"En el catalanismo, la derecha se lleva los triunfos y la izquierda los garrotazos"

Despu¨¦s de 20 a?os de autogobierno, el catalanismo ha cubierto el ciclo de su asentamiento. La nueva pregunta que surge es si ese autogobierno es suficiente, y si no lo es, cu¨¢l es la salida del dilema: nacionalista o federalista. Miquel Caminal (Barcelona, 1952), profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad de Barcelona (UB), acaba de publicar en Emp¨²ries Nacionalisme i partits nacionals a Catalunya y ve el catalanismo como "un movimiento lo suficientemente pragm¨¢tico y pactista como para ser extenso". Caminal, en su ensayo, hace un an¨¢lisis retrospectivo de las causas que dan origen al nacimiento de los partidos catalanistas y estudia su evoluci¨®n a lo largo del si-glo XX. "El catalanismo es un proyecto c¨ªvico compatible con un gran abanico de soluciones pol¨ªticas: desde la autonom¨ªa a la confederaci¨®n; en cambio, el nacionalismo tiene como punto de referencia necesario el querer ser Estado", explica el profesor de la UB, autor de la biograf¨ªa pol¨ªtica de Joan Comorera, uno de los fundadores del PSUC, y especialista en el estudio del nacionalismo, el federalismo y el catalanismo, como acreditan distintas obras publicadas. Caminal defiende la complementariedad entre el catalanismo y las clases populares, que se contrapone a las complicidades de la burgues¨ªa catalana con el orden establecido. "Entre 1923 y 1975, en los a?os de resistencia de las dos dictaduras -la de Primo de Rivera y la de Franco-, el catalanismo estuvo hegemonizado por la izquierda, desde ERC hasta el PSUC", afirma. "En la historia del catalanismo del siglo XX, que ha sido al mismo tiempo la historia de la lucha por la democracia, la izquierda ha recibido la mayor parte de los garrotazos, mientras que la derecha ha administrado los triunfos", dice. Esta hegemon¨ªa, expresada especialmente en los ¨²ltimos a?os del franquismo con la constituci¨®n de la Assemblea de Catalunya, tuvo sus efectos positivos con el restablecimiento de la Generalitat de Catalu?a despu¨¦s de la clara victoria electoral de la izquierda en las primeras elecciones democr¨¢ticas de 1977, a juicio de Caminal. La conmemoraci¨®n del centenario de las Bases de Manresa releg¨® tambi¨¦n al silencio otro aspecto importante para comprender los or¨ªgenes del catalanismo: "Los republicanos federales son los primeros que formulan pol¨ªticamente el catalanismo", afirma Caminal, aunque reconoce que es la Lliga Regionalista la que lo realiza desde el poder. "El conservadurismo ha conseguido apropiarse del catalanismo en los primeros 20 a?os de este siglo y en los 20 ¨²ltimos; en los primeros les ayudo el lerrouxismo y en los ¨²ltimos un PSC sin pol¨ªtica catalanista", afirma. Otro aspecto esencial de la tesis de Caminal es el car¨¢cter c¨ªvico y no estatalista del catalanismo. "La ausencia de Estado ha impulsado la capacidad autoorganizativa de la sociedad-naci¨®n catalana y su fuerza institucionalizadora. Los partidos nacionales han sido su m¨¢xima expresi¨®n y la garant¨ªa de la pervivencia de Catalu?a como naci¨®n pol¨ªtica. Una naci¨®n sin Estado puede existir, pero una naci¨®n sin partidos nacionales deja de serlo", asegura Caminal. Pero si el catalanismo ha sido un patrimonio generalizado entre los partidos pol¨ªticos catalanes, no sucede lo mismo con el nacionalismo. Caminal considera que en Catalu?a ha habido, en verdad, pocos nacionalistas. "No es ninguna casualidad que no haya partidos con la denominaci¨®n Nacionalista de Catalu?a", a?ade . En pos de un Estado han ido Estat Catal¨¤, el Partit per la Independ¨¨ncia o una parte de Esquerra Republicana. ?Y Converg¨¨ncia, d¨®nde est¨¢? "Converg¨¨ncia sigue la tradici¨®n de la Lliga de Prat de la Riba. La identidad nacional de Catalu?a tiene su horizonte de realizaci¨®n pol¨ªtica en el marco del Estado espa?ol. Adem¨¢s, el nacionalismo de CDC es un nacionalismo instrumental y no resistencial, con voluntad de intervenci¨®n en la pol¨ªtica general del Estado", asegura el profesor de Ciencia Pol¨ªtica. ?No se aparta ahora Converg¨¨ncia de su discurso primigenio con la radicalizaci¨®n verbal que a juicio de muchos analistas vive tras la Declaraci¨®n de Barcelona, suscrita por nacionalistas gallegos, vascos y catalanes? "El mismo Miquel Roca sostiene que el discurso radical no es el discurso que corresponde a Converg¨¨ncia", afirma Caminal. "La indefinici¨®n de objetivos nacionalistas que ten¨ªa la Lliga de Prat, la sigue teniendo la Converg¨¨ncia de Pujol", asegura, y traza un paralelismo entre el catalanismo de Prat de la Riba entre 1901 y 1917 y el actual de Pujol. "Mientras la izquierda es antes federalista que catalanista, los conservadores no han pasado del pragmatismo regionalista", subraya Caminal, quien en su Nacionalisme i partits nacionals a Catalunya sostiene que en la historia de Catalu?a derecha e izquierda se han relevado en el papel de hacer de fuerzas hegem¨®nicas, de pal de paller del catalanismo. El an¨¢lisis de Caminal llega hasta las legislativas de 1996, estudiando las posiciones pol¨ªticas de los distintos partidos con representaci¨®n en el Parlament.