". Por eso, Soledad Pu¨¦rtolas cont¨® c¨®mo ayer se le ocurri¨® en el tren, camino de Sevilla, una idea de la que se sent¨ªa orgullosa. "En el tren he pensado que Vel¨¢zquez est¨¢ mirando desde una perspectiva que no es la que vemos nosotros. Vel¨¢zquez est¨¢ mirando a los personajes de Las meninas por detr¨¢s. Yo me siento con mis novelas como Vel¨¢zquez. ?l ve el otro lado".
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