Torretta y Verd¨² reafirman su calidad en Cibeles
Los nuevos tejidos imponen su poderROGER SALAS, Madrid
La primera jornada de la Pasarela Cibeles de Madrid con las propuestas para el oto?o-invierno 1999-2000 estuvo poblada de luces y sombras diversas, con un tono de frialdad recurrente en que la discreci¨®n s¨®lo fue rota por la buena factura y el concepto posindustrial que aportaron Roberto Torretta y Joaquim Verd¨². Javier Larra¨ªnzar da un discreto y sereno paso hacia adelante, mientras Vacas Flacas hace el fecto del elefante en la cacharrer¨ªa. Con la sombra y el hueco de los disidentes, la pasarela construye sobre s¨ª misma una edici¨®n que quiere concebir con euforia.
Comenz¨® Javier Larra¨ªnzar con una decoraci¨®n ambiental que simulaba grietas inmensas y feroces en muro y suelo. ?Acaso una met¨¢fora de lo que sucede en la vida interna de la Pasarela Cibeles? Ya se ver¨¢. Aqu¨ª parece que no hubiera pasado nada. Todo el mundo trabaja con el entusiasmo de siempre e intentando dar lo mejor de s¨ª, lo que ya es m¨¦rito, aunque hay un aire algo salado que huele a transici¨®n y a los cambios por venir. Larra¨ªnzar mostr¨® una colecci¨®n bastante extensa alejada de sus anteriores trabajos de principiante integr¨¢ndose en el mercado moderno.Destacaron algunos detalles como su primera serie en beige y arenas, el verde petr¨®leo en pantalones de corte recto y las amplias estolas de punto combinadas, a un tejido negro a rayas grises en resalto, muy efectivo y el¨¢stico. Hubo brillo a discreci¨®n, metalizados sutiles y terciopelo negro texturado que apoyaban en la l¨ªnea de fiesta algunos aciertos como los trajes limpios que se abren de un ligero col¨ªn que toca el suelo y que les hace ganar estilizaci¨®n; esto y los pantalones de fiesta transparentes con cuentas de cristal fueron su punto m¨¢s alto y sofisticado.
Daniel Carrasco hizo una aparici¨®n discreta de la que no queda otra memoria que el punto verde oliva y unos trajes pintados a mano con un motivo de surrealismo vegetal sobre fondos azul claro; su ropa de hombre no tuvo el menor riesgo ni gracia.
Arte del desastre
Pero lo peor de este primer desfile colectivo vendr¨ªa con Vacas Flacas, que son una representaci¨®n del arte del desastre. A pesar de haber tra¨ªdo con originalidad una banda sonora de m¨²sicos callejeros, la gracia se qued¨® en agua de borrajas y la ropa se fue directamente al exceso, a una vulgarizaci¨®n ir¨®nica que, si bien fue un punto de partida inicial de sus ideas, ahora se vuelve insoportable. La pasarela se convirti¨® en un circo al que las modelos quitaron un poco de paja, y solamente la serie final mostraba un despliegue de buena costura junto a las m¨¢s alocadas mezclas de tejidos.
Lo mejor
Los dos mejores desfiles han sido el de Roberto Torretta, primero, y el de Joaquim Verd¨², despu¨¦s. A ambos se les ve maduros y resueltos en sus respectivas corrientes est¨¦ticas, sin intentar deslumbrar a nadie, con la conciencia de hasta d¨®nde debe llegar el profundo trabajo de taller, donde adquieren forma y justificaci¨®n las prendas a trav¨¦s del terminado y de mimar las infinitas combinaciones posibles.
Torretta est¨¢ usando tejidos ultraligeros que no llegan a los 100 gramos por metro, y sigue mezclando el concepto de d¨ªa y de noche con acierto. Se le nota una nostalgia que le hace incidir en el neohippismo y con suficiente envergadura dar a las ropas m¨¢s serias ciertos toques pop, como pueden ser remallados a vista, prendas que recuerdan al ch¨¢ndal deportivo, hasta llegar a una fant¨¢stica seda plastificada transpirable y en la noche a la evocaci¨®n de Fortuny, a trav¨¦s de un patronaje justiciero sobre la figura. Su uso de la piel, en rojos renacentistas y oro, resulta ejemplar.
Joaquim Verd¨² cerr¨® con gran originalidad el d¨ªa con series muy controladas que iban de la lana pura y el mohair, en tonos arena o violeta, hasta una sofisticada viscosa que se convert¨ªa en un punto de apariencia lunar. Sus cremalleras a vista y el canutillo de cristal rematando las mangas de fiesta daban un toque vanguardista, como lo fue tambi¨¦n el pantal¨®n de golf propuesto para el hombre.
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