El rey Abdal¨¢ reclama unidad a los jordanos tras la muerte de Hussein
La agon¨ªa ha durado dos d¨ªas. El rey Hussein de Jordania muri¨® ayer, poco antes de las doce del mediod¨ªa, hora local (una hora antes en la Espa?a peninsular), poniendo fin a una ficci¨®n que manten¨ªa con vida el cuerpo de un soberano "cl¨ªnicamente muerto". Abdal¨¢ II, su hijo primog¨¦nito, se ha convertido ya en el cuarto monarca de la dinast¨ªa hachem¨ª. Ayer mismo, el nuevo rey Abdal¨¢ jur¨® su cargo en una breve ceremonia en el Parlamento de Amm¨¢n y nombr¨® sucesor por decreto a su hermanastro Hamzeh.
"Os pido a todos que permanezc¨¢is unidos en la lealtad", dijo el nuevo rey. El pa¨ªs se dispone ahora a vivir 40 d¨ªas de duelo nacional. El luto se ver¨¢ precedido por un hist¨®rico funeral, que se celebrar¨¢ hoy en la capital, y al que asistir¨¢n cerca de medio centenar de jefes de Estado o de Gobierno; entre ellos, el presidente norteamericano, Bill Clinton, y el presidente de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin. La familia real espa?ola -los Reyes, el Pr¨ªncipe y las Infantas con sus esposos- durmi¨® ya anoche en Amm¨¢n. La desaparici¨®n del soberano abre un gran interrogante sobre el futuro de Oriente Pr¨®ximo,una de las regiones m¨¢s conflictivas del mundo, y amenaza con debilitar a¨²n m¨¢s el proceso de paz entre israel¨ªes y palestinos, al que el rey Hussein dedic¨® los ¨²ltimos a?os de su vida. El pasado oto?o, mientras luchaba contra el c¨¢ncer en un hospital de Minnesota, en Estados Unidos, Hussein no vacil¨® en acudir a desbloquear la reuni¨®n de israel¨ªes y palestinos en Wye Plantation. Ayer, la reacci¨®n un¨¢nime de la comunidad internacional defini¨® la consecuci¨®n de la paz en la zona como el mejor homenaje al fallecido. Mientras tanto, el dolor popular recorri¨® las calles de la capital jordana. "?Adi¨®s, rey Hussein; adi¨®s, rey Hussein!", gritaban bajo la lluvia miles de personas con retratos del monarca ante las puertas del hospital Al Hussein. Las tiendas cerrar¨¢n hoy sus puertas, y cientos de miles de jordanos despedir¨¢n en las calles los restos de su rey.
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