"A Tony Blair le gustan demasiado los ricos"
Aferrado al "s¨ª y no, no s¨¦, depende" como reacci¨®n inmediata a cualquier pregunta y con los pies desnudos embutidos en unas zapatillas de deporte aerodin¨¢micas, Stephen Frears (Leicester, 1941) asegura que s¨®lo cuenta con un material para sus pel¨ªculas, su propia vida. "Es lo ¨²nico que conozco, con lo ¨²nico que aprendo y con lo ¨²nico que puedo trabajar. Mis pel¨ªculas son siempre respuestas a la vida".Su ¨²ltimo filme, Hi-Lo Country -que se estrena en Espa?a el 12 de marzo y gracias al cual ha logrado el Oso de Oro a la mejor direcci¨®n en el ¨²ltimo festival de cine de Berl¨ªn-, es la historia de un vaquero fuera de su tiempo, un vaquero rebelde y salvaje (Woody Harrelson) que se enamora locamente de una calentona ama de casa insatisfecha (Patricia Arquette). "Es la historia de un lugar de espacios abiertos, de grandes praderas en las que, sin embargo, la sociedad es asfixiante".
"En el fondo,", contin¨²a el cineasta, "es la misma historia que La amistades peligrosas; all¨ª un hombre c¨ªnico que s¨®lo quer¨ªa jugar con los sentimientos acababa perdidamente enamorado, y aqu¨ª, un vaquero que se mete en la cama con una mujer casada para divertirse acaba tambi¨¦n locamente enamorado de ella. Para m¨ª, el amor nunca es lo que parece y, sobre todo, jam¨¢s es lo que esperamos de ¨¦l".
Arma pol¨ªtica
En los a?os ochenta, Stephen Frears convirti¨® su cine en arma contra el ultraliberalismo de Margaret Thatcher. Mi hermosa lavander¨ªa (1985), Sammy y Rosie se lo montan y ?brete de orejas (ambas de 1987) estaban repletas de rastafaris, homosexuales, paquistan¨ªes e izquierdistas que sobreviv¨ªan por las calles de un Londres asfixiado por el thatcherismo: "Thatcher convirti¨® los valores de la clase media en su bandera, y esos valores, el puritanismo y la absoluta mezquindad de esp¨ªritu, son los peores del mundo". Hoy, con la promoci¨®n de Hi-Lo Country debajo del brazo (un viejo proyecto de Sam Peckinpah producido ahora por Martin Scorsese y en el que tambi¨¦n act¨²a la actriz espa?ola Pen¨¦lope Cruz, "una actriz maravillosa"), Frears asegura que Londres (donde est¨¢ su ¨²nica residencia, subraya) no ha cambiado tanto -"aunque aquellos personajes seguro que han montado un restaurante y no viven mal"-, pero que el perfil "sonriente" del nuevo primer ministro (cuya campa?a apoy¨® p¨²blicamente) es m¨¢s dif¨ªcil de entender y atacar que el de la "hist¨¦rica y penosa Thatcher".
"Tony Blair es un hombre que oculta m¨¢s de lo que muestra, se esconde, quiz¨¢ porque no tiene demasiada profundidad", afirma el cineasta. "Es complicado entender lo que est¨¢ ocurriendo con ¨¦l, Blair no soporta que le lleven la contraria y es, aunque parezca chocante, un hombre totalitario".
Ante un comentario sobre la capacidad de seducci¨®n del pol¨ªtico brit¨¢nico, el cineasta repite: "Un hombre totalitario pero, eso s¨ª, con una bonita sonrisa, una agradable sonrisa. Apoyo su acercamiento a Europa, pero no creo que los verdaderos problemas de Inglaterra est¨¦n cambiado, ni que los problemas sociales le interesen demasiado. A Blair le gustan demasiado los ricos, le gusta demasiado Bill Clinton".
"Todav¨ªa est¨¢ por llegar una pel¨ªcula que muestre su Inglaterra, pero ser¨¢ dif¨ªcil", afirma el director. Si ser¨¢ ¨¦l quien haga ese retrato, Frears responde: "No s¨¦. Yo me cri¨¦ bajo la firme creencia de la importancia de la cr¨ªtica social. El cine se convirti¨® en un arma contra la era Thatcher, pero quiz¨¢ para Tony Blair todav¨ªa es pronto".
Desde que en 1988 Frears se abri¨® camino en la industria de Hollywood con Las amistades peligrosas, el cineasta s¨®lo ha regresado ocasionalmente al cine de su pa¨ªs. "Es un problema de limitaciones, en Estados Unidos tengo menos limitaciones que en Inglaterra o, dicho de otra manera, en Estados Unidos tengo m¨¢s posibilidades que en Inglaterra".
Su pr¨®ximo proyecto, protagonizado por el actor John Cusack, ser¨¢ la adaptaci¨®n de la novela de Nick Horuby Alta fidelidad. "Ser¨¢ una pel¨ªcula sobre la m¨²sica y sobre la obsesi¨®n".
Represi¨®n
Stephen Frears dice que se mueve en el mundo del "ocultamiento" porque se ha criado en ¨¦l. "?Que qu¨¦ es el mundo del ocultamiento? Pues mire por la ventana. ?Qu¨¦ ve? Madrid est¨¢ lleno de casas, las casas est¨¢n separadas por paredes, por puertas. Hay calles, rincones oscuros y lugares escondidos. Eso es lo que quiero decir. Tengo sobre m¨ª una vieja tradici¨®n basada en la represi¨®n, y el cine tiene mucho que ver con eso, con los c¨®digos que se establecen para hablar de lo que no se puede hablar. El cine siempre ha mostrado el mundo a trav¨¦s de c¨®digos para hablar de lo que no se puede hablar. Cuando el mundo se hizo m¨¢s liberal, el cine entonces se vio en la encrucijada de escoger. Yo, para Mi hermosa lavander¨ªa, me olvid¨¦ de los c¨®digos de represi¨®n, pero para Las amistades peligrosas los us¨¦".
Con unas profundas ojeras que no son por falta de sue?o, recomendando la exposici¨®n de Rauschenberg en el Guggenheim de Bilbao, se?alando con pesimismo que "Pinochet volver¨¢ a su casa", Frears se levanta y se va a una habitaci¨®n donde espera la siguiente entrevista y desde donde se despide con un ir¨®nico y reticente: "Tony Blair, Tony Blair".
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