Una exposici¨®n sigue los pasos a Merce Cunningham a lo largo de medio siglo
La exhaustiva labor del considerado creador de la danza moderna, Merce Cunningham (Centralia, Washington, 1919), es dif¨ªcil de rastrear. M¨¢xime cuando la materializaci¨®n de su obra, la danza y sus coreograf¨ªas, tiene un car¨¢cter que dif¨ªcilmente encaja en un museo. La Fundaci¨®n T¨¤pies presenta una aproximaci¨®n virtual a la obra del artista mediante material videogr¨¢fico, fotogr¨¢fico, de vestuario, de escenograf¨ªa y gr¨¢fico. La exposici¨®n, que ha sido organizada por la Fundaci¨®n T¨¤pies con la colaboraci¨®n de la Merce Cunningham Dance Foundation y la Aperture Foundation, podr¨¢ verse hasta el 4 de abril.
"Nuestra idea primera fue realizar un libro", explica Germano Celant, comisario de la exposici¨®n, "pero luego pensamos que tambi¨¦n podr¨ªamos hacer una exposici¨®n a partir del hecho de que ya no existe la danza. De que hab¨ªa que exhibir lo que queda tras ella". Para ello, el comisario se lanz¨® a buscar documentaci¨®n que pudiera ser exhibida en un museo. En este trabajo cont¨® con la colaboraci¨®n de un gran especialistas en Cunningham, David Vaughan, que ayer tambi¨¦n estuvo presente en Barcelona en la presentaci¨®n de la exhibici¨®n. Obviamente el protagonismo de la exposici¨®n Merce Cunningham recae en el propio bailar¨ªn. Pero su personalidad y labor han sido tan influyentes en todos los ¨¢mbitos de la creaci¨®n contempor¨¢nea que en la exposici¨®n adquieren relevancia artistas de la talla de John Cage, m¨²sico con el que en los a?os cuarenta arranc¨® su revoluci¨®n art¨ªstica; Jasper Johns, que fue asesor art¨ªstico de la Merce Cunningham Dance Company; Andy Warhol, autor de algunos de los dise?os de vestuario, y Robert Rauschenberg, que act¨²o como director de escena de la compa?¨ªa de Cunningham. En la exposici¨®n se muestra vestuario y escenograf¨ªa original de diferentes momentos de la colaboraci¨®n de estos artistas con el core¨®grafo. La exhibici¨®n se estructura siguiendo los cuatro apartados en los que en 1994 el propio Cunningham dividi¨® sus 50 a?os de trayectoria. "Cre¨ªmos que la mejor manera de explicar a Cunningham era mostrar su actitud en diferentes etapas y que en cada una de ellas utiliza diferentes lenguajes", explic¨® Celant. En su primera etapa, llamada El primer momento y situada a finales de los a?os cuarenta, John Cage y Merce Cunningham experimentaron un trabajo conjunto pero que conceb¨ªa independientemente la coreograf¨ªa y la m¨²sica en una misma obra. Esta concepci¨®n creativa romp¨ªa con el tradicional sistema de ensamblar ambos elementos. En El segundo momento, que empieza en los a?os cincuenta y se prolonga en los sesenta, Cunningham incorpora el azar a la realizaci¨®n de sus coreograf¨ªas. Cada frase coreogr¨¢fica sigue a otra en un sentido aleatorio. Este es el momento de colaboraci¨®n con artistas pl¨¢sticos. La exposici¨®n presenta, por ejemplo, la adaptaci¨®n que hizo Jasper Johns de Le grand verre (La mari¨¦e mise ¨¤ nu par ses c¨¦libataires, m¨ºme), de Marcel Duchamp, como decorado para Walkaround Time. El tercer momento, con el que se completan estas tres etapas del artista en la planta baja de la Fundaci¨®n T¨¤pies, coincide con la utilizaci¨®n del soporte cinematogr¨¢fico y el v¨ªdeo. En varios monitores pueden verse diversos trabajos de esta ¨¦poca. Hijo de su ¨¦poca En la planta inferior de la fundaci¨®n se encuentra el ¨²ltimo apartado de la exposici¨®n, El cuarto momento, que confirma a Cunningham como perfecto hijo de cada momento que le ha tocado vivir. Es este espacio se pueden seguir las huellas de su trabajo m¨¢s reciente, en el que utiliza las nuevas tecnolog¨ªas. "Hace ya ocho a?os Cunningham empez¨® a utilizar un tipo especial de software con el que realizaba las coreograf¨ªas por ordenador", explic¨® David Vaughan. Con el programa Lifeforms, Cunningham experimenta con nuevos movimientos en un intento de convertir en realidad todo lo imaginable. En la exposici¨®n se describe otro uso de la inform¨¢tica que hace Cunningham. Mediante unos sensores especiales colocados en el cuerpo de los bailarines y que env¨ªan una se?al al ordenador, pueden generarse im¨¢genes que sintetizan la virtualidad y la realidad. En estos a?os, la labor de Cunningham sigue imparable. El core¨®grafo est¨¢ utilizando otro sistema inform¨¢tico para la realizaci¨®n del decorado de una nueva danza, de una hora de duraci¨®n, que se estrenar¨¢ en abril en Estados Unidos para conmemorar el 80? cumplea?os del artista. La m¨²sica ha sido compuesta por Gavin Bryars.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.