"Las empleadas de hogar queremos equipararnos con cualquier trabajador"
Pilar Gil Pascual, de 56 a?os, es menuda y vivaz. Originaria de un pueblo de Burgos, a los 16 a?os dej¨® su casa para trabajar de interna en una casa en Bilbao. All¨ª estuvo 10 a?os, hasta que se cas¨®. Pero a ella la casa se le ca¨ªa encima. "Al cabo de unos a?os me di cuenta de que aunque fuera poco dinero, ganar el tuyo te da libertad y poder. As¨ª que volv¨ª a trabajar y lo hice en una guarder¨ªa, en la que yo llevaba a mi hijo", recuerda Gil, que ahora dedica parte de su tiempo libre, como otras voluntarias, a la Asociaci¨®n de Trabajadoras de Hogar de Vizcaya [94 415 54 83], donde asesoran a cualquiera que lo solicite. Aunque su destino laboral la llev¨® por otros derroteros -una inmobiliaria, costurera- se siente empleada de hogar: "Si un m¨¦dico despu¨¦s de cinco a?os de carrera ya es m¨¦dico para toda la vida; con la universidad que he tenido yo, soy trabajadora de hogar para toda la vida". La reciente difusi¨®n de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia vasco en la que se le retiraba la pensi¨®n de invalidez a una trabajadora de hogar ha sacado a la luz la problem¨¢tica de un colectivo poco valorado. Pregunta. Esta sentencia, estaba firmada por dos magistradas, adem¨¢s de un hombre. Respuesta. Hay muchas mujeres que no se han dado cuenta de que a ellas tambi¨¦n les est¨¢ oprimiendo la sociedad y siguen siendo igual de machistas. Y en esta sentencia en concreto no s¨®lo es machismo lo que se aprecia sino clasismo. Para compensar hay que decir que el que ha recurrido la sentencia ha sido un hombre. P. Esta sentencia, ?qu¨¦ pone de manifiesto? R. Que el trabajo de hogar no est¨¢ valorado. No me cabe ninguna duda que el juez ponente no ha hecho en su vida trabajo dom¨¦stico y probablemente las otras dos magistradas, poco. P. ?Porqu¨¦ han esperado hasta ahora para dar a conocer una sentencia de septiembre de 1998? R. Juana M. A. no se puso en contacto con nosotras hasta ahora. Al principio no pudo reaccionar. Adem¨¢s, ha tenido unas depresiones fort¨ªsimas. Lo ¨²nico que se le ocurri¨®, dice ella, fue llamar a Ararteko, y para nada. P. Hace unos meses otra sentencia reconoci¨® el derecho de una trabajadora de hogar a la prestaci¨®n de la Seguridad Social, ?son las dos caras de una misma moneda? R. No. Son dos cosas distintas. Una es el derecho a una pensi¨®n y otra a la Seguridad Social. De este tipo ya hemos tenido muchas sentencias positivas, pero hicimos p¨²blica ¨¦sa porque se trataba de un caso espectacular, de una mujer que llevaba trabajando 11 a?os m¨¢s de 12 horas diarias cuidando una persona mayor. Gracias a esta campa?a Juana M. A. record¨® que exist¨ªamos. Cada vez m¨¢s las trabajadoras de hogar est¨¢n presentando denuncias y cada vez m¨¢s est¨¢n aprendiendo a recoger pruebas de que trabajan en una casa. Es muy dif¨ªcil demostrar la relaci¨®n laboral, ya que el contrato puede ser verbal, y lo es en la mayor¨ªa de los casos. P. ?Hay dos tipos distintos de empleadas de hogar, las internas y por horas? R. Hay tres. Las internas, que son las que peor est¨¢n. Por el horario. La ley dice que son ocho horas de trabajo, pero hay que sumar otras ocho horas de presencia en las que se pueden realizar trabajos leves, con lo que su jornada se eleva a 16 horas, sobre todo cuando hay ni?os o ancianos. Otras trabajan de 20 a 40 horas y tienen derecho a Seguridad Social. Y el tercer tipo, las que trabajan por horas, son las que mejor est¨¢n. Cobran una media de 1.100 pesetas la hora. P. A la hora de exigir la Seguridad Social, muchas trabajadoras temer¨¢n que los empleadores prefieran a otra que no lo pida. R. El que tiene que cumplir la ley es el que contrata. Y no nos sirve que digan que desconocen que su empleada de hogar tiene ese derecho, porque el desconocer la ley no exime de cumplirla.La mayor¨ªa de los empleadores est¨¢n trabajando en una empresa y tienen su Seguridad Social. P. ?Sirven las campa?as? R. Mucho. Cada vez que hay una campa?a el n¨²mero de personas que acude a la asesor¨ªa es much¨ªsimo mayor. Estos d¨ªas el contestador est¨¢ lleno de mensajes. P. ?Cu¨¢l es el objetivo prioritario de la asociaci¨®n? R. Que la ley de trabajadoras de hogar deje de existir, que se nos regule en r¨¦gimen general y se nos reconozcan los mismo derechos que cualquier trabajador. P. La ley de trabajadoras de hogar, ?en qu¨¦ les discrimina? R. Por ejemplo, se empieza a cobrar la baja por enfermedad a partir de los 29 d¨ªas de estar enferma y a partir del primer mes te tienes que cotizar la Seguridad Social t¨². A una trabajadora de hogar se le puede despedir en cuando se pone enferma, sin problemas, y en cuanto comunican que est¨¢n embarazadas. Esto es muy corriente. P. ?Se sienten abandonas por las instituciones? R. S¨ª. Cuando esper¨¢bamos que saliera la ley de trabajadoras de hogar, est¨¢bamos muy esperanzadas y luego la realidad nos dej¨® hechas polvo. No tenemos un respaldo econ¨®mico fuerte desde las instituciones. Las asociaciones de trabajadoras de hogar en Euskadi han ido desapareciendo, porque sacarlas adelante exige un esfuerzo personal enorme.
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