M¨¦dicos interinos cesados por el SAS en M¨¢laga pierden la primera batalla judicial

Los m¨¦dicos interinos cesados por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en agosto han perdido la primera batalla judicial. Una sentencia da la raz¨®n al SAS al estimar que no hubo despido, sino que concurri¨® una causa de extinci¨®n prevista en el nombramiento. El verano pasado el hospital Carlos Haya dej¨® en la calle y sin indemnizaci¨®n a 22 m¨¦dicos que llevaban trabajando diez a?os como especialistas, pese a que carec¨ªan de titulaci¨®n exigida. La administraci¨®n sanitaria justific¨® la decisi¨®n en la amortizaci¨®n de las plazas. El fallo -que desestima la pretensi¨®n de cinco facultativos- acepta en cambio la demanda de dos m¨¦dicos porque fueron cesados cuando hab¨ªa interinos con menos antig¨¹edad y ordena su readmisi¨®n. El resto de los casos est¨¢ pendiente de sentencia. La resoluci¨®n recuerda que el Estatuto del Personal M¨¦dico de la Seguridad Social establece que la interinidad "no supone derecho alguno a la plaza" y que el nombramiento precisaba que la prestaci¨®n durar¨ªa hasta que la plaza fuera amortizada o el facultativo sustituido por un especialista. El fallo da como hecho probado que "determinados especialistas en situaci¨®n de desempleo" comunicaron al hospital que m¨¦dicos sin la especialidad estaban trabajando y solicitaron su "desplazamiento". La sentencia apunta que "con toda probabilidad" ese fuera el detonante de la amortizaci¨®n de plazas que desencaden¨® los ceses, pero acota que "a ese inter¨¦s, absolutamente leg¨ªtimo, de los especialistas desocupados" no puede achacarse la decisi¨®n tomada por el SAS. Por ello, el juez cree que no hubo desviaci¨®n de poder. La ra¨ªz del conflicto se remonta a doce a?os atr¨¢s. Entonces, ante la falta de especialistas, el SAS tuvo que contratar m¨¦dicos generalistas para cubrir la demanda asistencial. En 1986, la Ley General de Sanidad dispuso que esas plazas deb¨ªan ser ocupadas por especialistas. Despu¨¦s de 12 a?os de interinidad, el hospital decidi¨® cumplir con el mandato legal y amortizar las plazas. Los trabajadores, con una media de edad de 40 a?os, dijeron sentirse "utilizados" por el SAS.