Cuatro horas de colas en el "atasco diplom¨¢tico" de la colonia brit¨¢nica

La desesperaci¨®n volvi¨® a hacer mella ayer entre los cientos de personas que, por obligaci¨®n o devoci¨®n, tuvieron que hacer cola en la verja de Gibraltar, cargadas de todo tipo de documentos para superar los exhaustivos controles impuestos por Espa?a para presionar al Gobierno de Peter Caruana. No es para menos, ya que despu¨¦s de tener que esperar durante m¨¢s de cuatro horas en cola, los conductores de los veh¨ªculos, principalmente gibraltare?os, ten¨ªan que hacer frente a todo un cuestionario de los aduaneros espa?oles: "Por favor, ?su documento de identidad?, ?los papeles de la ITV?, ?su permiso de conducir?, ?su permiso de circulaci¨®n?, ?su tarjeta t¨¦cnica?, y... ?el seguro del veh¨ªculo?". Y as¨ª, uno a uno. Y uno de ellos era ayer Charly Cruz, un empresario con intereses econ¨®micos a ambos lados de la verja, que comentaba c¨®mo en los ¨²ltimos a?os ha sufrido "17 veces" una situaci¨®n similar. "Lo que no entiendo es por qu¨¦ se quieren vulnerar los derechos adquiridos por Gibraltar a lo largo de los a?os, porque con esto, lo ¨²nico que se est¨¢ generando es un sentimiento de aut¨¦ntico odio a ambos lados de la frontera". En la misma l¨ªnea respond¨ªan varados en sus veh¨ªculos, muchos ciudadanos espa?oles y brit¨¢nicos. "La democracia termina en la frontera de Gibraltar, porque Espa?a est¨¢ vulnerando los derechos humanos y luego los americanos tiran bombas para que se respeten los derechos humanos", elucubraba uno de ellos.John Gaggero, llanito, considera que "as¨ª no se llega a ning¨²n sitio". Su f¨®rmula m¨¢gica es la de "entendimiento, respeto mutuo y colaboraci¨®n". Aleen Gordon tampoco entiende la postura espa?ola: "No s¨¦ por qu¨¦ tienen que ocurrir estas cosas, porque yo he viajado por toda Europa y no ocurre nada igual en ning¨²n sitio. Esto nos recuerda los tiempos de Franco".

El paso lento de los coches iba acompa?ado del crepitar de las emisoras de radio del Campo de Gibraltar, cuyos informativos se dedican casi monogr¨¢ficamente al conflicto. "Da igual lo que digan los medios de comunicaci¨®n, porque el problema se est¨¢ creando entre quienes vamos de uno a otro lado de la verja por diferentes motivos. Yo soy brit¨¢nica, trabajo en Gibraltar y vivo en Espa?a, y creo que esta situaci¨®n no es buena, porque lo ¨²nico que queremos es llegar a casa, trabajar y ya est¨¢", se?alaba una joven que quiso guardar el anonimato.

"Que nos dejen vivir tranquilos, porque nos est¨¢ jodiendo el tal Matutes, que se quiere convertir en otro Franco", relataba una trabajadora camino de su casa en La L¨ªnea tras toda una jornada de labores dom¨¦sticas en Gibraltar. Los espa?oles que trabajan en el Pe?¨®n, unos 2.500, est¨¢n viendo c¨®mo sus puestos de trabajo peligran por la crisis desatada por el conflicto pesquero con la colonia. Esto ha llevado a unas 1.500 personas a reunirse anoche en asamblea en La L¨ªnea, donde decidieron constituir la Uni¨®n de Trabajadores Espa?oles en Gibraltar, una "asociaci¨®n laboral apol¨ªtica", seg¨²n la definieron. Aseguran que ya se han producido los primeros despidos en comercios de la colonia y no descartan convocar movilizaciones.

Aunque todos los que pasan por el calvario de las colas en la frontera acaban diciendo lo mismo -"Matutes se equivoca"-, saben que, de momento, tendr¨¢n que soportar a diario el atasco, m¨¢s diplom¨¢tico que circulatorio.