"Las televisiones p¨²blicas no deben subvencionar la superstici¨®n"
ERNESTO P?RAMODIRECTOR DEL PARQUE DE LAS CIENCIAS DE GRANADA El responsable del museo m¨¢s visitado de Andaluc¨ªa, y el ¨²nico dedicado a la divulgaci¨®n cient¨ªfica, cree que valdr¨ªa la pena renunciar un a?o a construir una peque?a carretera de circunvalaci¨®n en cualquier ciudad e invertir los 8.000 millones de pesetas de la obra en llenar toda Andaluc¨ªa de cibercaf¨¦s.La creaci¨®n del Parque de las Ciencias de Granada, el museo m¨¢s visitado de Andaluc¨ªa, se debe en buena parte al tes¨®n de Ernesto P¨¢ramo, una persona que, parad¨®jicamente, no tiene una formaci¨®n cient¨ªfica, sino human¨ªstica -es licenciado en Derecho y doctor en Pedagog¨ªa-. P¨¢ramo, un gallego criado en A Coru?a, emple¨® varios a?os en convencer a los pol¨ªticos de la necesidad de apoyar el proyecto. No fue f¨¢cil. Las reticencias fueron numerosas. El parque, sin embargo, se ha convertido en uno de los lugares m¨¢s din¨¢micos de divulgaci¨®n cient¨ªfica del pa¨ªs. Para finales de marzo ha orgazanido un congreso sobre la comunicaci¨®n de la ciencia al que acudir¨¢n, entre otros, Antonio Mu?oz Molina, Fernando Savater y Francisco J. Ayala. Pregunta. Las visitas de centros de ense?anza al Parque de las Ciencias hay que concertarlas, a causa de las muchas peticiones, con varios meses de antelaci¨®n. ?Es un motivo de orgullo o de preocupaci¨®n? Respuesta. Es una satisfacci¨®n comprobar que sobre todo interesa el producto cultural que ofrecemos en el parque y es un s¨ªntoma de que debemos crecer. Con el parque pasa igual que con todo lo relativo a la ciencia, hay m¨¢s demanda que oferta. P. Esa demanda ?ha permanecido oculta hasta la apertura del parque hace tres a?os? R. Sigue habiendo un malestar real en una poblaci¨®n que vive rodeada de ciencia y tecnolog¨ªa pero tiene muy pocas ocasiones de acercarse a ella de una forma inteligible. Eso ha creado una diferencia entre la cultura general de la poblaci¨®n y la cultura cient¨ªfica. Cada d¨ªa, sin embargo, iremos viendo c¨®mo los medios de comunicaci¨®n y las televisiones se ocupan m¨¢s de la informaci¨®n sobre ciencia y tecnolog¨ªa. Esto va a aflorar pronto P. Muchas generaciones de estudiantes han recibido una ense?anza cient¨ªfica deficiente ?C¨®mo casa con el inter¨¦s que ahora despierta? R. Se ha impartido, y se imparte, una ense?anza de las ciencias ajena a la pasi¨®n por el descubrimiento. Se fuerza la comprensi¨®n de f¨®rmulas y resultados. Para m¨ª, lo fascinante es que el universo es un laberinto lleno de preguntas del tipo qu¨¦ es el vac¨ªo o por qu¨¦ nos parecemos a nuestros padres. Que nos den, en la etapa de formaci¨®n, una f¨®rmula de Newton para explicar por qu¨¦ los planetas se mueven de una manera determinada es lo que provoca desinter¨¦s por la ciencia. La poes¨ªa, cuando est¨¢ hecha como un impulso del ser humano, responde a preguntas muy parecidas. No podemos acercarnos a la historia de la literatura como un conjunto de procesos finales y no tener en cuenta la importancia que ha tenido una obra en cierto momento para un conjunto de personas. P. ?Cu¨¢l es el camino que debe emprender el Parque de las Ciencias para atender toda la demanda? R. Tenemos que duplicar nuestra capacidad, pero sobre todo me interesa que siga siendo un centro din¨¢mico y flexible. Es decir, hace diez no hubi¨¦ramos tenido una sala para Internet. Lo que entonces era inconcebible hoy es fundamental. Debemos ser flexibles para adaptarnos a las necesidades de nuestros tiempos. Lo fundamental no es hacer un museo con salas perfectamente terminadas sino que est¨¦n siempre adaptadas al inter¨¦s de la gente. En dos o tres a?os todo lo que tenemos proyectado deber¨ªa estar acabado. En Andaluc¨ªa hay un gran d¨¦ficit respecto a las nuevas tecnolog¨ªas y habr¨ªa que abordar de forma en¨¦rgica el acceso a los soportes multimedia. P. Desde que se empe?¨® en sacar adelante el proyecto del parque ?se han encontrado con muchas reticencias? R. Al principio era algo incomprensible para los que ten¨ªan que tomar las decisiones. He estado en reuniones en las que se preguntaban qui¨¦n iba a ir a un museo de ciencias en Granada y encima pagando. Hoy es una satisfacci¨®n que sea el m¨¢s visitado de toda la Comunidad andaluza. P. ?C¨®mo tratan los medios de comunicaci¨®n los asuntos cient¨ªficos? R. Estamos en la prehistoria de la informaci¨®n cient¨ªfica. Una encuesta del CIS ha demostrado que la gente recibe menos informaci¨®n cient¨ªfica que la que demanda. Los medios no est¨¢n a la altura de lo que la gente quiere. En parte, por eso, hemos organizado, entre el 24 y el 27 de marzo, un congreso sobre la comunicaci¨®n de la ciencia. Tem¨ªamos que no hubiera suficientes personas para hablar de estos temas, pero a dos meses del congreso est¨¢bamos al completo. En el congreso, que iba a ser nacional, ya hay varios pa¨ªses participantes y m¨¢s de 250 comunicaciones. Se ha demostrado que en Espa?a hay madurez suficiente como para celebrar este foro con escritores, fil¨®sofos y cient¨ªficos. Hoy la informaci¨®n cient¨ªfica se trata como los sucesos: s¨®lo se publica cuando aparece una amenaza grande y no cuando hay avances en el conocimiento. Y la verdad es que la ciencia no da noticias espectaculares; marcha poco a poco. P. El papel de las televisiones ?es a¨²n peor? R. No podemos seguir subvencionando la superstici¨®n. Las televisiones p¨²blicas no pueden seguir llenando horas de programas con adivinos y curanderos. La superstici¨®n, como la estupidez, es contagiosa y es insostenible que dediquemos los medios a fomentar las tonter¨ªas. Los medios no s¨®lo tienen la obligaci¨®n de entretener al p¨²blico contando chistes. Es m¨¢s f¨¢cil contratar a un adivino o a un payaso que traer a un cient¨ªfico para que explique por qu¨¦ en la galaxia hay planetas que pueden tener vida. P. ?Cu¨¢l es el papel del Foro de Andaluc¨ªa en todo esto? R. Ha sido bueno que haya habido una reflexi¨®n, aunque luego no se hagan caso a las propuestas. Vivimos una transici¨®n cient¨ªfica y tecnol¨®gica y tenemos que ponernos a la vanguardia. Yo no espero milagros del Foro, pero la reflexi¨®n nunca hace da?o. No nos debe doler por que no se construya una peque?a circunvalaci¨®n que cuesta 8.000 millones de pesetas si con ese dinero llenamos Andaluc¨ªa de cibercaf¨¦s y promovemos el acceso a Internet. ?Por qu¨¦ no podemos renunciar un a?o a las autov¨ªas para que todas las bibliotecas andaluzas est¨¦n conectadas a la red?
"Estamos en la prehistoria de la informaci¨®n cient¨ªfica. La gente demanda mucha m¨¢s"
Ernesto P¨¢ramo Sureda, de 40 a?os, est¨¢ casado y tiene un hijo. Naci¨® en Lugo pero vivi¨® en A Coru?a. Se licenci¨® en Derecho e hizo el doctorado en Pedagog¨ªa. Tiene en su haber un m¨¢ster en Medio Ambiente.
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