Un informe oficial brit¨¢nico alerta sobre los riesgos medioambientales de los transg¨¦nicos

Un informe oficial del Gobierno brit¨¢nico que alerta sobre los riesgos medioambientales de las semillas transg¨¦nicas puso ayer a los laboristas contra las cuerdas. El documento, filtrado por los ecologistas de Amigos de la Tierra, sugiere la existencia de peligros para las aves y otros animales, que resultar¨ªan diezmados tras la desaparici¨®n de los insectos por las fuertes dosis de plaguicidas empleadas en los cultivos de plantas modificadas gen¨¦ticamente para resistirlos. La pol¨¦mica arrecia tras las acusaciones de apoyo interesado a los transg¨¦nicos contra el ministro de Ciencia, David Sainsbury. La multinacional agroqu¨ªmica Monsanto fue multada ayer por los jueces brit¨¢nicos por la inseguridad de sus plantaciones.

El estudio del Ministerio de Medio Ambiente y Transporte, elaborado en 1998 y conocido ayer gracias a la filtraci¨®n ecologista, presenta un sombr¨ªo panorama agr¨ªcola: la fauna aut¨®ctona puede sufrir un descalabro biol¨®gico por la falta de insectos y hierbas que conforman su dieta primordial. Como los productos transg¨¦nicos han sido preparados para soportar, entre otras cosas, potentes pesticidas, una polinizaci¨®n cruzada entre una plantaci¨®n transg¨¦nica y otra que no lo es obligar¨ªa al resto de los agricultores a fumigar cada vez m¨¢s sus propios campos.Precisamente, el tr¨¢nsito natural del polen, del estambre de una planta hasta el pistilo en donde debe germinar, es uno de los fen¨®menos que m¨¢s preocupan ahora a los ecologistas. Si el viento, una de las v¨ªas esenciales de transporte, lleva los diminutos granos de polen de una cosecha transg¨¦nica a otra tradicional, la mezcla puede modificar la configuraci¨®n gen¨¦tica de esta ¨²ltima. En algunos casos, ya demostrados en ensayos de invernadero, el resultado es una nueva planta est¨¦ril o sumamente debilitada. En conclusi¨®n, un h¨ªbrido con graves problemas de supervivencia.

Seg¨²n el informe ahora en litigio, la consecuencia directa ser¨ªa doble. El agricultor que prefiera ce?irse a los cultivos tradicionales o bien a los org¨¢nicos -sin pesticida alguno- acabar¨¢ utilizando estas sustancias qu¨ªmicas para salvar la cosecha. Los animales, a su vez, tendr¨¢n que buscar nuevos alimentos o incluso perecer¨¢n. Michael Meacher, secretario de Estado de Medio Ambiente, tuvo que salir ayer a la palestra para negar la ocultaci¨®n de las conclusiones. "Es una tonter¨ªa hablar de secretismo", dijo frente a unos medios de comunicaci¨®n nacionales que, olvidando sus diferencias de estilo o de ideolog¨ªa, critican al un¨ªsono al Gobierno por marginar a la ciudadan¨ªa en algo tan primario como la alimentaci¨®n.

Anne McElvoy, articulista del rotativo The Independent, escrib¨ªa ayer: "Las simpat¨ªas pol¨ªticas se desvanecen cuando un ama de casa compra comida para su familia. El laborismo no s¨®lo debe reforzar los controles de seguridad y el etiquetado de estos nuevos productos. Es hora de que trate con respeto a la poblaci¨®n brind¨¢ndole la informaci¨®n que pide". Atento a esas necesidades ciudadanas, Greenpeace ha abierto una l¨ªnea informativa gratuita de tel¨¦fono. Una p¨¢gina especial ofrece, a trav¨¦s de Internet, el mismo servicio.

Para la multinacional estadounidense Monsanto, pionera de la investigaci¨®n en biotecnolog¨ªa, ayer no fue un gran d¨ªa. Los jueces del condado de Lincoln, al este de Inglaterra, le impusieron una multa de 17.000 libras (cuatro millones de pesetas) por propiciar la temida polinizaci¨®n cruzada a trav¨¦s de una plantaci¨®n de colza transg¨¦nica. Sembrada para establecer sus posibilidades comerciales, la misma no contaba con la barrera obligatoria de seis metros que debe separarla del resto del terreno colindante. La separaci¨®n sirve para evitar la migraci¨®n del polen, pero el contratista encargado por Monsanto de cultivar el campo de pruebas olvid¨® tomar precauciones.

"La sanci¨®n demuestra lo estrictas que son las normas de seguridad", asegur¨®, poco despu¨¦s de conocerse la sentencia, Colin Merril, cient¨ªfico de Monsanto. La falta de l¨ªnea divisoria fue observada en el curso de una inspecci¨®n llevada a cabo por el servicio oficial de granjas. Una vez comprobada la quiebra de la Ley de Protecci¨®n Medioambiental, la compa?¨ªa fue demandada ante los tribunales.

La suerte de Monsanto aliger¨® algo la presi¨®n a que sigue sometido David Sainsbuy, ministro de Ciencia. Para sus cr¨ªticos, su defensa clara de los alimentos transg¨¦nicos, que, seg¨²n ¨¦l, "mejorar¨¢n la calidad alimentaria permitiendo incluso utilizar menos pesticidas a medida que avance la biotecnolog¨ªa", le convierte en un "minusv¨¢lido pol¨ªtico".

De momento, el ganador de este debate, cada vez m¨¢s agrio, es Arpad Pusztai, el cient¨ªfico que constat¨® anomal¨ªas inmunol¨®gicas en los ratones que comieron patatas transg¨¦nicas. Su trabajo, descartado por el Gobierno, y que le cost¨® su empleo y un ataque al coraz¨®n achacado al estr¨¦s, va a ser revisado por un comit¨¦ de la C¨¢mara de los Comunes.