Rambouillet no es Dayton

), Cuando naci¨® la idea de convocar una conferencia de paz para la atormentada provincia de Kosovo se ten¨ªa en la cabeza las im¨¢genes de Dayton, aquellas negociaciones que acabaron con la guerra en Bosnia.Distintas facciones encerradas en salas enfrentadas, mediadores movi¨¦ndose de un lado a otro, incertidumbre sobre cu¨¢l ser¨¢ el resultado... En el dorado castillo de Rambouillet, a 50 kil¨®metros de Par¨ªs, todo promet¨ªa ser una repetici¨®n de lo que hace tres a?os pas¨® en la base militar en Ohio. Despu¨¦s de 10 d¨ªas de negociaciones, las diferencias, sin embargo, son mayores que las semejanzas.

La conferencia de Dayton era un show americano desde el principio hasta el fin. No s¨®lo porque las negociaciones fueron dirigidas por el carism¨¢tico Richard Holbrooke; ¨¦l contaba, adem¨¢s, con el apoyo de unos 20.000 soldados estadounidenses para asegurar la paz desde el momento en que fuera firmado un acuerdo.

En Rambouillet, Washington desempe?a un papel menos importante. El actual mediador norteamericano, el embajador Christopher Hill, carece de la tenacidad de Holbrooke y, m¨¢s importante a¨²n, no es respaldado por la misma cantidad de tropas norteamericanas. La Administraci¨®n de Clinton esta vez "no se quiere mojar", coment¨® recientemente un alto cargo militar estadounidense.

Rambouillet es m¨¢s bien un show europeo, dirigido por Par¨ªs y, en menor medida, por Londres. Los europeos intentan demostrar que son capaces de asumir responsabilidades en su propia casa. Kosovo s¨®lo es un pedazo de tierra en el sur de Europa, pero los combates est¨¢n a punto de convertirse en una guerra m¨¢s amplia, que enviar¨¢ olas de refugiados al resto del continente.

Otra gran diferencia es que en Rambouillet apenas hay discusi¨®n entre las partes enfrentadas. En Dayton, estaban presentes los l¨ªderes de Croacia, Serbia y Bosnia y no dejaban de intercambiar argumentos. A la parte serbia en Rambouillet, Slobodan Milosevic no le ha dado ninguna autoridad y pasa las tardes al piano y cantando.